La pequeña Juran parecía ansiosa arreglaba su cabello cada cierto tiempo, mientras Grein hablaba enérgica, ya estaban cambiados con ropa deportiva en el gimnasio, y como siempre la mayor de las mellizas estaba rodeada de chicos.

Parecía algo supremamente irreal, pero su hermana lo disfrutaba, entre los chicos con los que hablaban con ella estaban Elliot, y un sujeto llamado Danyou. Bonnie seguía pegada de Dante, y le resultaba extraño.

¿Acaso vinieron a la escuela a coquetear o que les ocurría?

Juran se sorprendió a sí misma dándole demasiadas vueltas al asunto, era el primer día y ya parecía un absurdo libro romántico, no tenía sentido, todos estamos aquí por una razón.

- Es imposible no estar celosa – Resonó aquella conocida voz en su cabeza, que la hizo suspirar.

- No me ignores – Volvió a hablar, mostrando su silueta en la sombra de la chica - ¿Qué esperabas este año, pequeño monstruo? Vas a estar en la banca...

Juran intentaba ignorar la voz de Jal. Era una voz que la había acompañado desde que tenía memoria, no sabía de dónde venía ni porque, a veces ni siquiera podía dormir pues ella tomaba el poder de su cuerpo. Y cuando volvía en sí, le decían que había hecho cosas que no hizo.
Ella misma se sentía un monstruo, uno bicho raro que era mejor tener encerrado porque solo podía lastimar a los demás.

Tan pronto sintió un vació en su pecho, por los altavoces del gimnasio comenzó a sonar una canción que ella conocía y reconocía como una de las favoritas de su madre, era Bad to the bones de George Thorogood. Y en eso Franco hizo un gesto con sus manos para que todos entráramos a la cancha con él.

En el suelo habían dibujados algunos cuadrados iluminados por unas luces led.

- Bien chicos, comencemos con el calentamiento, todos ustedes tienen un cuadro con su nombre, entren en ellos, ¡VAMOS, VAMOS!

Rápidamente el grupo comenzó a meterse dentro de los cuadrados, entonces todos vimos en dirección a Franco. Aún la canción no había comenzado y dio la siguiente instrucción.

- Comenzaremos con un trote, calentar es importante – Tan pronto sus pies estuvieron en el cuadrado, las luces palpitaron y cuadro vidrios de cristal salieron delimitando los espacios de cada uno, era suficiente para que ninguno se tocará, y pudiera hacer una vuelta estrella. El grupo se vio con sus dudas.

- Solo es un trote... ¿A qué le temen? – Preguntó mientras él daba el ejemplo del movimiento.

Cuando subió su pie para iniciar el trece, una pequeña barra salió cerca del suelo del pie que alzó a la velocidad de la chica y al parecer a varios del grupo le tomó por sorpresa al punto de hacerlos caer.

Mediante el trote avanzaba la barra subía obligándote a subir las piernas, si tu pie rozaba la barra te pasaría como a Peter Partson que le dio una descarga eléctrica leve.

Entonces Juran comenzó a moverse al ritmo de la música con el trote.

- ¡VAMOS GRUPO, BIENVENIDOS A LA ÉLITE! – Dijo Franco, y en seguida George comenzó a cantar, dando comienzo al entrenamiento. Cuando tus rodillas llegaban a un punto alto la barra iba bajando y te veías en la obligación de hacer un pequeño circuito alzando las rodillas lo suficiente.

- ¡CAMBIO! – Grito Franco juntando sus brazos en sus laterales y comenzando a saltar adelante y atrás. Las barras ahora salían de adelante y atrás forzándote a esquivar ambos, para colmo también iban subiendo así que tenías que flexionar bien las rodillas.

Rebelión.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora