Capítulo 5: Raros sucesos.

533 67 46
                                    

Ya han pasado 3 horas desde la impresión de Killua. No decidí bajar a comer ya que no tenía hambre, solo quería seguir escuchando música. Sentía mi pecho adolorido... no físicamente. Emocionalmente.
Ya eran las 7pm. Hora de dormir, por lo que te escuché, desde aquí, no te pareció muy buena idea lo de dormir conmigo. Pero la verdad, te entiendo... pff ¿A quién engaño? No entiendo que te pasó...
Sólo falta esperarte para que vengas al lado mío para que te recuestes y duermas asqueado.

[...]

¿Por qué ese chico me habrá besado...? La verdad... me sentí realmente extraño, le dije cosas feas... creo que debería disculparme con Él. Ya estamos en 2020. Hay que aceptar a las personas como Él...

Killua realmente pensó en lo que hizo. No se sintió bien al respecto al ver a ese chico llorando.

Killua, al llegar a la cama de Gon, se acostó sigilosamente. Se quedó mirando el techo y pensó en como podría disculparse con Gon.

De tanto pensarlo se rindió y decidió hablarle.

-Gon. ¿Ese es tu nombre, verdad? -Preguntó, el albin mirando hacia el techo de aquella habitación en la que se encontraba.-
-Sí, dime Killua... -Dijo éste dándose vuelta al contrario del albino.-
-Yo... yo lo siento, no debí haberte dicho esas cosas tan horribles, perdóname. Aunque no pueda corresponder tus sentimientos hacia mí. Te respetaré y apoyaré, puedes contar conmigo.
-Oh... ehhh... yo..., está bien..., supongo que te perdonaré.
-¿En serio? Me alegro, jeje.
-Si..., bien por tí. Duerme bien, buenas noches. ‐Dijo el pelinegro, cerrando lentamente sus ojos con una pesadez de sueño.‐
-Buenas noches... ‐Dijo el albino, bostezando.-

[...]

Había una silueta que se me hacía reconocida, no sabía quien era esa persona, pero sentía que la conocía. Estaba con una mano en su nuca, sonriendo... Una de las sonrisas más hermosas que he visto. Aquella persona... era como el mismísimo Sol en persona, brillaba de una manera inhumana, parecía un angel. Pero..., de un momento a otro. El paisaje lleno de rosas y flores, se tornaron de color rojo sangre y un color negro demasiado oscuro. La sonrisa de aquella persona fue desaparenciendo lentamente. Sus ojos que expresaban felicidad. Ahora se inhundaban en sus propias lágrimas... caían al suelo, las lágrimas critalinas de ese ser tan... ¿especial? No lo sé. Solo sé que todo lo hermoso, despareció. Esa persona empezó a decaer. Pero repetía unas palabras: "No te disculpes, solo sé que yo también Te amo. Te amo más que a nadie." Esas palabras... me provocaron un vacío, me dolía el pecho cada vez mas, que las repetía una y otra vez, hasta llegar al suelo.

Desperté.

Mis manos estaban sudadas por completo. Tenía unas gotas de sudor por mi frente, sentía que mi rostro ardía. Miré a mi lado contrario, ahí estaba, a mi derecha. Un azabache, que se suponía que era mi mejor amigo. Al verlo, sentí nuevamente esa pesadez. Sentí un dolor en mi pecho. Así que decidí dirigirme al baño. Me lavé la cara, me miré al espejo. Y tenía los ojos rojizos, al igual que mis mejillas, aún las sentía hirviendo. Pero aún así decidí bajar para tomar desayuno.
Al salir del baño, para coger mi ropa y vestirme. Estabas sentado en la cama, resfriegándote un ojo con un poco de sueño, insconcientemente. Sonreí.

-Al parecer ya despertaste. Jajaja... ‐Rió el albino, al ver que el azabache estaba totalmente despeinado.-
-Oh... sí, supongo. -Dijo el azabache, colocándo su mano derecha en la nuca, pero notó la aparencia del albino.- Eh... Killua, ¿qué te pasó? Estás... completamente rojo...
-Oh... ehhh.... si... tuve un pesadilla... -Dijo el albino colocando una mano en la nuca, desviando la mirada.-
-Bien....etto... ¿vas a ocupar el baño? Me voy a dar una ducha.
-¿Eh? No, no, ocupalo, no tengo problema. -Dijo el albino sonriendo de una manera avergonzada.-
-Oh... bien, si quieres vístete en el baño y preparo mis cosas.
-Bien, gracias.
-No me agradezcas.... se supone que somos amigos.
-¿Eh? Claro.

Ambos opuestos hicieron sus cosas.
Cada uno por su lado.

Y así, pasó en primer día. Con Killua, nuevamente en casa.

Pero.

(Vaya... siempre hay un "Pero", ¿No?)

Para Killua no fue un día tan increíble. Cada vez que veía a Gon. Sentía una pesadez en su pecho. No sabía porque se sentía así. Pero decidió ignorar eso. Hasta que pasara el día. Y llegara la noche.

La noche llegó.

[12:00pm.]

Killua ya estaba recostado en la cama, estaba dormido. Pero algo lo despertó de inmediato.

¡¡¡Killua!!!

Era la voz de Gon.

Killua al despertarse por aquel grito tan escalofríante. Decidió mirar al azabache...

Pero.

Estaba completamente dormido.

Decidió no darle importancia. Y decidió volver a dormir.

¡¡¡Killua, No Te Vayas!!!

Ese grito, estaba representado por Gon. Aparecía que lo estaban tirando del brazo.

Estiraba el brazo derecho, tratado de agarrar la mano del albino, que estaba en frente de él azabache.

Cosa que nuevamente, despertó al albino. Pero con unas lágrimas.

Ésta vez si le dió importancia.

Pero no decidió despertar a Gon.

Solo hizo un acto, tierno. Parecido, cuando un niño abraza a su madre, cuando está asustado.

Eso hizo que Gon despertára.

-¿Killua...? -Preguntó el azabache volteando un tanto su cabeza, en la dirección del albino.-
-Perdón...
-¿Eh? ¿Por qué lo dices, Killua?
-Perdón, perdón, perdón, ¡Perdóname! -Exclamó el albino aferrándose a la espalda de Gon, reforzando su abrazo por detrás. Sin darse cuenta, empezó a llorar.-
-Killua... -Dijo el azabache con pena, prendiendo la lámpara, para luego ver al albino, dándose vuelta, así para abrazar al albino, de mejor forma. El albino solo sollozó. Mientras que el azabache, tomó el rostro del albino con ambas manos. Y besó su frente insconcientemente.- Oh... perdón, te incomodé.
-E-eh... no, no... e-está bien... -Dijo sonriendo, con una expresión de tristeza, mientras sus lagrimas caían.-
-¿Qué te pasó..., Killua?
-Y-yo... yo soñé... c-contigo...
-¿Eh....? ¿EH? ¿¡EHH!? ¿C-c-c-cómo? ¿Qué soñaste? ¿Te hice llorar? ¿Yo soy la razón por la que lloras? ¿Te... te hice algo malo? Por favor dime, Killua...
-¿Eh...? N-no... quizás ni yo sé porque estaba llorando... solo... sentí que... te estaba perdiendo... y... para ser sincero... yo acabo de conocerte... y no sé como sentirme al respecto, mi cuerpo actuó por sí solo... y te abrazé..., y al mismo tiempo... comenzaron al caer lágrimas... perdón por molestarte... -Dijo el albino, un tanto sonrojado, desvíando la mirada.-
-¿Ehhh? Jajaja... no te preocupes, Killua. Abrázame las veces que quieras, siempre estaré a tu lado. -Dijo el azabache, con una sonrisa reluciente. Acariciando el cabello del albino.- Ahora, dúermete. Si quieres... me puedes abrazar, estaré del otro lado. -Dijo el azabache, dándose vuelta hacia la derecha.-
-Bien... -El albino, se apegó al azabache, así para abrazarlo.-

Es... cálido.


¡Sentimientos impulsivos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora