I don't want to set the world on fire....

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Capítulo: 11.-Some people say a man is made outta mud.  

Habían pasado dos semanas bastantes complicadas, debido a qué Armin, sentía estar en una pesadilla, una qué por más qué cerrara los ojos y se dijiera así mismo: «Despertarás de está pesadilla... ¡Ahora!» Siempre era el mismo resultado fallido; aquella habitación medio vacía—que Levi, le ofreció—, le parecía su propia guarida para evitar de todo, con las luces apagadas, la ventanilla de la esquina cerrada, colócandole una manta encima para qué no entrara ni siquiera la luz... 

   Mientras qué, por otra parte, Levi, con aquella curiosidad ahora impuesta a su lógica recientemente desecha, comenzó a leer aquel cuadernillo: en esos días él, se quedó todavía más impresionado al entender qué tenía el futuro entre aquellas hojas malgastadas pero visibles. Entonces más cuerdo de lo qué nunca estuvo, se abrió una esperanza más fuerte, y, por fin después de varios años, sentía qué podía encontrar una pista más refutable. Una vez qué entrelazó la informnación—en su pequeño despacho—, entendió qué también era la hora de serle frente a Armin, tenía qué saber cuál era su papel en esté lugar. 

   —Tock, tock—se escuchó llamar a la puerta de Armin. 

   Él chico pensó qué iba a dejarle la comida como lo había estado haciendo desde qué llegó: sin cruce de palabras, sólo un plato de comida. Sin embargo, no tenía hambre de nuevo, y la puerta siempre se encontraba sin seguro. 

   Levi, volvió a llamar tres veces más, sin respuesta, y eso le hacía enfadar, pero, en el fondo no podía realmente enojarse con aquel niño qué se perdió en su propia curiosidad. 

    —Armin—, habló en voz baja. 

   Sin decir todavía más, entró despacio, mirando a Armin, sentado en el suelo con una ligera oscuridad, y los ojos a la nada. Justo en ese momento, tomó la silla de madera qué se encontraba en la esquina, y la acercó frente suyo, para hablarle con una voz tranquila:—Leí el diario de Eren, es una locura total—se frotó ligeramente la ceja izquierda.—Yo conozco a ese niño, está en el hospital, significa qué saldrá quizás en unos años de ahi...

   Armin, alzó la mirada ligeramente, pero aún sus ojos parecían medio perdidos, porqué no conseguían mirarle. 

    —Encontré muchas cosas interesantes, y creo qué podré encontrar al asesino de mis amigos... También evitar lo qué le sucedería a los Jaeger, será una extensa y furtiva investigación niño, pero lo haré—centró sus ojos grises en él—, necesito saber una última cosa, ¿puedes vivir con esto?—Le preguntó directamente con aquella expresión seria y firme. 

   Armin, se quedó pensando en la pregunta, pero no la entendía del todo, por ende Levi, al ver su rostro ahora más pensativo, pues, sus cejas rubias pobladas se encontraban fruncidas, en aquella media oscuridad. 

    —Esto no es un juego, y sólo eres un niño—, ahora él bajo levemente la vista.—Si no quieres formar parte de esto, estará bien niño, no serás un cobarde, y menos de reprocharé la desición. Yo me haré cargo sólo, pero, necesito qué para eso, no me estorbes ¿entendiste?—Armin, alzó la mirada, lo peor qué alguien podía decirle es qué era un estorbo. —Niño—, siguió:—necesito qué al menos trabajes en algo, porqué lamentablemente no puedo mantenernos a ambos. Estos días gasté demás por doblar las porsiónes de comida, y estoy en servicio, todavía no recibo un sueldo fijo. 

   Armin, alzó la vista ahora diferente y respondió:—Te lo pagaré—con una voz amable.

    —Ya volviste en si, ¿he?—se levantó de aquella silla. 

    —No me gusta ser considerado una carga—, se puso de pie, pero al mismo tiempo se mareó, para tambalearse hacía atrás callendo a la cama que rechinó al sentir su peso caer.