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Capítulo: 6.-No soy tu hermana. 

Annie, salió de aquella sala con la música aún entre sus oídos, la melodía invadía su mente ya qué no sabía como podía traspasar tanto sus sentimientos en esa tarde, con el sol en todo su esplendor. 

   Volvió al pateo trasero, pero sólo a sentarse en una de las tantas sillitas pagables de tela azul con rayas blancas en su forro, así mismo pocos niños quedaban ahí, no era de sorprenderse, gracias a que la gran mayoría se mostraban fascinados con Armin, en la sala, con el mismo sol posando de nuevo en su rostro a medio perfil. Annie, tenía varias ideas entre su cabeza, y se mostraba enfadada, su respiración era cada vez más y más profunda, pensando en como podía prometerle algo y luego fallarle, la idea de traición la hería de una forma profunda, algo tan simple la hacía sentir fatal en ese momento...

   El pateo de la familia Jaeger, era mucho más grande, incluso más espacioso y pintoresco para cualquier familia de la zona cerca de Penny Lane—la calle principal—. En cada esquina había una mesita de comida con: salchichas bañadas con aderezo y crema de tomate, con la sorpresa de tener una mesa llena con botellas de lata qué decía: Nuka-Cola, las cuales era su más reciente presentación en transportación, debido a la guerra, así mismo, una mesa más al centro tenía regalos. 

   Annie, con toda esa sensación qué creía entendía, se quedó mirando hacía la dirección en donde la música seguía ahora tocando algo distinto, pero igual de hermoso, sólo qué ésta vez no sabía quien podría estar interpretando... Cuando detrás de ella se escuchó como si alguien hubiese tropezado: Annie, se dio la vuelta desde su silla, y vio a Eren, en el suelo, pero alguien más alto qué él, lo había empujado, ya qué se reía con sinismo. 

    —¿Qué? tú patético cuerpo no resiste una caída—dijo con un tono burlón. 

   Los chicos qué quedaban ahí, miraron la escena igual de desorientados qué Annie, mientras una de las criadas vio el panorama desde la ventana del segundo piso hacía el jardín, para avisarle al señor Jaeger... 

    —¡No soy ningún débil!—gritó en defensa Eren, con sus ojos verdes llenos de ira. Ira qué quería sacar llorando. 

    —Claro qué lo eres, incluso ahora—dio una risa y agregó:—sólo vine porqué mi padre me obligó, dice qué es un favor a tu padre también. 

   Eren, se quedó sin palabras, y no era precisamente porqué no las tuviera, sino qué, el nudo en su garganta le impedía hablar de forma normal, sabía qué si decía algo ahora, iba a romper en llanto, ya rotó, porqué sus ojos verdes dejaban ver como el agua brotaba hacía perderse en su camisa cafe oscura. 

    —Llorón... alemán—musitó con desprecio. 

   Aquel chico de cabellos rubios cortos y mirada casi penetrante, tenía corpulencia, pero aún así preso de algo más allá, Eren, se levantó de golpe para aventarse detrás de él y golpearlo lo más qué pudiera, hasta lograr tirarlo al suelo, ahí mismo, en medio del todo el caos, Annie, deseaba qué pararan, sentía lástima por su compañero quien aferrado a defenderse, seguía golpeando al chico, pero, sin mucha dificultad logró quitárselo de encima para devolverle un golpe qué fue más severo, ya qué le salió sangre de inmediato del labio inferior y parte de la encía del diente de enfrente; Annie, sin ánimos pero con intención de ayudar, pensaba: «¡Ya basta!» 

   Los demás chicos iban acercarse hacer caso a sus pensamientos, cuando él señor Jaeger, pasó sin ser desapercibido entre el pateo: lucía como un señor normal en casa, ropa formal, pero nada ostentoso y aún así elegante. No hizo falta exaltarse, Grisha Jaeger, era uno de los vecinos más respetados, con sólo verlo, aquel chico, se quitó a Eren, deprisa y se puso de pie. 

I don't want to set the world on fire....Donde viven las historias. Descúbrelo ahora