La tierra, digo tierra uno...
Es increíble que puedan existir dos mundos iguales y aún más increíble que uno esté sobre el otro.
Al observar por unos segundos puedo notar grandes diferencias, este que tengo ante mis ojos carece de color, es tan...gris, oscuro, no veo mucho rastro de azul, celeste o los colores que vimos al salir de nuestro planeta, esto se ve como un planeta agonizante y eso es lo que es realmente, un planeta moribundo, que triste es ver lo que las personas podemos llegar a hacer, más que nunca creo que la humanidad es una plaga que vino a destruir todo a su paso.
- esto es peor de lo que pensé - Anne estaba pasmada, sus ojos abiertos contemplando - así dicen que los humanos somos los cerebros desarrollados, ¡patrañas!
Fue a su lugar con los ojos vidriosos, es muy sensible pero no es para menos, ver a un lugar tan idéntico a casa y a la vez tan diferentes, me quede helado en mi lugar, hasta que nos indicaron tomar asiento.
Minutos Después estábamos aterrizando en alguna zona montañosa.
- no puedo creer que estemos aquí- dijo Moreno
- yo no creo que esto sea un bosque - dije mirando a mi alrededor, habían muy pocos árboles y vegetación, el suelo yacía en tonos amarillos - ¡es un asco man!
- ni que lo digas!
Caminamos cerca de veinte minutos, cuando a la distancia asiáticos caminaron en nuestra dirección, estos vestían ropas holgadas, cabello largo y despeinado, con una gigantesca sonrisa en el rostro.
- sean bienvenidos seres del otro planeta - dijo el pequeño de ojos rasgados y melena oscura despeinada -mi nombre es Lee
- yo soy Tacashi, un gusto - este era bastante alto y con el cabello largo en la parte superior de su cabeza con los costado afeitados
- hola nosotros somos, uno - Alicia había adoptado una postura idéntica a la de su padre y para ser tan pequeña estaba demostrando bastante autoridad.
- dos
- tres
- cuatro
- cinco
- seis
- siete - dije alzando mi barbilla en su dirección
Y así cada uno se presentó por su número, ellos asintieron y nos pidieron seguirlos entre las malezas, iba con la mochila en mi espalda y el bolso de Anne en mi brazo, la llevaba de la mano ya que temblaba como un hoja, estaba asustada, yo hacía todo lo posible por mantenerla tranquila, pero demonios yo estaba de la misma forma.
Llegamos a un sendero con algún tono verde, mientras avanzabamos la naturaleza iba aumentando, mire a mi alrededor los animales parecían ser los mismos, las personas se veían como nosotros, pero el aire era diferente, al principio el oxígeno no pasaba a través de mis pulmones en más de una ocasión tuve que inclinar mi cuerpo sobre las rodillas para permitir una mejor inspiración, el agua clara de los riachuelos no lucía tan transparente como la de casa, y peor aún, sabía a tierra.
El sendero se extendía por un largo trayecto, pasamos por una cascada, pequeña pero era hermosa, nos quedamos observándola por un minuto, luego una piedra enorme con musgo en frente y por último unas enredaderas con las que tuve que pelear para permitirme el paso, al fin llegamos, era muy bonito, chozas de material ligero, niños corriendo, mucha vegetación, infinidad de cultivos, personas trabajando con unos gigantescos sombreros y por muy difícil de creer aquí se respiraba... Bien.
- Nuestro pequeño paraíso - Tacashi nos señaló otro sendero - por aquí, por favor.
Lo seguimos, todos aun en silencio, nadie emitió sonido en todo el camino hasta acá y es que la verdad nos deleitamos de cada detalle por muy horrendo o bonito que nos pareciera, todo era nuevo y lo nuevo siempre llama la atención.
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Mundos Paralelos
Fantasy▪¿Qué sucedería si te contase que sobre tu cabeza hay otro mundo idéntico al tuyo? ▪¿y si, te dijera que tu no nos ves, pero tampoco nosotros a ti? mejor aún ▪¿que tú nunca encontraras al amor de tu vida, por que este vive en ese mundo? Y...