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- tú...

Por unos segundos no supe qué decir, pero de lo que estaba segura es que esta oportunidad no la perdería por nada, muchas cosas van a cambiar durante este viaje y si esta es mi última oportunidad de encontrar el amor no la perderé, se que debo tener mi enlace pero esto que siento por Mike es genuino, nadie me obligó a sentirlo dejándonos destinados, esto es algo que se dio sin darnos cuenta.

Sin pensarlo demasiado me lance sobre su regazo, presionando mi boca sobre la suya y enroscando mis brazos en su cuello, esté sorprendido no me correspondió por unos segundos hasta que por fin cedió dándome permiso a su boca, su sabor me impregnó, el beso se intensificó de un segundo a otro, ya estábamos en su habitación, mis piernas alrededor de su cintura al igual que mis brazos en su cuello, sus manos en mi trasero, recostó su cuerpo sobre el mío en la cama, acariciando cada rincón, saboreando mi ser, jamás me habían tocado de esta manera, me sentí suya, completa, deje que me hiciera el amor una y otra vez por mucho tiempo, tanto que ya estaba oscuro el cielo, me recoste en su pecho y me abrace a su cintura.

- nunca me sueltes - susurré antes de sumergirme en un profundo sueño, donde balazos, gritos, llanto y nubes negras hacían su aparición.

                                                                                                 William

Desperté de un extraño sueño, donde mamá gritaba mi nombre a lo lejos, sacudí mi cuerpo y mire la hora la una de la mañana, descanse cerca de diez horas, mire al lado de mi cama y estaba aún extendida, Anne no estaba en el baño ni en la sala, pasos se escucharon desde el otro baño, al abrirse la puerta, Michael estaba saliendo solo con un boxers, lo que me dejó claro de donde se encontraba Anne, que rápida primita, pensé sonriendo, digna familiar mia. 

- solo cuidala - le exigí a Firulais, desde hace un tiempo no lo llamaba así y es que ya no me caía tan mal.

- lo haré - dijo con un asentimiento de cabeza dirigiéndose al baño. 

Fui por un vaso de agua y luego directo a mi cama, donde dormiría sólo, que maravilla, cerré los ojos hasta que la luz molestaba mis ojos.

Camine hasta la cocina y me serví un vaso de leche, entre eso escuche una puerta cerrarse, mi prima venia con sigilo lo que me hizo soltar una carcajada.

- buenos días primita

- ho... Hola - estaba tan roja como una manzana.

- ven y toma desayuno, hay algo de lo que tenemos que hablar - dije serio, ella asintió y tomó asiento en uno de los pisos de madera de la cocina - sabes que tendremos que seguir siendo novios allá afuera ¿cierto?

- cierto - contestó algo dudosa.

- te lo digo para que lo hables con Diez y no hayan malos entendidos, de la misma forma le dirás a dos - ella asintió como una niña pequeña, me gire y tome el cereal - ten desayuna, iré por una ducha...

Fui a mi habitación y me quite lo que tenía puesto, el agua fría de la regadera recorrió mi cuerpo, se sentía tan bien, hasta que golpes en la puerta me interrumpieron.

-¿qué? - eleve el tono de voz algo cabreado. 

- cuatro esta aquí, quiere hablar con nosotros - la voz de Anne de escuchaba a lo lejos - ¡rápido!

- ya voy, ya voy - envolví mi cuerpo en una toalla y corrí hasta la sala donde cuatro estaba sentado junto a los demás - buenos días.

- hola - respondió este - hoy a las doce horas comienza la misión, desde hoy deberán reportar al comando de nuestro planeta, sus computadoras y demás artículos están activados - tomó unas hojas blancas de la mesa central - acá les dejo sus trabajos y vidas nuevas, no olviden aplicar el spray antes de salir - se levantó sacando una extraña pistola de su bolsillo - dos - este lo llamó, con un ademán hizo que se girara y así tener acceso a su nuca, donde apunto e insertó la pistola - bien, el siguiente es diez - y así nos apunto a todos con un extraño chip rastreador - eso es todo.

Mundos ParalelosWhere stories live. Discover now