Capitulo 16

1.1K 76 0
                                    


Narra Martina:

-Es que… yo también te amo Martina, y recién ahora puedo entenderlo, te amo.

Mi corazón empezó a latir alteradamente, son las palabras, esas palabras que estuve esperando tanto tiempo, esperando algún día escucharlas, y hoy es el día, casi irreal que él me ame, saberlo, que me lo diga.

Narra Jorge

Ya paso un mes del día del juicio, el día en que bese a Tinita, en el que me di cuenta que la amo, que se lo dije, un mes de amor. Y ya es tiempo de que esto sea oficial.

Esta noche la casa la tengo solo, mis padres salen por su aniversario de casados.

El amor, el amor, me hace tan feliz el amor, ella.

Nuestro “algo” tiene que ser algo más que eso, tiene que tener un nombre, algo oficial.

Ambiente romántico, nada de luces, solo la iluminación de las velas. Música lenta. Rosas. Aroma a vainilla, su favorito. Una mesa cuadrada solo para dos en el patio, y una buena cena con su plato preferido.

Sonó el timbre de mi casa, fui a abrir la puerta.

Ella entro con los ojos iluminados viendo la sala oscura solamente iluminada por las velas.

Ella lo merece, merece algo especial porque ella es especial.

-Yoyi, ¿Por qué es todo esto? – Preguntó sonriente.

-¿Por qué?- Sonreí – Porque es una noche especial, con vos.

-Te amo- Beso mis labios con ternura.

-Y yo te amo a ti.

Fuimos hasta el patio y ella vio la mesa, me miro y me sonrió.

-Mi comida favorita-

-Vos sos la mía- Dije bromeando.

-Ah bueno, ¿ahora soy una comida? – Dijo riendo.

-Claro, sos carne, la carne es comida, es que yo soy un caníbal.

-¡No me comas! – Dijo ella aun riendo.

-Está bien – Dije tranquilo – Solo voy a comerte la boca, pero a besos.

Ataje sus labios en un apasionado beso que duro bastante tiempo.

-Tengo hambre, comamos – Dijo ella cortando el beso.

Volví a besarla, ella nuevamente y volvió a cortar el beso.

-¡Comida tonto! – Dijo riendo

-Ya se, es que soy adicto a tus labios- Respondí sonriendo.

-Eso es muy tierno- Tomo mi rostro con sus manos, me miro fijo a los ojos a tan solo centímetros de mis labios, luego me soltó y se sentó.

-Eso es injusto, yo quería que me beses- Me queje.

-Ya lo sé- Hizo una sonrisa maliciosa –Lo hice apropósito.

-¿Ahora si te puedo besar? –Dije al finalizar de cenar.

-Emmm – Dijo ella con duda – No, quiero mirar las estrellas.

Corrió hacía el pasto como si fuera una nena chiquita y se tiro al suelo. Me acosté a su lado y ambos nos miramos y reímos. Quedamos en silencio unos segundos mirando las estrellas.

-No sirvo para esto, me aburre ver las estrellas- Dijo finalmente.

-Si, a mí también – Respondí, ambos reímos – Pero al menos es romántico.

Ella giro su cabeza para poder mirarme y sonreírme, bese su mejilla y me le quede observando.

-¿Paso algo? – Preguntó

-No, solo te miraba, es que… sos tan hermosa- Ella se ruborizo – ¿Y sabes porque es tan especial esta noche?- Negó con la cabeza – Porque voy a preguntarte algo que yo creo es importante.

Ella quedo silenciosa.

-¿Me harías el honor de ser mi novia, Martina?

-Pero… -Dijo misteriosa – Somos mejores amigos.

Esas palabras me asustan, ¿Es eso un no?

-Pero nos sentimos como algo más – Insistí, ella se levantó del suelo y comenzó a caminar no muy lejos míos. Me salí de mi posición acostado y me apoye en el suelo con la manos, observándola con tristeza, ella se arrodillo a mi lado y me beso.

-Sos un tonto, es obvio que quiero ser tu novia.

-Ah bueno novia, ahora te odio.

-¿Me odias? Creí que me amabas novio – Dijo haciendo puchero.

-Bueno si, no puedo odiarte, pero me asustaste, novia –Dije resaltando la última palabra, ella solo río- ¿Sabes que quiero hacer ahora?

-No, ¿Qué queres hacer?

-Esto – Dije y me abalancé hacía ella con un tierno y apasionado beso, cayendo ambos al suelo, rodando por él.

Nunca estuve tan enamorado, estuve enamorado, pero no de esta forma.

Deje de besarla, quede encima de ella

-Te amo- Dije suavemente mientras la miraba a los ojos.

Ella me beso nuevamente y esta vez fue ella quien quedo encima mío

-Y yo a ti.

Narra Martina:

Los días fueron pasando alegres, sin importar que sucedió, solo somos Jorge y yo disfrutando de la libertad.

Pero hay algo que extraño desde lo que paso con Jorge. Alguien con quién antes era muy unida pero el amor me distancio. Mercedes.

Desde que ella se enojó, una simple molestia cuando fui a hablar con Jorge dejándola sola, ni siquiera fue gran cosa. Pero ella se ofendió y desde eso no nos hablamos.

Ya van tres meses que estamos sin hablarnos. Tres meses sin tener a una mejor amiga a quien contarle todo, tres mirándonos con indiferencia en la escuela. Como si nunca en la vida nos hubiéramos hablado, como si fuéramos completas desconocidas… pero no lo somos. Ella simplemente se alejó.

Mis pensamientos fueron interrumpidos al escuchar el timbre de mi casa. Salí de mi habitación, pero Xabiani enseguida me dijo que era para él, volví a mi habitación. Cerré la puerta y al rato alguien la golpea, Xabi.

-¿Qué pasa? – Grite desde mi cama.

Xabiani abrió la puerta.

-Al final si era para vos.

-Ah bueno, ahora voy.

Es Yoyi, de eso estoy segura, ¿Quién más vendría si no?

Stay- JORTINI (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora