Capitulo 19

1K 70 0
                                    


Narra Martina:

Antes de dirigirme a mi casa decidí pasar por la de Yoyi para saber cómo se encuentra ya que antes se sentía mal.

Espere una bienvenida más grata pero al ver su fría mirada note que no estaba de humor, no estaba bien.

-Hola- Dijo el fríamente desde el lado de adentro de la casa

-Hola mi amor- Dije sonriente. Asome mis labios a los suyos pero no llegue a sentir el tacto, me corrió la cara.

-¿Qué pasa?- Pregunté preocupada ante su reacción.

-Primero pasa- Respondió aún con ese tono frío.

Esto no puede ser nada bueno.

Me senté en el sillón de la sala, él se quedó de pie. Quedamos en silencio por unos cuantos segundos.

-¿Te sentís mejor?- Pregunte para evitar la incomodidad.

-Estuve pensando- Me dijo repentinamente ignorando la pregunta.

-Y... ¿En qué pensaste?

-En... - Suspiró - El futuro - Observo al suelo dejando la vista baja - Vos soñas con uno yo no puedo soñar con uno.

-¿De que estas hablando, Jorge?

Él se sentó en el mismo sillón que yo pero bastante alejado de mí.

-De que tenemos que dejar de vernos, Martina - Dijo tristemente y aun con la cabeza gacha.

-¿Qué tiene que ver eso con el futuro? - Pregunte enseguida.

-No quiero esto para vos.

-Pero si yo estoy perfecta con vos, ambos encajamos Jorge, ¿cúal es el problema?

-Si Tini, ahora ¿pero y después? ¿Qué va a pasar cuando cumpla 18 años y este encerrado por 25 años? - Levantó el tono de su voz.

Esas palabras golpearon cada parte de mí como si fueran un repentino huracán.

-Pero no pienses en el futuro - Respondí con suavidad.

-No puedo evitarlo - Dijo Yoyi con la voz quebradiza.

-No importa, yo voy a ir a visitarte todas las semanas y voy a esperarte hasta que salgas.

-¿Y qué? ¿Vamos a tener hijos cuando tengamos 50 años? ¿De verdad? - Volvió al tono alto de voz.

Está enojado, pero no conmigo, con él, con la vida.

-Jorge, no pienses en eso- Dije aún en un casi susurro.

-Sí, lo pienso y pienso muchas más cosas, que me destruyen, me ponen mal.

-Deberías vivir más y pensar menos.

-Es eso lo que hice estos últimos diez meses, pero ya no puedo, Martina - Dijo bajando la voz - Ya no puedo - Dijo en un susurro. Cubrió su rostro con las manos.

Me acerque a él en el sillón para abrazarlo pero el rechazo este gesto.

-Por favor Tini, ándate - Dijo sin mirarme.

-No.

-Enserio, ándate, por favor - Insistió él.

-No Jorge, no me voy a ir.

-¿Por qué?

-Es simple- Jorge levantó la vista y me miro - no me voy a alejar de tu lado, porque te amo.

Me miro por unos segundos y volvió su vista al suelo.

-¿No me vas a decir nada?

-No- Dijo cortante - Solo te pido por favor, que te vayas y no vuelvas.

Punzada dolorosa en el estómago, ¿escuche bien lo que dijo?

-Dame una razón por la cual no deba volver - Intento mantenerme fuerte, no dejar salir ni algo de humedad en mis ojos.

-Ya te la dije.

-Dame una razón por la cual no deba volver- Repetí.

Nuevamente... silencio.

-Porque no... - Bajo la voz, dijo algo que no llegue a entender por su tonalidad baja.

-Habla más fuerte.

El me miro apenado.

-Porque no te amo.

Mis ojos se humedecieron.

-Estas mintiendo- Dije con la voz quebrada

-No, no estoy mintiendo.

-¿Y todas las veces que me dijiste que me amabas? ¿Me mentiste? - Dije enojada y decepcionada.

Él asintió levemente con la cabeza, un nudo se formó en mi garganta. Al carajo todo esto de ser fuerte, no lo voy a soportar, quiero llorar.

-¿Por qué mentiste?

-Me dabas pena- Respondió fríamente. ¿Cómo puede ser así? ¿Cómo puede ser tan frío conmigo? No lo obligo a que me ame ni mucho menos, pero ¿Por qué me ilusiono así?

Todo este tiempo pensé que me amaba, que todas esas dulces palabras que me decía iban enserio, pero no, yo solo le di pena, lo entiendo.

Porque yo si lo amo y él no a mí. Yo soy la estúpida que tuvo que enamorarse, la estúpida que por eso sufre.

Esas palabras fueron suficientes para que yo me parara del sillón y me dirigiera a la puerta. Logró lo que quería, ya no voy a volver. No le dirigí palabra ni mirada al irme. Lo único que necesito es descargarme, necesitó sacar esto de mí, llorar.

Contuve mis lágrimas todo el camino a casa. Abrí las puertas de mi casa y para mi sorpresa vi a un desconocido que creo que conozco en el sillón de mi sala, mirando televisión.

¿Qué hace el acá? O mejor dicho ¿Quién es él?

El me vio llegar con los ojos húmedos, mi expresión de tristeza es demasiado visible, algo difícil de ocultar.

-Hola- Dijo el tímidamente pero a su vez simpático.

-Hola- Respondí cortante - ¿Y vos quién sos?

-Soy amigo de Xabiani.

-¿Y dónde está él?

-Fue a ducharse, ¿me imagino que sos su hermana no? - Asentí tímidamente con la cabeza. Él se me quedo mirando fijamente.

-¿Te puedo hacer una pregunta?- Pregunté finalmente.

-Decime.

-¿Te conozco de algún lado?

El chico sonrió, siendo mucho más atractivo de lo que ya es cuando sonríe.

Stay- JORTINI (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora