Donde todo comenzó IIAtlantic Bank

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II

Aiden

Cuando la cuenta regresiva llego a uno, supimos que la primera parte se había completado con éxito en el tiempo estipulado, 3 minutos. Con la misma precisión con la que se había planeado el golpe, se ejecutó.

A lo lejos, atrapadas en el trafico se escuchaban las sirenas de las patrullas que por más ruido que hicieran, no podían abrirse paso entre los autos, debo admitir que la idea de T. sobre ir en moto no me había agradado al inicio, pero luego tuvo lógica, esos minutos de ventaja que tendríamos al movernos entre los autos serian esenciales para la segunda fase.

Active el cronometro nuevamente y acelere.

- ¡Cinco minutos para llegar a Alfa! – ordene y nos pusimos en marcha.

Empezamos a cruzarnos entre los autos para evitar disparos, con tantos civiles y sin un objetivo fijo los oficiales de la ley jamás se atreverían a abrir fuego, dentro de las posibles respuestas policiales ya habíamos previsto el envió de guardias motorizados, los cuales aparecieron para darnos persecución tan rápido como pudieron.

Ante esto levante el puño y luego lo baje con fuerza, orden de maniobra evasiva numero uno. Abrimos bengalas de humo rojo tras nosotros, las cuales dificultarían la visibilidad de los hombres que nos seguían, dejando a nuestro paso una estela que nos serviría más adelante.

Volteé a ver que tal funcionaba esta idea y pude ver como una de las unidades había chocado contra un auto estacionado a orilla de calle, otras dos motocicletas se estrellaron entre ellas derribando a los oficiales y los tiradores que en ellas iban.

Cualquiera pensaría que hacíamos esto por el dinero, pero en realidad cada uno tenia un motivo diferente. El mío era la adrenalina que corría por mis venas, aquella fuerza vital que me empujaba para dar lo mejor porque después de todo... solo se vive una vez. Podía sentir el aire correr por mis brazos mientras avanzaba a toda marcha, de eso se trataba, era una carrera por sobrevivir, eso era lo importante, llegar al día de mañana y pensar en el ayer como un día glorioso; o caer y ser recordado por tus hermanos como el máximo héroe de la historia, quien no midió su propio bienestar para poder darles el tiempo necesario a ellos con tal de salir bien librados.

- cuatro Cops en la retaguardia. - escuche decir a Liam por el audífono, aunque era el más joven del equipo, era también uno de los más valientes. Revise el cronometro, era momento de la segunda maniobra.

- Tres para llegar a Alfa, preparados para maniobra lima. – di inicio a la cuenta regresiva y cuando llegué a uno, di la orden.

Liam y yo nos separamos del grupo en direcciones diferentes, el hacia la derecha y yo hacia la izquierda mientras los otros siguieron la ruta hacia el punto de la extracción.

En este momento no podíamos cometer errores, el tiempo era crucial, de no cumplir con el mismo, estarían a su suerte pues todos habían accedido a no esperar a nadie, si no estaban en Alfa al mismo tiempo los demás se marcharían. Llevaba mi conteo exacto para saber en que momento abrir la segunda bengala roja, volteé a ver hacia la dirección del chico y la encendí, a la distancia divisé como el encendía la suya.

Ahora todo dependía de nuestras habilidades individuales. Seguí el plan al pie de la letra entrando por varios callejones mientras la bengala dejaba el rastro, giraba en las esquinas y daba marcha atrás con tal de despistarlos con mi rastro. En más de una ocasión pude escuchar el choque de uno que otro auto con la característica desafinación de las sirenas al colisionar entre patrullas. Finalmente quede solo con dos perseguidores, me dirigí tan rápido como pude hacia el cruce y pude ver al chico que venía en dirección hacia mí, acelere aún más y al mismo tiempo al llegar a la intercepción giramos hacia la misma dirección para retomar la ruta de huida original, movimiento que los oficiales no esperaron.

The CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora