Donde todo comenzó. IIIAtlantic Bank

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Sasha III

El agua de la bañera estaba tibia, sabia que no debía gastar electricidad innecesaria porque el dinero no era algo que nos sobrara a Nicole y a mí, una charla que ya habíamos tenido al enterarnos de la escasez de fondos que estábamos pasando. Nicole Williams era una chica común y corriente de una ciudad costera, era una buena chica definitivamente y con un gran corazón. Había venido al centro por la misma razón que yo, estudios; según lo que me había contado tuvo que trabajar en el negocio familiar un tiempo para reunir suficiente dinero y conseguir un lugar donde quedarse y de esta manera continuar la universidad, nos conocimos puesto que yo necesite encontrar un empleo de medio tiempo en la capital y ella también. El mismo día y a la misma hora casi por coincidencia asistimos a un reclutamiento de personal organizado por un nuevo centro de bolos/pista de patinaje que se inauguraría ese mes en la ciudad, había una larga fila de chicos y chicas de nuestra misma edad que iban por la misma razón que nosotras. Ella iba delante de mi y en cuanto cruzamos miradas supimos que seriamos las amigas perfectas. Aquella rubia logro entrar a trabajar como "cuidadora de equipamiento" (que no es nada más y nada menos que la chica encargada de limpiar los patines olorosos de los clientes después de usarlos) y yo tuve la suerte de ser contratada con mesera del restaurante. Con el tiempo me enteré de que buscaba compañera de cuarto, por lo que me ofrecí a juntar nuestros sueldos para sobrevivir juntas en esta selva de cemento.

Sin embargo, con el pasar del tiempo las cuentas dejaron de cuadrar y cada dólar debía estirarse hasta que no se pudiera mal. El préstamo iba a darnos un respiro hasta que pudiesen resolver o ajustarse un poco, pero como ya sabemos esto no ocurrió, lo que me recordó que tendría que decirle a Niky la mala noticia en cuanto llegara, situación que solo empeoraría el trágico día que tuve. Recapitulando: pase toda la mañana esperando ser atendida por un estúpido que luego se burlo de mi desgracia al no recibir el préstamo que me ayudaría a continuar con mi carrera, para después ser testigo de un asalto al banco en el que vi pasar mi vida ante mis ojos como si fuera una película y finalmente ser interrogada por todos los detectives que llegaron al lugar uno tras otro. La curiosidad invadió mis pensamientos junto con una oleada de coraje ¿Esos ladrones a los que la policía no logro capturar en que gastarían ahora el dinero? El dinero que yo necesitaba y que solicite de forma legal ellos simplemente entraron y lo tomaron sin más. El dinero que correría mis estudios de seguro ahora estaba siendo gastado en alcohol, drogas y sin duda algunas mujeres ¿Eso hacen los criminales no? Pero apuesto mi nombre y apellido a que si yo tomo una barra de goma de mascar en un supermercado seria arrestada los cinco minutos.

Abro los ojos para salir de mis pensamientos y entonces recuerdo a alguien más que estuvo en el asalto y se llevo la peor parte: Henry. Ese nombre se había quedado grabado en mi mente todo el día, cosa que me hubiese alegrado... si tan solo recordara el apellido del castaño. Igualmente, no podría quedarme con la intriga, por lo que estire la mano hacia mi teléfono y sin salir de la bañera me dispuse a buscar en internet compañías de seguridad con sus propietarios, pero entre estas no figuraba la información que requería. Aunque ahora que lo pienso era estúpido creer que un empresario daría información personal en una pagina web. Mi investigación exhaustiva termino cuando escuche la puerta del apartamento abrirse de golpe, salí rápido del agua envolviéndome en un toalla para no chorrear el suelo. Pude calmarme al escuchar la voz de Niky en la sala.

Al verme corrió hacia mi sin importar que estuviese mojada y se arrojó sobre mí, del impulso resbale y caímos al suelo entre risas, tomo mi rostro y beso mis mejillas con tanto ímpetu que me sorprendí.

- ¡Por Dios Sasha, estas bien! - se notaba en su voz la emoción- me enteré del robo y recordé que irías hoy al banco para ver lo del préstamo. Me preocupé mucho cuando no me llamaste.

The CrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora