𝐢 𝐧 𝐥 𝐨 𝐯 𝐞

282 13 7
                                    

Y puedes sentirlo en el silencio. Puedes sentirlo en el camino a casa. Tú puedes verlo incluso con las luces apagadas... Tú estás enamorado, verdadero amor. ❞

Muchas veces no pienso demasiado en las cosas que podrían suceder, y tal vez por eso es que la vida me sorprende muchas más veces de las que debería.

En especial, jamás pensé que después de nuestro primer beso ella me abrazaría tan fuerte como jamás lo había hecho. Entonces, nos fuimos del baile, quedamos en que queríamos estar en un lugar donde pudiéramos estar solos y hablar un poco, pero nuestros departamentos no eran la mejor idea, no con nuestros compañeros de cuarto llegando en cualquier momento.

Así que encendí el auto, y salimos de la ciudad.

Una hora y media era lo que nos separaba de nuestro destino: la pequeña y cómoda cabaña en las afueras del bosque; misma cabaña que pertenece a mi familia, y que ahora tomaría un significado aún mayor de lo que "pertenecer a mi familia" podría significar para mí.

Entro a la habitación que escogimos para pasar el rato, notando como Mulán se ha quitado el vestido y los tacones, y ahora lleva puesta una de las batas de baño mientras su mirada se pierde a través del pequeño balcón.

Tomo una de las cobijas, y me dirijo hacia ella.

—¿No tienes frío? —pregunto, llevando la tela hasta extenderla sobre sus hombros a pesar de que ya está lo suficientemente cubierta.

—No demasiado.

Me detengo a su lado, dejando que el aire fresco me roce las mejillas, y más a allá de eso, que me traiga buenos recuerdos de lo que alguna vez fue mi niñez.

—Honghui —susurra, mirándome—. ¿Podrías abrazarme?

Lo pienso sólo unos instantes, dudando si en verdad me ha pedido que lo haga, pero es bastante obvio que sí.

Me acerco por su espalda, y paso mis brazos alrededor de su cintura.

—Sé que no debería pensar en cosas que aún no han sucedido, pero —comienza a hablar—, no me siento lista para esta nueva vida.

Y sé exactamente de lo que habla.

—Todo ese mundo monótono, las nuevas aventuras, las nuevas amistades, y perder a otras —continúa, sabiendo que estoy escuchando cada palabra que pronuncian sus labios—. Y sé que debería estar emocionada, pero... —es entonces cuando dispara a mí, sin intención de lastimarme el corazón—, no será lo mismo sin ti.

No tengo nada para decirle, porque simplemente tengo el corazón demasiado destrozado como para encontrar palabras de consuelo.

Mulán se voltea hacia mí, siendo ahora ella quien toma mi rostro en sus manos.

—Ambos fuimos unos cobardes —me dice—. Pero si está sucediendo ahora, debemos aprovecharlo mientras dure.

Sus manos comienzan a bajar a mi cuello, hasta que siento sus dedos enredarse en mi cabello.

—¿Estás segura? —pregunto, en un susurro.

Sus ojos vuelven a cristalizarse.

—No sabemos qué pasará después de esta noche —me dice, mientras la nariz se le comienza a poner roja.

Alcanzo su mejilla con mi mano, mientras inclino mi cabeza hacia la suya, uniendo sólo un instante nuestras frentes. Y por ese momento todo es paz. Su piel, el roce, su aroma. Pero aún con los ojos cerrados puedo sentir el dolor en mis entrañas, y las lágrimas comienzan a llenarme de nuevo.

𝐢 𝐥 𝐥 𝐢 𝐜 𝐢 𝐭  𝐚 𝐟 𝐟 𝐚 𝐢 𝐫 𝐬 | Mulán & HonghuiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora