💤 Epílogo

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[Abril]

[Japón]

Después de meses, Tn regresó a aquel pueblo. Iba ahora en la limusina de su padre, dirigiéndose a casa mientras oía algo de música clásica con sus auriculares y mantenía los ojos cerrados, al borde de dormirse con el movimiento del vehículo y la dulce melodía en sus oídos.

La limusina se detuvo varios minutos después. La joven abrió los ojos cuando la puerta se abrió, y bajó tomando la mano que le tendía el chofer. Observó la enorme mansión y soltó un suspiro, para luego subir aquellas pequeñas escaleras hacia la puerta que se abrió para ella.

– Bienvenida de nuevo, Tn...mi dulce Assyria –sonrió Belphegor, desde el descanso a mitad de las escaleras.

– Padre...Es un gusto verte de nuevo –hizo una reverencia y sonrió.

El demonio sonrió y bajó las escaleras, acercándose a su hija; tomó sus manos y besó su frente.

– ¿Cómo estuvo tu viaje?

– Bien. Dormí casi todo el camino, así que pasó rápido.

– Eso es bueno. Deja tu mochila para que la suban a tu cuarto, y vamos a la sala, ordené que prepararan algo especial para tu llegada.

– Sí, padre. Gracias.

La joven se quitó la mochila y la entregó al mayordomo, para luego dirigirse a la sala con su padre. Tomaron asiento, él en el sofá individual y ella en el largo; un mayordomo se acercó, sirviéndole una taza de té a cada uno y dejando un plato con pasteles.

– Entonces, ¿La academia en Francia funcionó...o volverás a repetir el año?

– No, padre. Mi institutriz en la academia era demasiado estricta, no pude tomar ni una siesta tranquila en esos meses que pasé allí –bostezó.– Prometo no volver a reprobar exámenes ni nada, no quiero regresar a esa academia.

– Me parece perfecto –sonrió.– Tendré que agradecerle a Madame Évêque por esto –rió y le dio un sorbo a su té.

– Entonces... ¿Volveré a Ryoutei?

– Sí, pero no quiero otro llamado del Director.

– Lo prometo, padre.

– Perfecto entonces –sonrió.

[Día siguiente]

[Ryoutei High School Academy]

Shū llegó a la escuela y, como cada día, se dirigió al salón de música; cerró la puerta y se recostó en el largo sofá para poder dormir mientras oía algo de música clásica desde sus auriculares. Los meses que había pasado en las montañas nevadas habían sido un infierno para él, y aún tenía algunas marcas de rasguño de su mala y salvaje experiencia. Estaba a punto de quedarse dormido, cuando el sonido de la puerta abrirse lo despertó; decidió ignorar a la persona, seguramente se iría al comprobar que él se encontraba allí. Pero, en lugar de oír la puerta de nuevo, escuchó el sonido del piano, la dulce melodía inundó la sala.


Tn, tras llegar a la escuela, se dirigió al salón de música antes de que las clases comenzaran; quería saludar a su amado vampiro lo más pronto posible, ya que lo extrañaba al haber pasado tantos meses sin saber de él. Entró al salón, cerró la puerta y se sentó delante del piano, dejó su mochila a un lado, levantó la tapa para dejar a la vista las teclas del instrumento y tomó aire. Lo primero que quería hacer era saltar sobre el rubio vampiro al verlo, pero al divisar el piano fue como si este instrumento la llamase, como si la hipnotizara para tocar algo en él. Acercó sus manos a las teclas y comenzó a tocar: Romance de Beethoven.


Su dulce interpretación duró un poco más de nueve minutos. Al terminar, una pequeña sonrisa se formó en sus labios.

– Extrañaba oír ese piano.

La joven levantó la mirada, viendo en el sofá a su amado rubio allí, sentado y mirándola con cierta nostalgia.

El chico se incorporó cuando la música finalizó, y miró a su amada; la había extrañado en esos meses que pasaron separados, y oírla tocar el piano de nuevo le daba cierta paz.

– Hola, Shū.

– Ha pasado un tiempo, Tn.

– ...Te extrañé, flojito.

– Se nota...Yo también te extrañé a ti, ruidosa.

Tn rió, se puso de pie y se acercó al chico, sentándose en su regazo. Shū sonrió, rodeándole la cintura con sus brazos para atraer más su delgado cuerpo al de él.

– ¿Cómo te fue en las montañas?

– Horrible. Aún tengo rasguños.

– Ow, pobre de ti, cariño –acarició su cabello.

– Tonta –rió.– ¿Qué tal la academia?

– Una tortura. Mi padre cortó mis poderes, así que tuve que hacer todo manualmente. Y esa mujer, Madame Évêque, era mucho más estricta de lo que imaginaba. Así que...ahora debo, sí o sí, mantener mis notas.

– Ya veo...

– Bueno...ahora estamos juntos de nuevo, supongo que es algo.

– ¿Ya estás de cursi?

– Tonto –rió.

– ¿Te quedas a dormir aquí conmigo?

– No puedo, tengo que asistir sí o sí a clases, o mi padre no me devolverá mis poderes.

– Qué fastidio.

– Lo sé –suspiró.– Pero...podemos pasar tiempo después de clases, ¿Qué dices? –sonrió.

– De acuerdo, esa idea tampoco es mala –sonrió. Ella rió.

La campana sonó, anunciando el inicio de las clases.

– Debo irme. ¿Nos vemos...durante el receso y a la salida?

– Hecho. ¿Vamos a mi casa después de clases?

– Me encanta la idea, flojito –rió.

Tn tomó el rostro del chico con ambas manos y acortó la distancia entre ambos, besándolo dulcemente. Shū rió y correspondió, pegando más a la joven contra él. Se separaron segundos después, ella se levantó y salió del salón, tomando su mochila en el camino; él sonrió y volvió a recostarse en el sofá, esperando ansioso al receso para volver a tener a su dulce novia entre sus brazos de nuevo.






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Sloth 💤 Shū Sakamaki 🐍🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora