Sloth 💤 Shū Sakamaki 🐍🔞

💤 8

Los días pasaron, y llegó la entrega de notas. El profesor de la clase se encargó de entregar todos los exámenes a los jóvenes; a algunos les había ido mal, a otros bien, y otros estaban en un limbo.

– Yoshimura-san.

Tn se levantó y se acercó al escritorio del profesor, tomó sus exámenes y volvió a su pupitre; al revisar las hojas, una sonrisa se formó en su rostro, sus notas estaban entre 99 y 100.

– Perfecto –murmuró y soltó una risita.

[Medianoche]

La campana sonó, anunciando la hora del almuerzo. Tn se levantó y se acercó a Daiki, llamando su atención.

– Eres genial.

– Ah. G-Gracias –tartamudeó sonrojado.

– Te lo agradezco, en serio. ¿Qué debo darte a cambio?

– Ah, yo...Ugh...N-No te preocupes, en serio.

– De acuerdo. Aun así, te daré una pequeña recompensa.

La chica sujetó al contrario de la camisa y lo atrajo hacia ella, besándolo. El chico enrojeció, sintiendo su corazón acelerarse. Cuando a él comenzó a faltarle el aire, ella lo soltó, dejándolo caer al suelo.

– No besas tan mal –mordió la uña de su pulgar, riendo.

Aquel comenzó a balbucear, aún sorprendido.

– Eres genial, Daiki-kun, pero... –se agachó un poco para verlo bien.– ...que esto quede entre nosotros, ah. Si mi novio, Shū Sakamaki, se entera que te besé, pues...tendrás problemas, ¿Okay?

Él asintió, de manera rápida y repetida.

– Muy bien –sonrió y se enderezó.– Te veo después.

Saludó con su mano y salió del salón.

[Salón de música]

Tn entró, cerró la puerta tras de sí y se acercó al sofá en donde estaba su novio, sentándose sobre él. Shū rió y abrió los ojos, mirándola.

– Mujer obscena.

– Flojito –sonrió.

– ¿Ya es hora de almorzar?

– Sí.

– ¿Qué tal tus exámenes?

– 99 y 100.

– Genial. ¿Ahora sí te quedarás conmigo?

– Debería seguir asistiendo a clases.

– Tch. Ya aprobaste, quédate conmigo.

– ... –rió.– De acuerdo –se agachó para besarlo.– ¿Dormir o jugar?

– ¿Quieres jugar?

– Me gusta jugar contigo, cariño.

– Entonces juguemos –rió.

Se besaron de nuevo, apasionadamente. Las manos del rubio bajaron por la espalda de su novia hasta llegar a su trasero, levantó su falda y movió a un lado sus bragas. La joven no se quedó atrás, pues mientras le desabrochó el cinturón a su novio, bajando un poco su pantalón y boxers. Él la sujetó firmemente de la cintura, la levantó un poco y la sentó sobre su erección, penetrándola; ella jadeó, soltando un gemido que se ahogó en el beso. La castaña comenzó a dar pequeños saltos, mientras el chico movía la cintura de arriba hacia abajo, al mismo ritmo que su novia.