¿Quién Sedujo Al Profesor?

SEGUNDA OPORTUNIDAD

El haberse acercado con el motivo de un repaso no había funcionado para Pilar, entonces debía esforzarse más y esta vez sí debería de haber buenos resultados, si no quería ver cómo ganaba Marianne.

Al finalizar la clase Pilar se quedó y se dirigió hacia el escritorio donde el profesor Salume ordenaba unos papeles, mientras se dirigía a él lo vió un poco molesto.

Él ya había notado que se había quedado hasta quedar solos, se había masajeado la sien, como tratando de adivinar lo que se avecinaba.

Ya estaba un poco hastiado de las miradas coquetas de las alumnas y sabía muy bien como comportarse con eso, pero con Pilar no sabía cómo hacerlo.

                  -¡Hola profesor Salume!-

                    -¿Qué se te ofrece?-

Pilar se congeló al escuchar que el profesor, su tan lindo profesor no había respondido de forma cortés su saludo.  
          
                      -¡Quiero disculparme!-

                               -¿Por qué?-

    -¡Por haberte molestado con mi pregunta!
     ¡Sé que son temas personales que no se
                                   tocan!-

-¡No fue tu pregunta lo que me incómodo, si no
  el hecho de que me engañaras aludiendo no
                 haber entendido la clase!-

                    -¡Lo siento!¡Yo sólo..!-
   
                         -¿Tú solo qué?-

      -¡Quería preguntarte si tenías esposa?
   ¡Aunque sé que estás muy joven para estar
                                casado!-.     
                                                                     
         -El motivo sería..¡Aunque creo que
             sería bueno no saber el motivo!

                            -¡Me gustas!
                              ¡Y mucho!
                          ¡Por fin lo dije!-

El profesor Salume al oír estás palabras no demostró asombro ni tampoco disgusto o al menos eso quería darle a conocer en ese momento.

Pilar no recibió ninguna respuesta, el profesor bajo la mirada para seguir ordenando los papeles en su escritorio.

Al sentirse totalmente ignorada por mucho tiempo Pilar decidió marcharse ya que no sabía que respuesta le daría el profesor.

El profesor Salume se disgustó mucho pues Pilar era una buena estudiante y se volvió una más de la larga lista de admiradoras que tenía.

Comenzada a preguntarse si fue correcto aceptar este trabajo dado que tenía un pasado oscuro que aunque creía haber dominado la bestia podría volver a resurgir.

Había luchado mucho por conseguir este puesto y agradecía la confianza por darle una segunda oportunidad.

Marianne permanecía vigilante con cada paso de Pilar, se aseguraba de estar cerca en cada intento de acercarse al profesor, quería conocer de primera mano sus posibles avances.

Quería estar segura si Pilar trataba de ganar la apuesta o solo había aceptado para que ella la dejará en paz.

Al día siguiente Marianne se acercó al salón donde estaba solo el profesor, se acercó, se puso enfrente se levantó la blusa y le mostró sus enormes senos luego bajo su blusa y se marchó.

Dejó pensativo al profesor Salume, si debía reportarla con el director o ponerle un alto él mismo.
Ya había tenido varios coqueteos de parte de las alumnas, pero lo que hacía Marianne él no lo llamaba coqueteo más bien acoso.

Decidió dejarla a ver hasta dónde era capaz de llegar.
Creía ser fuerte y no dejarse dominar así que estaba confiado que él podría ponerle fin a todo este juego.

Marianne veía que pasaban los días y no era amonestada, eso quería decir que Salume no se había quejado y por lo tanto él estaba aceptando de buena manera todos sus coqueteos.

Pasado unos días se sentó en la mesa justo delante de él y comenzó a abanicar sus piernas dejándole ver algo más que una inexistente ropa interior.

El profesor Salume se sintió incómodo con la situación pero aún no tomaría el asunto en serio.

Aunque esta chica comenzaría a despertar a la bestia que llevada dentro de sentía confiado pues ya llevaba años dominándolo o eso es lo que él creía pero el tiempo le diría cuán equivocado estaba.