¿Quién Sedujo Al Profesor?

SIN IGUAL

Pilar sólo tenía una cosa en su mente: Deseaba con todas sus ansias que todo terminará.

Con sus manos trataba de arrastrarse por el suelo pero igual cuando lo hacía ,Salume la estrujada más de su cadera y la penetraba cono más fuerza.

Lloraba y gritaba del dolor pero los sonidos de placer de Salume eran más fuertes que los ahogaba.

       -¡Basta, ya no quiero que me toques!-

                    -¿No lo disfrutas?
                        ¡Yo sé que sí!-

                          -¡Déjame!-

Pilar comprendía que a pesar de todo lo que ella hiciese o hablase, el profesor Salume no la dejaría, así que solo decidió esperar.

Siguió con violencia luego de un momento terminó su faena se levantó y subió las escaleras dejando a Pilar tirada en el piso de la sala.

Al ver que el profesor no regresó se levantó como pudo, sus piernas temblaban con cada paso, le dolían más.

Se puso la gabardina y se salió de la casa.
Abrió su coche y al sentarse en el asiento dio un grito de gran dolor.

Encendió el auto y vió hacia la casa por si Salume le estaba viendo, pero no fue así.

En el camino hacia su casa esperaba que sus padres no hubieran llegado aún.

No quería que la vieran en ese estado.
Se sentía triste tan fatal no creía que el profesor que ella creía era un hombre tan lindo sería una bestia.

Llego a su casa y afortunadamente sus padres no habían llegado.

Se dirigió al baño quería así poder deshacerse de todo lo perturbador que acababa de pasarle.

Deseaba que fuera una pesadilla y para su mala suerte no era así.

Con su ex novio si pudo recibir ayuda de sus padres pero con Salume sabía que no podía.
Cómo les explicaría que fue ella quién se dirigió a su casa solo con lencería y podría decirse que fue a ofrecerse.

Y aún no había pensado lo peor: como iba a asistir a las clases o nos iría.

Luego de pensar mucho salió del baño dirigiéndose a un espejo y allí vio su triste realidad tenía moretones en el pecho, el cuello muy mordisqueado, rasguñado ambos senos. Y aunque no podía ver su espalda por el ardor que sentir podía asegurar que estaba se encontraban igual.

                   -¿Pilar que hiciste?
  ¿Como le esconderé esto a mis padres?-

Luego escuchó que la puerta principal se habría lo cual supuso que eran sus padres y pronto se acostó en su cama envolviendose por completo.

               -¡Hola Pili, ya regresamos!-

-¿Cómo les fue en la fiesta, mami?-dijo Pilar sólo dejando ver parte de su rostro.

            -¡Un poco aburridos, nada más!
                     ¿Te sucede algo?-

               -¡Creo que me he resfriado!-

              -¿Llamó al doctor Buffet?-

           -¡No, no lo molestes con esto?
¡Sólo necesito alguna pastilla , descansar y no ir mañana a la universidad!-

                             -¿Segura?-

           -¡Si mamá solo eso necesito!-

                            -¡De acuerdo!
                ¡Te dejo descansar entonces!
                            ¡Descansa!-

          -¡Tú también descansa mamá!-

Ahora que nuevamente volvió a quedar sola en la habitación, se preguntaba que es lo que haría.
¿Ya no ir a la universidad?
¿Seguir yendo y fingir que no había pasado nada?
¿Denunciar al profesor Salume?
¿Con qué pruebas?
¿Acaso no era eso lo que quería, acostarse con él?
¿Será que no le gustó por qué aún no estaba preparada?

Y muchas más preguntas aparecían en su cabeza las cuales no la dejaron dormir el resto de esa noche, en especial una que si le haría explotar su mente:¿Debía decirle o no a Marianne que ya se había acostado con el profesor lo que significaba que ella ya le había ganado?

A la mañana siguiente agradeció mucho que fuera día viernes así que tendría tres días para no ver a Salume.

Tomó una decisión volver a la universidad y fingir que no había pasado nada.

Y con respecto a Marianne, estaba decidida a decirle que ya le había ganado.
¿Y si le preguntaba a Salume, si era cierto?
O peor aún,¿Si Salume negaba lo que había sucedido?
¿Que debía hacer si sucedía eso?
Su cabeza ya no soportaba más.