¿Quién Sedujo Al Profesor?

CAUSA Y EFECTO

-¡Te las hiciste tú misma o convenciste a algún chico para que te las hiciera!-

                             -¡No, él me las hizo!
                   ¡Se comportó como un animal!-

-¿Asi que nuestro profesor a quién comparo con un tierno  cachorrito es un salvaje en la cama?
                          ¡Menos voy a creerte!-

-¡Si, es una bestia no le reconocí, parecía otra persona!-

-¡No tengo tiempo para esto!-dijo Marianne saliendo pronto del baño dejando a Pilar sola y deprimida, pero lo que acababa de escuchar la dejó más interesada en Salume, si en verdad Pilar ya lo había hecho, por supuesto.

Se dirigió directamente al salón donde sabía que Salume estaría sólo por durante una media hora, y si, así era, aunque no le creyó del todo a Pilar había sido suficiente como para dejarle una espinita de duda y aún más una enorme curiosidad si Salume sería una bestia en la cama lo hacía más atractivo a sus ojos.

                                      -¡Salume!
¿Te aburrí ayer?-dijo Marianne mientras se sentaba en las piernas de el profesor Salume y colocaba las manos de él sobre ella.

-¡No tienes ni idea de lo que provocaste!-respondió un tanto alterado Salume.

      -¡Salume creí que aguantaría más observándome!-

                                    -¿Estás loca?
                            ¡Es obvio que lo estás!-

      -¡Salume, sé que quieres tenerme en tu cama!
                     ¡Lo puedo sentir en esa mirada!-

                 -¡Es momento que pares todo esto!-

-¡No!-respondió un poco molesta Marianne por lo tosco que Salume le comenzaba a hablar.

                         -¡Necesito que te alejes de mi!
                            ¡Si no quieres que...!-

                              -¿Si no quieres que?-

Salume solo la miró fijamente a los ojos, no sabía que responderle ya que lo sucedido con Pilar lo había dejado enfadado y sentía que fue por culpa de Marianne.
Al no ver ninguna reacción por parte de el profesor, Marianne se levantó y salió del salón.

Salume en serio se estaba arrepintiendo de haberle seguido el juego.
Finalizado ese día se dirigió a su casa, descanso un rato en su sala, leyó un libro y luego al dirigirse al baño para ducharse observó nuevamente que la ventana de la casa de al lado estaba iluminada, al acercarse por su ventana y mover las cortinas vió que estaba un muchacho de espaldas besando y desnudando a Marianne.
Salume sentía que conocía al chico pero no creía que fuera la clase de chicos que gustarán a Marianne, era de los chicos más aplicados en clase y que sólo se la pasaba en la biblioteca fuera de ella.
Se sintió abrumado, en serio está chica le había interesado un poco, preferiría estar con ese chico raro antes que él.

Marianne dió un vistazo hacia la ventana haber si él ya estaba observándola, quería que viera su movimientos y técnicas para que supera de lo que se estaba perdiendo, aparte que le decía a este chico este favor ya que él le consiguió las llaves de esa casa.

Desde que la obtuvo llegaba a observar al profesor a que horas se duchaba, a que horas se dormía y si que era descuidado nunca se dió cuenta que ella lo espiaba.

Tuvo que tomarse un par de tragos por que sobria no habría permitido que este chico raro la tocara y no eligió a otro de los chicos con los cuales ya se había involucrado por qué se darían cuenta de sus intenciones.

Este chico era perfecto bobo y faltó de experiencia.

     -¡Creí que no me ibas a cumplir!-le dijo el chico.

                             -¡Yo siempre cumplo!-

                    -¡Dame una buena experiencia!-

                      -¡No hagas que me arrepienta!
¡Tendrás una buena experiencia, siempre y cuando hagas lo que yo diga!-

Marianne comenzó a decirle que debía hacer, como debía tocarla, y él le obedeció en todo.

Salume se escondió detrás de las cortinas de su ventana pero no dejó de ver ese espectáculo qué Marianne le estaba mostrando.
Luego tomó su teléfono y llamó.

         -¡Ven a mi casa lo más pronto posible!