Traidora - George Weasley (Terminada)

IX

"Antes las personas amaban la vida, ahora sólo le temen a la muerte."

Joker

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-¿Alguien más lo sabe?- interrogó igual de enojada que asustada arrastrando a Potter un poco más lejos de la esquina del pasillo. No se molestó en negar su progenie debido a la seguridad con la que el chico pronunciaba sus palabras, como quien está fastidiado de todo y lo único que desea es un poco de verdad y justicia. Harry se iría acostumbrando con el tiempo que había menos justicia que verdad, porque un crimen puede ser público pero nunca condenado; todo es cuestión de poder y a quién le eres fiel. Aunque qué mejor fidelidad que la de a uno mismo. 

Unas horas más tarde, Evelyn se comentaría en su somnolencia lo interesante que le resultaba el hecho de que la mayoría de las personas enojadas tienen miedo. Y ahora era Harry el que mostraba un poco de temor; a pesar de haber pasado por las más horripilantes cosas en ese año, continuaba luchando. Y a esas alturas estaba tan cansado que ni siquiera notó que, a pesar de su gran crecimiento durante el año, la chica lo pasaba por al menos una cabeza y podría golpearlo fácilmente. Convivir con Ginny, Hermione y la señora Weasley le había dado una perspectiva completamente distinta a la que su tía Petunia le había inculcado y ya no se lo cuestionaba.

Ante la pregunta de la castaña, el chico negó secamente sin dejar de mirar con odio a la Ravenclaw. No sabía si ella era otro engranaje en el plan de Voldemort, podría incluso ya tener la marca y dedicarse a informar sobre la situación de los estudiantes en el castillo, para el profesorado ya contaban con Crouch Jr. Tampoco disimuló sus pensamientos porque dirigió la mirada hacia el antebrazo de ella como si tuviera la vista de un super-héroe que había visto a Dudley observar en la TV, aunque no podría llamarse observar lo que su primo hacía. Más bien era sentarse a dormir con los ojos abiertos y reír como estúpido con la boca llena de vez en cuando.

Cuando notó las inquietudes de Harry se horrorizó por el simple hecho de que alguien pudiera pensar así de ella, como un Mortífago. Resignada, arremangó la tela de su túnica para que se observara su piel pálida y vacía a excepción de numerosas pero pequeñas cicatrices originadas durante una varicela que tuvo de niña; su brazo era el único lugar donde se permitía descargar la picazón con tal de que en otros lugares no le quedasen marcas. 

La acción tranquilizó un poco al Gryffindor pero no demasiado, por lo que siguió interrogando.

-¿Sabías de todo esto desde el principio, cierto?- Harry era consciente de que si era verdaderamente un mortífago lo podría hechizar o simplemente mentir, pero se encontraba tan extenuado que ya no le interesaba su integridad física. Podrían intentar torturar a los Dursley y le harían incluso un favor al chico.

-No estoy segura de lo que piensas de mí, Harry, pero apenas me enteré de los antecedentes de mis padres a los once años.- hizo una pausa para exhalar brevemente y analizar la expresión del chico, que lentamente se modificaba de molesta a inexpresiva -E incluso desde ese entonces su existencia me ha atormentado. No dudes de mi lealtad, por favor.

-¿Cómo puedo saber que no estás del lado de Voldemort?- ella se estremeció un poco al oír su nombre, aunque fue casi imperceptible. Harry estaba harto de tener que soportar los sobresaltos de sus amigos ante el nombre de un mago, pero él no había crecido oyendo sus relatos y tenía una venganza personal pendiente. Mientras que Evelyn o Hermione Granger, por ejemplo, lograron adaptarse a las costumbres mágicas gobernantes del vocabulario de sus compañeros; aunque la primera contaba con otra razón por la cual no pronunciar el nombre de aquel mago.