XXVII

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"The sun will rice and we will try again"

Twenty One Pilots

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-Apártense, apártense.- gritó la señora Weasley desde la escalera de la puerta trasera de la casa. Traía flotando con su varita un magnífico pastel con forma de snitch dorada, al que Harry miró fascinado. 

-¡Es increíble, señora Weasley!- exclamó Harry.

-Ah, no es nada, cielo.- repuso ella. 

Más tarde comenzaron a llegar algunos invitados. Únicamente estaba la familia Weasley, Hagrid y otros miembros de la Orden del Fénix. Fue una hermosa celebración; con el plus de una visita del ministro de magia junto a Percy Weasley. Los gemelos estaban un tanto furiosos por haber sido ignorados y no habérseles permitido propinarle un par de golpes a su hermano, tan solo para que se le acomodasen las ideas, claro. 

Había sido un golpe casi errático para la Orden el que Dumbledore muriera, pero esperaban tener soporte del Ministerio. De no ser porque los de mayor jerarquía allí estuvieran bajo la maldición Imperius

La celebración de Harry debía ser muy poco extravagante debido a la boda de Bill y Fleur en los días siguientes. Incluso habían asistido al cumpleaños los familiares cercanos de Fleur. Evelyn y los gemelos debían volver cada noche y retornar en la mañana para ayudar con el -si bien grácil- exagerado ornamento. 

-Cuando yo me case no armaré tanto lío.- anunció Fred recargándose en la pared de la cocina luego de una ardua mañana. Dentro de una hora los invitados arribarían -Podrán vestirse como deseen y le haré una maldición de inmovilidad total a nuestra madre hasta que la ceremonia acabe.- hubo risas y murmullos de asentimiento. 

-Coincido.- dijo George.

Fred apenas terminó volteó hacia todas partes para confirmar que su madre no andaba cerca. Fleur bajó reluciente las escaleras acompañada de Evelyn. Una pequeña tradición en la familia Delacour era revisar las varitas antes de un gran acontecimiento, creían que eran algún tipo de oráculo y Evelyn era la única en la fiesta con un mínimo conocimiento. Fleur estaba mucho más pálida de lo normal incluso con el artificial rubor en sus mejillas. Sin embargo, siguió a la señora Weasley hasta la parte de atrás de la carpa que habían armado. 

-¿De qué hablaban?- preguntó Evelyn apoyándose junto a George. Se sorprendió de que este le pasase el brazo por la cintura y le murmurase al oído lo mucho que le gustaba su vestimenta. Afortunadamente, ni el "primo Barry" (Harry), Ron, Hermione o Ginny se inmutaron. 

-La futura boda de Fred.- respondió Ron compartiendo una bandeja repleta de dulces para la boda. Evelyn enarcó una ceja y sonrió. No había demostrado su dotes en la investigación respecto a la presunta visita de Fred, pero sospechaba que era bastante cambiante.

-¿Y quién será la desafortunada?

-No lo sé.- dijo rellenándose el vaso con un aguamenti no verbal -En realidad cité las palabras de George cuando lo acompañé a comprarte sortija unas semanas atrás.- replicó Fred con desdén sorbiendo socarronamente de su bebida. 

Evelyn apretó los labios y notó cómo el agarre en su cintura se ajustaba. No tuvo el valor para verlo, pero contuvo el sonrojo cuánto pudo -ya se había acostumbrado-, pero su expresión no contribuyó a retener las risas de Fred y el elevamiento de cejas de Charlie. Ron tosió un poco confuso, Harry escrutaba la ventana, Ginny estaba muy ocupada mirando a Harry y Hermione permaneció invariable como si todo fuera demasiado obvio para ella.

Traidora - George Weasley (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora