Stitched Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts II}

🐥Capítulo 7🐥

La moto se detuvo y Jimin bajó con cuidado. Su trasero dolía demasiado.

Sé sacó el casco y lo metió en la guantera. Después encaró a Jungkook, quien seguía mirándole de aquella forma tensa y obstinada.

-Sé que estás enfadado. No hacía falta que me lo dejaras tan claro mientras hacíamos el amor- musitó algo decaído.

Jungkook había sido demasiado rudo aquella vez. Si al menos lo hubiera besado... Pero no, lo folló a cuatro y castigador. Sin besos ni mimos para después. Puede que no hubiera sido a propósito, y que su Alfa hubiera desahogado su frustración e ira de la peor forma, pero Jimin no lo entendió así.

Pensó que era algo personal.

El rubio se sentía maleable. A pesar de que estuviera emocionado por ir a una fiesta como aquella, que el Alfa estuviera tan en contra lo desestabilizaba.

Tragó saliva e hizo el amago de irse, pero Jungkook sostuvo su muñeca con suavidad y lo impidió.

-Si necesitas cualquier cosa, llámame. Estaré pendiente del teléfono. Y... Por favor- suplicó- No bebas nada que te ofrezcan, no aceptes hacer cosas que no quieres hacer y no vayas al baño sólo. Por favor.

Desde lejos, ya se oía la música surgir de aquella casa. Yoongi debía estar en la entrada.

El rubio lo miró a los ojos.

Los ojos del Alfa lo observaban con cruda necesidad y una mezcla de protección y arrepentimiento.

-No soy un niño- murmuró levemente irritado- Y no soy tonto. Sé cómo cuidar de mí mismo. No es la primera fiesta a la que voy.

-¿Crees que lo digo por ti?- Jungkook gruñó- Lo digo por los idiotas que hay ahí dentro. Estoy seguro de que sabes cuidar de ti mismo, pero no sabes enfrentarte a los peligros de verdad. No todo el mundo es bueno, Jimin. Eres un novato. Si te hacen una sola novatada, yo...- Jungkook suspiró y apretó sus manos en puños.

Jimin las alcanzó con sus manos más pequeñas, acarició su dorso tatuado y tenso y las enlazó.

-No permitiré que nadie se pase de listo conmigo. Te lo prometo. Quiero amigos pero no soy tonto. No dejaré que nadie se aproveche de mí.

-Debería haberte enseñado a pelear.

Jimin rodó los ojos y separó sus manos.

-Me voy. Yoongi debe estar esperándome. No acabaremos muy tarde ¿Vale? ¿Te parece bien recogerme sobre las tres?

-¿Dices las dos y media?

-Las tres.

-¿Las dos? Perfecto. Aquí estaré- Jungkook se propulsó a sus labios y los besó. Después se bajó el casco y encendió el motor.

-¡Kookie, no! ¡Las tres!

-¿¡Que te recoja a la una y media, dices!?

Aquello fue lo último que gritó antes de arrancar y desaparecer por la calle.

-¡Eres tonto!- chilló.

Estaba seguro de que Jungkook lo había oído. Había sentido un tirón divertido y malicioso en el vínculo que compartían.

Después, alguien estiró de su chaqueta. Al girarse, Yoongi lo miraba entusiasmado.

-¿Entramos?

Jimin pegó una sonrisa brillante en su rostro y asintió.

...

Jimin nunca había tenido amigos.

Desde fuera, podía sonar como un insistente e inmaduro cachorro que sólo quería encajar, pero por dentro era un suplicio.