Stitched Hearts ❥ Kookmin Omegaverse {Paper Hearts II}

👹Capítulo 28👹

Jimin abrió sus ojos con lentitud.

Revoloteó sus pesados párpados bajo la cálida luz de la mañana y miró de soslayo hacia su derecha. Jungkook dormitaba a su lado, aunque su brazo tatuado se mantenía protector sobre su cintura desnuda. Con una pequeña sonrisa, el rubio trató de desperezarse, pero entonces su cuello tiró en un dolor punzante. Sus ojos se abrieron desorbitados, mientras gemía tembloroso por aquel dolor desconocido.

¿Por qué la mordida no había cicatrizado todavía?

Oh, sí, porque era una permanente.

Jungkook se desperezó a su lado, frunciendo el ceño aún con los ojos cerrados, y abriéndolos lentamente. Sus irisies todavía desenfocados miraron al Omega.

El rubio lo miró fijamente, sin tener realmente nada que decir.

Jungkook inhaló hondo tratando de espabilarse un poco. Los mechones azabache le caían por el rostro, y todavía había un tenue brillo escarlata en sus ojos. Sin decir nada, tiró del agarre en la cintura del Omega hasta juntarlo contra su pecho en una cucharita. Entonces guió su boca a la marca y comenzó a curar de nuevo, cerrando los ojos demasiado cansado como para mantenerlos abiertos. Jimin suspiró feliz y se dejó hacer.

Apenas se habían dormido hacía un par de horas, cuando el sol salía y sus lobos finalmente les permitían retomar el control. No sabían qué había sucedido mientras sus animales se habían apoderado de ellos, estaban seguros que se había tratado de una especie de celo extraño. Puede que fuera por la mordida permanente, o puede que fuera porque sus partes humanas estaban demasiado cansadas y necesitaban un respiro. La cosa es que hicieron el amor algunas veces más, y cuando amaneció se rindieron a dormir.

Ahora, con el sol en lo más álgido del cielo, sabían que tenían que levantarse y seguir con su vida. Jungkook tendría que ir a las últimas clases del grado antes de Navidad, y Jimin tendría que hacer lo mismo con su carrera. Después, por la tarde, Jimin tendría que estudiar y pasear a Nun, y Jungkook tendría que conducir hasta el local clandestino de tatuajes para el que trabajaba, y tatuar hasta que el sol saliera de nuevo. La vida seguía, siempre lo hacía.

Pero a veces era necesario salirse un poco de la rutina y no hacer nada.

Quizás por eso se durmieron de nuevo sin que ninguno de los dos fuera demasiado reticente a ello.

Unas horas después, el timbre sonó. Entonces fue inevitable para ambos tener que espabilarse.

-¿Puedes ir tú?- Jungkook bostezó cubriendo su rostro con su antebrazo.

-Claro- Jimin bufó- Sin ver absolutamente nada y con una mordida en el cuello con la que parece que haya sido atacado por un vampiro. Claro, Kookie, yo abriré.

-Lo decía por si era la policía- el Alfa murmuró ronco- Para darme tiempo a huir por la ventana.

-No digas eso- Jimin musitó asustado- Tu hermano dijo que se encargaría de todo.

Jungkook apartó su antebrazo de sus ojos y miró a Jimin mientras este se incorporaba en la cama.

-¿Sabes lo jodidamente extraño que suena eso? Justo porque lo dijo él, lo más probable es que él mismo haya llamado a la policía para que vengan a por mí y...-

El Omega negó con lentitud.

-No, Kookie. Junghyun es un idiota pero no creo que fuese capaz de algo como eso. Habla mucho y dice muchas tonterías, pero a la hora de la verdad... No creo que realmente quiera que te pase todo lo que dice que quiere que te pase.

-Cuando éramos pequeños decía que me odiaba, pero cada vez que me metía en una pelea con un niño él le decía a mamá y a papá que me había caído de un árbol y que él me había rescatado. En el fondo siempre ha querido ir de héroe, siempre quiere controlar todas las situaciones y colgarse todas las medallas.