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- ¿Crees que puedo convencerla para que acepte el proyecto? - pidió consejo Alba a Noemí.

- ¿Dices que su representante te contestó con un no rotundo?

- Y ella no quiso ni hablar conmigo el otro día - se mordió el labio.

- ¿Y otra mode...?

- ¿Tú de verdad crees que obtendría los mismos resultados con otra modelo? - le interrumpió Alba, buscando su criterio experto.

Mimi le había dicho exactamente lo mismo, replanteándole la opción de ser ella la protagonista, pero sabía que su chica no estaba siendo precisamente objetiva.

- La verdad es que la química que tenéis Natalia y tú, y lo que eres capaz de transmitir haciéndole fotos, es algo especial - le dio la razón.

- ¿Ves? Ahora que he trabajado con ella, sé que no podría llevar a cabo el proyecto con ninguna otra persona.
Ni puedo, ni quiero.

- A ver, para ella también sería un antes y un después en su carrera… - se ajustó las gafas la jefa.

- ¿Y si se lo propones tú? - sugirió Alba.

- ¿Yo?

- Sí, su mánager me dijo que no quiso ni saber de qué iba. Si tú le explicas el proyecto sin decirle que es mío, estoy segura de que diría que sí.

- Ya, pero si dices que en cuanto sale tu nombre ya no quiere ni planteárselo... – no lo vio nada claro Noemí.

- Dile que las condiciones son negociables, que lo hable conmigo y luego decida.

- Bueno, lo intentaré. Pero no prometo nada.

Noemí citó a Natalia, que acudió a su despacho intrigada, ilusionada y tensa, como siempre que entraba en ese edificio de cristal.

La mujer le explicó la oferta que tenía entre manos como lo que era: una revolución, algo único, probablemente el proyecto más ambicioso de la revista en los últimos años.

Le habló sobre el objetivo, suponer un antes y un después en la fotografía en estudio. Una nueva era llena de posibilidades, desde el máximo foco a la genuinidad.

- En los últimos años, las producciones se han vuelto tan recargadas que cada vez es más difícil encontrar verdad. Cada vez la naturalidad es más impostada y, con este proyecto, se pretende volver un poco a la esencia. Y tú de eso tienes muchísimo. ¿Qué me dices, te interesaría?

- Claro que sí, parece una pasada – no dudó ni un instante.

- Lo es, Natalia. Arriesgado, experimental, novedoso... pero un éxito asegurado. Si aceptas, vas a ser la cara de algo muy grande.

- ¿Vas a dirigir tú el proyecto?

- No, dame un segundo y te traigo a la responsable para que te dé todos los detalles.

Noemí no tuvo que ir muy lejos para encontrar a Alba, pues estaba escuchando detrás de la puerta, aunque trató de disimularlo.

En cuanto entraron de nuevo y la modelo vio a la fotógrafa, se le quitó la sonrisa de ilusión de un plumazo.

- Tendría que haberlo imaginado - masculló.

- Yo os dejo solas, ¿vale? Natalia, solo te pido que la escuches y luego juzgues.

- No tengo nada que escuchar - empezó a levantarse.

- Por favor, si no te convenzo te vas y te juro que no insisto nunca más. Te dejo en paz - la rubia le clavó la mirada y Natalia se volvió a dejar caer en la silla.

desnudArte | AlbaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora