Belz Beckett
—Belz, cariño —oigo la voz de mi madre. La miro—. ¿Me podrías traer un vaso con agua para poder tomarme la medicina? —me pide—. Ya casi es hora de que lo haga.
—Si madre, ya bajo y lo busco —anuncio mientras salgo de su habitación para poder buscar el vaso de agua que me pidió.
Al salir de la habitación, me detengo al instante al ver quién se encuentran afuera de ella.
—Belz, campeón. ¿Cómo has estado? — fija su mirada en mi—. ¿Tu madre está en la habitación? —se acerca hasta donde me encuentro y coloca su mano en mi hombro, la apartó enseguida.
Otra vez él aquí, ¿no se suponía que vendría en dos días?
—Señor Adrien. No estoy de humor —le aclaro sin sonar grosero.
Sin esperar una respuesta, llegó hasta la cocina para poder buscar un vaso y posteriormente llenarlo con agua, pero mi misión es interrumpida por alguien más que se quién es. Siempre hace esto, me busca para hacer las pases, pero no lo haré. Y si lo hago, no será hoy.
—Belz, campeón. Por favor hablemos, ¿si? —me comenta detrás de mi.
Trato de no pensar que esta detrás de mi, es por eso que me dedico hacer lo que venía para no poder irme lo mas rápido que pueda de su lado.
Observo como Candi y Emilia salen de la cocina segundos después de que entre junto a mi padre.
Mi padre, la persona que más amé, el que me dió los mejores recuerdos de mi infancia, hasta hace un año. Siempre lo vi como mi ejemplo a seguir, pero tan solo ahora no quiero ni verlo. Es por eso que mi humor cuando él se encuentra cerca cambia por completo.
Lo que le hizo a mi madre no tiene perdón, engañarla con su amante y su otra familia sabiendo que mi madre se encuentra enferma.Tantas veces lo necesitamos. Tantas veces lloré sólo junto con mi madre, porque sabíamos muy bien que estábamos solos en este proceso. Necesitábamos de su apoyo en todo esto, pero no fue así. Y, no lo sigue siendo.
—Belz, campeón —dice cabizbajo. Él se acerca para agarrar mi brazo, solo por esta vez no lo aparto de inmediato.
—Se lo que usted quiere —miro su agarre y al instante él se separa unos centímetros de mi—, pero no lo hare. No podré verte como mi padre de nuevo —siento como mis lágrimas quieren salir, pero hago lo posible para que no me vea débil. No quiero ser débil frente a él—. Como mi ejemplo a seguir, eso se acabó —le aseguro.
—Belz...
Me dirijo hasta el refrigerador con el vaso en mi mano para llenarlo. Mientras espero que se llene el vaso, mi mirada se dirije hasta él quien se encuentra en una esquina de la cocina, mirándome.
Él me sonríe tristemente. No puedo seguir con esto, necesito desahogarme.
—Todo el daño que nos hiciste a mi madre y a mi —comienzo a decirle, sosteniéndole la mirada—. Ahora, después de mucho tiempo quieres arreglar las cosas, pero: ¿para qué? —dejo el vaso en el mostrador de la cocina, ya lleno—. Si ya el daño y el recuerdo agrio de todo lo que nos hizo jamás se podrá reparar y mucho menos olvidar —me deshago por fin, todo lo que estaba intentando retener en mi todo este tiempo.
Sin esperar una respuesta de su parte, tomo con mi mano el vaso con agua y salgo directo a la habitación de mi madre para dárselo y así ella pueda tomar sus medicinas.
Me sorprende lo que le dije, se que tenía que hacerlo porque tarde o temprano explotaría. Eso era todo lo que había estado guardando desde que supe la verdad. Me siento mal porque me duele y aún me lastima lo que nos hizo. Aun cuando siempre trato por mi madre no decirle nada y simplemente quedarme callado, pero el día de hoy no pude.
Me siento un poco más libre, pero a la vez algo mal por lo que acabo de decirle.
—Madre —la llamo, ella me mira—, he traído el vaso con agua que necesitas. No te muevas, por favor. Yo buscaré tus medicinas por ti.
—Esta bien, cariño.
—Están en ese cajón, ¿cierto? —ella asiente, es por eso que busco sus medicinas en ese lugar.
—Cariño, escuché la voz de tu padre. ¿Él se encuentra aquí? —pregunta.
—Si, antes de llegar hasta acá lo ví que estaba entrando a su cuarto —le miento—. Aquí están —le señalo sus medicinas.
Mi madre se acomoda en su cama para poder tomar con mas facilidad sus medicinas, la ayudo hacerlo.
Siempre lo hago, soy quién ha ayudado a mi madre en su recuperación y lucha contra el cáncer. Algo que ha sido muy duro para ambos, porque mi padre nunca ha estado; solo al principio pero luego ya no. Nuestros familiares más allegados no están en esta cuidad y tampoco las amistades de mi madre que viven aún en la cuidad donde vivíamos antes de ser ricos. Es por eso que somos nosotros dos.
—¿Hablaron entre ustedes? —me pregunta cuándo termina de tomarse sus medicinas.
Supongo que debí esperarme la repentina llegada de mi padre a esta casa el día de hoy, porque siempre cuando llega de algunos de sus viajes de negocios pide que hagan muchos aperitivos y una cena para festejar su regreso con sus colegas. Solo piensa en si mismo y en personas que no lo aprecian de verdad, solo por su dinero se hacen llamar "amigos".
—Si, pero no lo haré. Sabes que no puedo perdonarlo —le respondo. Me inclino hacia ella para ayudarla a recostarse de nuevo en su cama—. Lo siento.
—Esta bien, cariño. Pero, piénsalo por favor —comenta con una sonrisa.
—Lo haré —me limito a decir.
Aún no puedo creer que mi madre lo haya perdonado luego de él dijó que cambiaría, se que ella lo sigue amando a pesar de lo sucedido por eso lo hizo.
Pero, si está intentando cambiar: ¿Por qué otra vez, no llamo en todo el tiempo que se fue en su viaje de negocios?
Se que no le importó que mi madre estuvo enferma hace un mes, no le importo que casi sufrí un accidente en mi carro, no le importa nada con respecto a su familia, solo le importa así mismo y su estúpido dinero.Cuanto daría por volver atrás en el tiempo y hacer algo para que jamás hubiéramos tenido esta vida que llevamos actualmente. No me importa el dinero ni tampoco la fama que hemos conseguido hasta ahora, solo quiero que todo sea como antes. Quiero a la familia que fuimos.
Sin duda, los lujos y el dinero para muchos puede ser como su fuente de felicidad, pero para mí, es un completo calvario.
—Madre, volveré después de la cena. Tengo que hacer algunas cosas y luego iré donde Milly. Si necesitas de mi ayuda, estaré atento a mi teléfono todo el tiempo. Trataré de volver lo mas pronto posible —afirmo.
—Claro, cariño. Ve tranquilo, tomaré una siesta —me responde.
—Te quiero —me acerco más a donde esta mi madre y deposito un beso en su frente—. Adiós.
—Yo también te quiero, cariño —me responde cuando abro la puerta.
Sin mas, salgo de su habitación.
Nota de autora:
Hola a todos, ¿cómo están? espero que muy bien.
Como ven en el capitulo de hoy, vimos un poco de Belz y de su vida luego de estos años. Espero que les haya gustado tanto como a mí.
Una vez más quiero darles las gracias a todos los que leen mi historia.
Sin mas que decir, fin del comunicado :3
Los quiero 💜✨
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Me dirás: ¿quién eres? [En Proceso]
Teen Fiction"Me dirás: ¿quién eres? porque el sabor amargo de no saber quien es la persona que amo. Me quema por dentro" Portada hecha por @BorredForever √ Historia creada: 31/05/2020 √ Historia en proceso. Edit: por el momento la historia está siendo revisada...