Capítulo 21

38 5 0
                                    

Hanny Gils

Las ultimas semanas me he sentido un poco mejor con respecto a como me había estado sintiéndome últimamente. Por fin, los exámenes terminaron, es por eso que he podido dormir mucho mejor que antes y pude acabar todo a tiempo. De verdad, los consejos de Max y su ayuda me sirvieron de mucho, no se como habría terminado sin su ayuda.

La alegría ha sido uno de los sentimientos que últimamente abunda en mi. Hablar con Belz y conocernos mejor ha sido de maravilla, aunque bueno, se que él en realidad no sabe que Sol Davis soy yo, Hanny Gils.

Me gustaría confesarselo, pero claro que no lo haré, bueno no por ahora.

He descubierto muchas cosas de él que me hacen amarlo aun más, como por ejemplo: le gusta ir a la playa, ayudar a quien lo necesita, sus valiosos consejos sobre la vida, etc. Parece tan perfecto y se que lo es.

Es sorprendente para mi ver como nos hemos abierto el uno al otro en tan poco tiempo, pareciera que nos conociéramos de toda la vida. Aunque hay algo que me da tristeza ver y es que Belz ha puesto su confianza en una persona extraña. ¿Será qué sabrá quién soy en realidad o siempre confía ciegamente en personas quién no conoce?

Descartó la primera pregunta ya que los primeros días me pregunto donde vivía, si estudiaba, y así, preguntas habituales cuando quieres conocer más sobre una persona.

Claramente le mentí un poco, le respondí que vivía en Atlanta, Georgia la cuidad donde nací. Y como era de esperarse, me confesó que él vivió algunos años allá y me preguntó que por eso se le hacía conocida, pero le respondí que yo llevo viviendo con mi familia sólo dos años acá en Atlanta.

Odio mentir, pero no le podía haber dicho la verdad sobre mi verdadera identidad.

—Hanny, dime: ¿quién es el afortunado —Emma me pregunta, ganándose mi atención por completo y dejándome muy confundida. Estamos los cuatro en la biblioteca, porque hemos tenido hora libre tanto ellos como Max y yo.

—Emma, estoy confundida —le hago saber.

—Confundida estoy yo, porque todavía no se con quién hablas tanto por tu teléfono las últimas semanas y el motivo de tu alegría —menciona. Siento como mis mejillas comienzan a arder y es por eso que cubro mi rostro con mis manos. Se que en este preciso instante en mi cara se nota lo sonrojada que estoy por lo que me dijo.

—¡Hey, Hanny! Soy tu amiga no sientas vergüenza ni pena conmigo. Te entiendo, a veces hablar de quien nos gusta es un poco complicado, me sucedió con Jeff.

—Es que... aún no te puedo confesar quién es, es por eso que sólo te diré: que lo conoces —digo, al tiempo que hago una seña de silencio con mi dedo sobre mis labios.

—¡Ah! —gruñe—. Eso es verdaderamente injusto —Emma hace un puchero con sus labios—, pero está bien, lo acepto.

Le doy las gracias internamente a Emma por hablar de este tema sólo nosotras dos y no delante de los chicos.

Le regalo una sonrisa a Emma. Ella me sonríe de vuelta.

—¿Por qué se tardan tanto Max y Jeff? —interrogo—. Ya han pasado algunos minutos, además, la cafetería no esta muy lejos de aquí. Tengo hambre, no desayuné por la mañana, debido a que no tenia mucha hambre, pero ahora si la tengo —confieso, sintiendo mi barriga hacer ruidos extraños.

—Si, ambos se están tardando mucho y ya en media hora tenemos clases de nuevo, hasta que llegue la hora del almuerzo.

—Creo que ya vienen —admito, señalando con mi dedo en la dirección de donde vienen los chicos con algo de comer para todos.

Me dirás: ¿quién eres? [En Proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora