A veces pienso que, hubiera sido mejor que yo muriera en vez que Hannah.
No tendría que guardar tantos secretos, tanto de Bryce como los míos.
Pienso, si hubiera muerto, no me estaría pasando esto. No estaría sufriendo en este momento. No estaría mu...
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—¡Espera, mierda! —grito empujando los pantalones hacia arriba — ¡Deja de dañar mi puto timbre!
Gruñí. Hice el mayor esfuerzo para no caer de boca al suelo, tenía la costumbre de andar en ropa interior en mi casa y que llaman tan repentinamente a la puerta y con tanta insistencia me obligaba a vestirme.
—Con tal y que no sea un evangélico o una de esas niñitas trayendo galletas quemadas... — se callo a si misma al ver al chico en la entrada —. Bryce.
Tartamudeo, miro sus fracciones unos segundos antes de erguirse y sonreír confundía.
—¿Que haces aquí, cariño? — Tessa se hecha a un lado para que pasara.
Evadió su mirada, manteniendola en su perro. Lo cual no duró mucho al sentir el cuerpo grande de Bryce enfrente al suyo en vez de seguír adentro. Tuvo que elevar su mentón para poder verlo.
El chico acuna su cara, inclinándose hacia ella, besas sus labios lentamente, sintiéndolos. Tessa tarda un par de segundos en poder responder.
—¿Estas bien? — pregunto preocupado Bryce al sentir lo tensa de ella. Acaricia sus brazos mirando los chocolatados ojos de la chica.
—Claro, estás aquí — asiente.
Thomas se levanta de su lugar para caminar hacia la pareja, olfatea a Bryce, gruñe y ladra, ladra y ladra.
—Shh, silencio — Tessa extiende su mano hacia el intentando calmarlo — ¡Thomas!
—Tranquila, solo está feliz de verme — se inclina lo suficiente para poder tocar la cabellera dorada del canino.
Thomas deja de ladrar para aceptar la caricia entre gruñidos casi mudos.
—Iré a cambiarme — subí las escaleras lo mas rápido que pude, saque las prendas del closet lanzandolas a la cama directamente.
Mis notas habían bajado por mucho, faltaba seguido a clases distanciandome de Bryce al punto que tenga que venir a buscarme a casa. La única persona que se interesa en saber si sigo con vida. Sheri escribe, pero ya no era lo mismo que antes. Nada era lo mismo que antes.
Me despojo de mi ropa para colocarme la de salir, tomo mi tiempo de verme al espejo y poder peinarme y maquillarme. Abandono la habitación con la misma velocidad con la que entre.
En silencio cierro la puerta principal, para adentrarme en la jeep de Bryce.
—¿Tus padres siguen en casa? — termino de ponerse el cinturón para verlo, giro su cuerpo hacia el para verlo con interés.
—Si — contesto sin mirarla, abrochaba su cinturón, al terminar poso sus manos en el volante el cual acaricio antes de arrancar.
Tessa asintió, miro las calles un momento, antes de girarse con una sonrisa. Acerco su mano a la nuca de su chico, subió un poco acariciando su cabello corto.
