Actualizando el cuarto capítulo con las aclaraciones de siempre:
-Apretando: manteniendo un tipo de contacto sexual
-Trolo: gay
-Correctivo: golpe
-Quilombo: problema
-Cagada: igual a problema, pero peor(?
-Coger: tener relaciones sexuales
-Pajero: bobo
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7:47 AM
Mañana nublosa y gris, con vientos revoltosos y caprichosos. Desde el interior del Cuartel se podían observar los arboles mecerse a voluntad de la ventada. El ruido que ocasionaba la ventisca al penetrar por las pequeñas herraduras de las puertas y las ventanas era chillante, se colaba en el recinto y agitaba la llama de las antorchas prendidas en el comedor.
Lo bueno es que había raciones de té y café suficientes para el desayuno de ese día; los soldados se encontraban reunidos en las largas mesas compartiendo la primera ración de la jornada, conversando y distrayéndose hasta la hora del entrenamiento.
A diferencia de otros años, este último tiempo había más camaradas que de costumbre, y eso se debía a dos razones:
La primera, que con la llegada de Historia al poder como Reina, los ciudadanos le tomaron mucha simpatía tanto a ella como a la Legión de Reconocimiento. Eso mismo lo comprobaron un tiempo atrás en un recorrido por la Ciudad, cuando escucharon a niños y adolescentes hablar por las calles comentando su aspiración por unirse al Cuerpo de Exploración. Eso sin duda llenó de regocijo y calidez los corazones de los reclutas.
La segunda (y no menos importante) era que las bajas disminuyeron un 92% luego de la recuperación del muro María. Con la nueva tecnología aplicada para matar titanes, las expediciones se volvieron menos riesgosas y nefastas. Otra razón más que suficiente para servir en la Legión.
Podría decirse que el comedor nunca estuvo tan lleno como este periodo, con masculinos y femeninas de diferentes clases sociales y sin embargo todos con un mismo objetivo en la vida: librarse del encierro de las murallas.
Y éste era el tema de conversación del Capitán y la Comandante durante el desayuno; uno sentado al lado del otro admirando el panorama. Se les antojaba muy confortable y agradable. Ninguno de los presentes en esas mesas se arrepentía de su decisión, y eso solo hinchaba el pecho de Levi con orgullo.
Mientras Ackerman tomaba su té con la vista posada en el líquido caliente, la Comandante buscó de reojo al soldado que más problemas y esperanzas le había dado a la tropa: Eren Jaeguer.
-¿No vas a contarme cómo fue que ustedes dos terminaron apretando anoche?-interrogó Hangie, con un tono de voz bajo para que solo el Capitán la escuchara.
Tosió un poco de su té al escuchar la pregunta. Si bien sabía que el tema lo iban hablar, no esperó que fuera tan repentino e inesperado. Hacia menos de dos minutos comentaban lo reconfortable que era ver el Cuartel repleto, y de la nada cambiaba de tema.
Bajó la taza para hablar en el mismo tono que ella.
-Se me insinuó hace poco, y no me negué mucho que digamos.
-¿O sea que no lo obligaste? ¿Es igual de trolo que vos?- el golpe que recibió en su nuca por parte del otro la hizo reír.
-¿Cómo se te ocurre que lo voy a obligar? Enferma de mierda. Solo se dio.
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Media Hora
FanfictionMientras el Capitán Levi se queda de noche en la terraza del cuartel para despejar su mente, el causante de sus dolores de cabeza le hace compañía. Lo que puede comenzar como un simple capricho, crece a medida que las desconocidas emociones se hacen...