Why Don't We Go There |27|

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Why don't we go there/Pourquoi n'allons nous pas là bas?/ ¿Por qué no vamos allí?

De Gambito proponiendo a Rogue ir de paseo.

Los adolescentes mutantes caminaban con pesadez detrás de Cíclope. El hombre señalaba las diferentes piezas del museo y hablaba de ellas con entusiasmo, sin percatarse de que a sus alumnos no les importaban los muchos mutantes famosos con los que el lugar contaba, a pesar de que los humanos no se enteraran de ello.

Por suerte, Rogue vio a Gambito antes de que Scott lo hiciera. El muchacho de ojos rojos la observaba casi escondido detrás de un busto de Alexander Hamilton y, en cuanto los ojos de la chica se posaron en él, le hizo una señal para que se acercara. Rogue le susurró a Pyro que la cubriera y su confiable mano derecha asintió, aunque ella no pudo verlo al darse vuelta y correr al encuentro de su amigo.

-Mon amie*- le saludó con una sonrisa torcida. A pesar de tener la misma edad, la voz de él comenzaba a tomar un tono más grave (que no ocultaba su fuerte acento) y ya era más alto que ella, lo que le obligaba a levantar la mirada.

-Sabes que no podemos juntarnos durante clases- le susurró dando un vistazo al grupo de mutantes para asegurase que no les prestaban atención-. Los niños de Xavier no deben vernos juntos- le recordó antes de darle un abrazo.

-En réalité**, la Dama Azul, me prohibió que te hablara cuando estuvieras en la Mansión. Y, mine de rien***, Gambito decidió aprender sobre historio y entró a este museo tan interesante. ¡Et regarde quelle bonne chance!****.

Rogue alzó una ceja, incapaz de creerse la historia.

-Bien- el alzó las manos, rendido-. Te seguí.

Ella negó con la cabeza, divertida.

-Quiero proponerte un plan muy bueno.

-Remy...

-¡Écoutez d'abord!***** Se que quieres tomarlo con calma, no quieres problemas con tu mère, pero piensa en esto: casi no te dejan salir de esa escuela para mutantes sin supervisión, mereces hacer algo entretenido. ¡Et maintenant il n'y a pas de loup qui puisse nous suivre!****** Piensa en todos los lugares a los que podríamos ir.

Rogue sonrió. Así era él, impulsivo y dispuesto a meterse en problemas en nombre de la diversión. Ambos crecieron juntos hasta que Mística la había obligado a mudarse con Charles Xavier alegando que él ayudaría con sus poderes. Por supuesto, eso no impediría que ella dejara a su amigo más querido. Así que aprovechan cada oportunidad que tenían de estar juntos y si eso provocaba la molestia de los profesores de la chica... mucho mejor para ella.

Gambito siguió parloteando nerviosamente, tratando de convencerla de ir con él.

-¿Por qué no vamos allí?- le dijo, aún sin saber realmente a donde quería ir-. Vamos a dar un paseo, fuera en el aire frío. Conozco cualquier camino, viens avec moi*******.

Con el cajún, de alguna manera, Rogue no debía guardar apariencias. Él, a diferencia de la mayoría de compañeros e instructores, conocía a su familia y lo que era. La conocía a ella.

-Detente, Remy- ella río al escuchar las propuestas del muchacho-. Sabes que iré contigo. A donde sea.

El chico pareció aliviado antes de sonreírle.

-Hay veces que me asustas, Rogue. Siento que juntarte con esa bola de niños buenos puede llegar a cambiarte.

La chica le dedicó una mirada indignada antes de tirar su mochila junto al Hamilton de piedra y tomar la mano que le ofrecía. Ella miró una última vez a su grupo de estudio, mutantes torturados con aburrimiento, antes de que ambos se dirigieran a la puerta principal del lugar. Juntos, decidieron que volverían hasta verse obligados a ello.








*: Amiga mía.

**: En realidad.

***: de casualidad

****: ¡Y mira que buena suerte!

*****: ¡Escucha primero!

******: ¡Y ahora no hay lobo que nos pueda seguir!

*******: ven conmigo.

N/A: Pido perdón si tantas traducciones les dificultan la lectura, pero aquí presento a un Gambito mucho más joven y creo que es como hablaría. 

La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora