Home with you/ À la maison avec toi/ A casa contigo.
De Rogue queriendo ir a un lugar privado.
El lugar está a tope, la pareja sentada en una mesa alejada entra y sale de la conversación. El hombre ha prendido un cigarro y hablan a través del humo. La mujer derrama un poco de té, pero ninguno de los dos se percata de ellos, embargados en su propio mundo.
Él le habla acerca de cómo los amigos de la chica lo odian, pero ella lo ha escuchado todo antes y el estrés permanece ausente en su mirada.
-Chérie- advierte el cajún, interrumpiendo la conversación de manera repentina. Se tensa, pero pretende mantener la calma.
Rogue ruega para que no sea un villano, cuando sus ojos siguen los de su novio. Se arrepiente en cuanto enfoca una cola, azul y puntiaguda, que delata a un joven mesero.
-Et au-delá*- vuelve a señala con los ojos, el muchacho, ahora hacia lo que parece ser la entrada de la cocina.
Por un momento, la chica no nota de quien se trata. Por lo menos, no hasta que el hombre levanta la mirada y los lentes color carmesí evitan mirarla directamente.
Ojalá hubiera sido un villano.
-Dile a tus amigos que se pueden ir.
La muchacha niega, sabe que no le harán caso. Creían que la vigilaban por su bien. Sí, claro. Como si necesitara que el equipo completo de los X-MEN (una cabellera blanca, que solo puede pertenecer a Storm, trata de ocultarse detrás de un menú junto a un hombre de pelaje azul) fuera a rescatarla de una excelente cita, solo porque el muchacho con el que salía era parte de la Hermandad de Mutantes.
-Demasiados cocineros en la cocina, demasiados necios aquí escuchando- Gambito habla con un tono ligero de molestia.
Entonces a Rogue se le ocurre un buen escarmiento para sus compañeros. Si quieren ver, que vea.
Se levanta de su asiento y menea levemente las caderas para llegar con el joven y sentarse sobre su regazo. Muerde su labio inferior levemente y no se pierde el brillo repentino en los ojos rojos, ni la sonrisa pícara que se forma en su rostro.
-¿Por qué no encontramos un lugar tranquilo?- insinúa-. Quiero ir a casa, contigo. Sí, podemos hacer lo que quieras. Vamos y establece el estado de ánimo. Quiero ir a un lugar privado, contigo.
Silencio.
Y una charola cae.
Ve a Kurt de reojo, disculpándose con la pareja que atendía y puede ver a Scott llevarse una mano a los lentes antes de ser detenido por una pelirroja.
Gambito parece haber perdido el habla, pero la sonrisa no se borra de su cara.
-Mieux que tous mes fantasmes**- logra decir-. Sí, quiero ir a casa contigo.
La chica se levante y le tiende una mano, él la toma rápidamente. El muchacho se toma el tiempo de dejar una buena propina y ella se toma el tiempo de pasar tirando de la cola, azul y puntiaguda, camino a la salida principal.
*: Y más allá.
**: Mejor que todas mis fantasías.
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La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]
Fiksi PenggemarHistorias cortas sobre esta pareja, porque los amo and you can't change my mind. Además, la inspiración me reclamó.