Kiwi |10|

184 16 4
                                    

Kiwi

De  algunos asuntos que no convienen a más de dos mutantes.

Ella tomó su tiempo para fumarse una cajetilla de cigarros baratos y beber de a poco. Un fuerte licor mezclado con un poco de intelecto.

Y la mayoría de mutantes presentes están susurrando cuanto les gustaba eso. Aunque solo la veían por fuera: una cara tan hermosa, en un cuello tan hermoso. Pero solo yo tenía el privilegio de conocerla.

He de admitir que ella me está volviendo loco, pero me gusta.

J'aime*.

Se me está yendo de las manos y creo que estoy perdiendo la cabeza por ella.

Las estrellas brillan en el cielo y un ligero viento atraviesa el lugar para cuando Pyro se acerca. Es el primer valiente o el primero que ha sido retado esta noche. Viene hacia nosotros, aunque su vista queda fija en mi acompañante, que no se percata de él hasta que habla.

-¿Quieres fuego?- ofrece galantemente mientras señala el último cigarrillo que ha quedado olvidado en su mano.

Si no fuera por el hecho de que Rogue es más que capaz de pelear sus propias batallas, yo mismo hubiera mandado al niño de regreso a su grupito.

-Lo tengo justo aquí, petit garçon**- le responde indiferente e inclinándose hacia mí.

No dudo en rozar mi dedo a la punta que me ofrece para encenderlo.

-Siempre sabes cómo satisfacerme- ríe agradecida antes de jalar despacio.

John se retira avergonzado por ser ignorado y vuelve cerca de la fogata. No puedo evitar retarlo con la mirada cuando posa sus ojos en mí.

-Sabes que es un don nadie- me susurra Rogue, acaparando mi atención.

Acomoda sus piernas sobre mi regazo y se acerca para que pueda sentir el tabaco.

-No saben controlarse- gruño disgustado-. ¿No se supone que eso es lo que aprenden aquí? – señaló la Mansión que a esta hora se postra oscura a la distancia.

-Controlar poderes, no hormonas.

Puede captar mi ligero enojo y sabe que no se me pasará sin alguna distracción. Me conoce, sabe que quiero que los deje en su lugar. Así que se separa un poco y habla, no gritado, pero lo suficientemente alto para hacerse escuchar por todos.

-Je vais avoir un de vos enfants un jour- habla coquetamente-. Ce n'est pas leur affaire***.

La beso, casi sin tocarla, riendo. Los otros parecen no dares cuenta de lo que ha dicho, pero el tono que ha usado es suficiente para hacerlos apartar la mirada sonrojados.

Ella sonríe antes de bajarse de un salto del árbol donde nos recostamos y se dispone alejarse de la fogata, donde por tradición los X-MEN y algunos jóvenes nos reunimos en fines de semana, antes de que yo la siga.

-Es Nueva York- ríe tontamente cuando hemos avanzado unos pasos-, siempre intoxicado. En el túnel Holland, narices extranjeras siempre atascadas- vuelve a reír y se apoya contra un tronco.

La acorralo en cuanto tengo la oportunidad y la hago que me vea a los ojos. Me he equivocado antes, ahí es donde brillan realmente las estrellas.

Ella me está volviendo loco, pero me gusta.

J'aime*.

Rogue me besa, sabe a peligro de caer desvanecido.

Y no me quita las manos de encima.

Puedo escuchar pasos acercándose, pero no hay problema.

Ce n'est pas leur affaire***.




*: Me gusta.

**: niñito.

***: Voy a tener un hijo tuyo algún día (la verdad no sé cómo conjugar eso, perdón). No es asunto de ellos.

La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora