La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]

Moments |38|

Moments/Des moments/Momentos.

De cuando Rogue tiene que cambiar de bando.

Es pasada la media noche, pero los gritos de Destiny y Mystique aún se escuchan en el piso de abajo. El viento frío de la noche se cuela por mi ventana, pero no me afecta. Luego de lo que ha pasado hoy, no pienso volver a quitarme los guates en toda mi vida. No quiero dañar a nadie más.

Mis manos empiezan a templar, la voz en mi cabeza vuelve a gritar. Tengo un repentino nudo en el estómago, el sabor metálico se asienta en mi boca por morderme el interior de la mejilla con demasiada fuerza.

Escucho el sonido de un jarrón romperse y la discusión parece aumentar de intensidad. Mis emociones se retuercen y es la creciente inquietud la que me hace abrir las puertas que dan paso a mi balcón. La Luna es la única testigo de mi intento de vuelo exitoso hacia el balcón de Gambito.

Hay humo de cigarro saliendo de su habitación, pero se acaba en cuanto me ve entrar. Sabe leerme perfectamente, así que se tensa repentinamente.

-Cierra la puerta, apagaré la luz- me dice estirando la mano hasta el interruptor-. Acostémonos juntos.

Mira en mis ojos la duda, supongo. Vuelve a estirar su mano, ahora al otro lado de su cama, y se coloca su gabardina para cubrirse.

Tengo mucho miedo, pero me permito acurrucarme entre sus brazos en silencio.

Mi corazón late por fuerza, aunque ahora no es por un ataque de ansiedad, sino por estar junto a él. La voz de Ms. Marvel se calla. Solo Gambito podría tener ese efecto en mí.

-¿Cómo te sientes?- pregunta él después del silencio.

Las lágrimas caen por mi rostro sin poder evitarlo. Los recuerdos siguen tan frescos y apenas sé quién se supone que soy.

-Ella grita dentro de mí- le confieso llorosa-. Nunca me había pasado esto. ¿Qué ocurre? Mamá prometió que sería una misión rápida y sencilla. Me dijo que no la soltara y yo obedecí- mi voz se escucha temblorosa-. Esa mujer... creo que la maté- sollozo.

Siento sus manos sobre mi pelo, tratando de calmarme.

-No digas eso, chérie. Nunca serías capaz de hacer algo así, eres la persona más buena que he conocido.

-No estabas en ese avión conmigo, no viste como su vida parecía irse de sus ojos. Y mi madre seguía diciendo que no la soltara y yo no la solté. 

Gambito hace que lo mire y tengo tanto miedo de encontrar decepción en sus ojos que ver su preocupación me hace llorar más. No me tiene miedo, como ha pasado con los otros miembros de la Hermandad respecto a mis nuevos poderes, él realmente parece más intranquilo por mí que asustado por lo que puedo hacer.

-No tienes la culpa de nada- me consuela-. Creciste educada para seguir las ordenes de Mystique y no puedes ignorarla. Lo que te obligó a hacer está mal. Eres su hija, pero no tiene derecho a controlarte como se le dé la gana. No eres el juguete de nadie. Y eso lo entiende perfectamente Destiny, por eso está peleando abajo contra su propia esposa para poder mantenerte lejos de este mundo.

Gambito tiene razón, por supuesto. Luego de ese episodio, había descubierto los poderes de Ms. Marvel y mi otra madre nos recibió en casa lista para gritarle a Mystique que logró burlar su mirada futura para sus planes.

- ¿A dónde me quiere enviar? - pregunto mientras él limpia las lágrimas que aún no han dejado de salir.

-Je ne veux pas te donner de nouvelles*-suspira-. Vas a ir con Xavier.

-¡No!- me rehúso de inmediato-. Ese grupito no me soporta para nada desde que se enfrentaron a nosotros. ¡Me odian! Y me odiarán más después de saber lo que hice.

-Yo tampoco quiero que vayas con ellos, pero parece ser el único lugar seguro por ahora. Los Vengadores te están buscando y tarde o temprano encontraran este lugar. Magneto no velará por ti y no podemos intervenir con los Acuerdos de Sokovia vigentes. Sabes que yo lucharía por ti hasta mi último aliento, aunque ellos sean demasiados.

-¡Yo puedo con ellos! No son nada para mí, soy la gran Capitana Marvel. Ellos no...

-¡Rogue!

Gambito me sacude y siento mi cabeza doler. Veo una vida pasar por mis ojos, pero esa no soy yo. Siento mi cuerpo temblar ante la invasión en mi cabeza. Estoy a punto de salir volando del lugar, cuando un par de brazos me hacen volver a la realidad.

-Sabes que seré tu vida, tu voz- me susurra en el oído-. Mi corazón respira por los momentos a tu lado- la oleada de cariño me hace volver a la realidad-. Reste avec moi pour toujours**.

Mis recuerdos se comprimen y la voz deja de gritar. Siento que vuelvo a mi propio cuerpo.

-¿Qué está pasando?- pregunto desorientada con la cara contra el pecho de él.

-No lo sé- contesta, pero siento un cambio repentino en él-, pero Gambito no dejará que pases por esto sola. A donde vayas, iré contigo.

Trato de procesar sus palabras.

-No puedo pedirte algo así, cajún. No tienes que estar cuidándome, sé que esas personas te agradan tan poco como a mí. Tienes muchos enemigos ahí y yo no...

-Por más momentos junto a ti- me interrumpe-, no importaría nadar con esos tiburones. Quiero que sepas que estoy a tu lado. Haremos esto juntos.

Lo abrazo con fuerza.

Sé que si él va esta junto a mí, la voz en mi cabeza nunca ganará.

*: No quiero darte la noticia.

**: Quédate conmigo por siempre.