Alive/Vivant/Vivo.
De Rogue encontrando a su destinado en una misión para Mystique.
El día de Gambito había empezado con una sorpresa por parte de Jean-Luc.
¡Una cita con la doctora, genial!
Bien, debía admitir que sí tenía un problema. Luego de lo de Bella Donna tenía los impulsos a flor de piel, su lado alfa andaba más inquieto que de costumbre y solía descontrolarse a la primera señal de hormonas. El médico del Gremio había asegurado que solo se trataba de su inminente celo, pero la ansiedad que presentaba era más fuerte de lo común, así que su padre adoptivo, que ahora se pasaba más por casa, insistió en que una segunda opinión no afectaría a nadie.
A decir verdad, hay que admitir que la pobre beta trató de ayudar. Se mantuvo seria y concentrada todo lo que pudo. Fue un descuido mínimo, pero para un alfa como Gambito el cambio de ambiente le resultó fácil de percibir.
- ¿Qué está mal conmigo? - preguntó honestamente, antes de que la mujer se cruzara de piernas, su falda se levantara y fuera consciente de la mirada de Gambito-. No sé por qué quiero estar con cada chica que conozco- sonrió de lado-. No puedo controlarlo y sé que esto se está apoderando de mi- se atrevió a ir más lejos, liberando una pequeña parte de su aroma-. Quizá me estoy volviendo loco y no puedo contenerlo.
La mujer (docteur Amelié, peute être?*), débil ante él, no pudo contenerse de sonreír y su mirada se nubló por el deseo antes de contestarle.
- ¡Hey, está bien! - se levantó y arrodilló ante él, acariciando su mano-. ¿Eso te hace sentir vivo? No mires atrás. Vive tu vida, incluso si es solo por esta noche.
Entonces lo habían hecho en su consultorio, sobre su escritorio y no había sido satisfactorio para nada, porque su alfa interno se desagradó del contacto. Huyó en cuanto ella pidió su número y Henri (bendito sea su hermano adoptivo) lo arrastró hasta el primer bar de Ladrones que encontraron abierto.
La chica del mechón blanco captó su atención en cuanto entró. Sus miradas se cruzaros, su lobo gruñó y la ansiedad se calmó. Se obligó a caminar hasta la barra para calmarse, porque en territorio de Ladrones él no podía mostrarse como un cachorro emocionado. Mantener la compostura era propio de un líder.
- ¿Quién es la bella dama? - preguntó al barista señalando la muchacha con la cabeza.
-No es de por aquí, lleva algunos días pasando de Gremio en Gremio- respondió sirviendo las bebidas para los hermanos-. Parece buscar a alguien.
Gambito no pudo evitar hacer una mueca, ¿por qué, en su sano juicio, su omega buscaría alguien que no es él?
-Elle est jolie**- comentó con diversión su hermano.
-Mira para otro lado, beta- le advirtió antes de dirigirse hacia ella.
Efectivamente, la cazadora de cuero que llevaba no la identifica como parte de ninguno de los Gremios. Sin embargo- Gambito pensó-, tiene materia de Ladrona. Y sonrió ante su propio pensamiento.
Tomó la silla libre frente a ella y se sentó. Ella le mantuvo la mirada en todo momento, tal vez sorprendida.
-Qu'est-ce qu'une belle femme comme toi fait si seule?***- preguntó tratando de sonar casual.
-Je ne suis pas seul, j'attends mes amis****- ella sonrío al ver la cara de desconcierto por el francés que manejaba.
-Gambito, para servirte- ofreció su mano y en cuanto la de ella (enguantada, a pesar del clima fresco) la aceptó, se atrevió a depositar un beso en sobre la tela. La piel pálida de la chica le permitió deleitarse con el sonrojo que cubrió su rostro.
-Rogue- respondió sonriendo y analizándolo con la mirada.
Por un momento, Gambito desconfió de ella. Había algo en su sonrisa, algo ligeramente sospechoso que sus años como Ladrón le advirtieron, pero cuando ella acomodó un mechón de pelo sobre su oreja y lo vio por debajo de sus pestañas, el sentimiento fue rápidamente desplazado por su alfa.
-Me han dicho que pareces un poco perdida- trató de sacar conversación.
-Mi jefa me mandó por algo importante, pero mi plazo se alargó así que me ha mando ayuda.
-¿Esos amigos que tanto esperas?
-Si. No es común en mi atrasarse, así que creyeron que podría necesitar apoyo.
-Parece que trabajas para alguien poderosa.
-Más bien... peligrosa- respondió y sus ojos advirtieron de nuevo a Gambito.
El muchacho hubiera sida capaz de ver que algo no andaba bien, de no ser por el ruido de alguien entrando al lugar. Siguió la mirada de la Rogue hasta la entrada, donde dos muchachos de aspecto extraño la observaban. Su alfa gruñó ante la falta de atención por parte de la chica.
-¿Qué tal si dejamos un rato a tus amigos y continuamos charlando en un lugar un poco más privado?- preguntó esperanzado tomando su mano y, sin obtener resistencia, la llevó hasta el balcón del segundo nivel, olvidándose de su hermano y de su trabajo pendiente.
El sol estaba en el punto más alto, debía ser medio día, pero el clima era agradable y el viento arrastraba el olor de la omega hasta su nariz. Olía a lo que más le gustaba: dinero, habanos de la mejor calidad e inocencia.
El alfa de su interior se removió ante el aroma de su destinada y no puedo evitar acorralarla contra el barandal y susurrarle cosas al oído que no se podrían repetir. Rogue se sonrojó nuevamente y percibió el cambió en su mirada, el deseo y la duda batallaban.
-Mis amigos- logró decir levando la vista hasta conectar sus ojos-, nos verán. ¿Qué dirán ellos?
-Hey, está bien- le consoló acercando sus labios-. ¿Esto te hace sentir viva? No mires atrás. Vive tu vida, incluso si es solo por hoy.
Y ello lo besó y, por unos instantes, el alfa aulló de felicidad y sus labios se movieron el mejor baile de su vida y sintió que podía vivir así, que podía dejar todo atrás y vivir con ella, por ella. Luego vino el dolor, un sentimiento de succión, como si le estuviera arrebatando algo. Recuerdos de toda su vida pasaron por su mente y percibió como sus poderes se debilitaban.
Trató de apartarse de ella, pero su fuerza era casi nula y se vio a si mismo cayendo al suelo. Rogue se arrodilló junto a él y acarició su cabello.
-La primera vez es la que más duele, alfa- le habló al oído-. Respira, estas a punto de desmayarte y el dolor pasara.
Por supuesto, tenía razón. En cuanto sus ojos se empezaron a cerrar, distinguió a los dos compañeros de su omega irrumpir en el balcón.
-Bueno- habló el más bajo de ellos, que tenía una cara muy fea-, Mística no especificó si lo quería vivo o muerto.
-Cállate, sapo- le contestó Rogue, que seguía peinando sus cabellos-. Es mi alfa, así que mamá lo aceptará vivo. Vamos, Avalancha- llamó al otro sujeto, que era más alto y musculoso-, ayúdame a llevarlo.
Y fue cuando perdió la conciencia.
*: ¿doctroa, Amelié, puede ser?
**: Es muy bonita.
***: ¿Qué hace una mujer tan bella como tu tan sola?
****: No estoy sola, estoy esperando a unos amigos.
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La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]
FanfictionHistorias cortas sobre esta pareja, porque los amo and you can't change my mind. Además, la inspiración me reclamó.