Stack It Up |33|

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Stack it up/Empilez-le/Apilarlo

De Rogue comprando a Gambito.

Como era de esperarse, Magneto acordó la reunión en el lugar donde todo empezó: el Casino Genosha. Lo tenía contemplado, aun así no rechacé la oferta de Wanda y Lorna de acompañarme. Además, ordené a Pietro que se quedara con mis demás hombres en el perímetro de nuestra zona. Es estúpido confiar en el hombre con el que negociamos.

El lugar era enorme, pero el esplendor que lo acompañaba  en el pasado había desparecido. Las paredes tenían el papel rasgado, el techo parecía pronto a desmoronarse, las luces amenazaban con apagarse a cada parpadeo y una pestilencia se esparcía por donde caminábamos.

Magneto estaba en el Blackjack junto a media docena de mutantes armados, aunque daban la sensación de aguantar la respiración para no vomitar por el hedor. El hombre tenía el pelo canoso y las arrugas surcaban su rostro, igual que su casino, él ya no era nada. Ahora, parada frente a él, no puedo creer que fuera capaz de darme miedo en el pasado. No es más que un viejo luchando por no ahogarse en la quiebra.

No me miró primero, sus ojos se posaron en mis acompañantes.

-Niñas- saludó con expresión cansada. Su voz delataba añoranza.

-No sé a quién le hablas- Lorna contestó, viéndolo con inferioridad.

-Ahora somos parte del Raven, no somos niñas. Polaris y la Bruja Escarlata no son más tus hijas- apoyó Wanda a su hermana.

En otro tiempo, el metal del lugar lugar hubiera explotado en descontrol ante la ira de la respuesta. Sin embargo, Magneto no movió ni un dedo. Tal vez estaba enterado de lo que ellas eran capaces de hacer ahora.

-Lensherr- hablo, impaciente, por ir a lo que importa-. ¿Dónde está?

Sin dignarse a levantar la mirada de su mano de cartas, hace una seña con la mano y de la oscuridad surge Azazel con Gambito amordazado. Los ojos rojos me miran sorprendidos, su cara está sucia y hay sangre en su estómago. No esta tan mal como debería, las fuerzas de Magneto han de estar reduciéndose.

-No entiendo tu interés por esta rata, D'Acanto- dice sonriendo de medio lado.

Aprieto los puños. Sabe cómo enojarme, porque sé que lo recuerda. En realidad, ha de recordarlo todos los días en sus sueños, recordar el tiempo donde el poder estaba de su lado y vivía apilando dinero.

Supongo, también, que se acuerda de cuando me arrebató de los brazos de mis madres en Caldecott y luego las mató a ambas. Se ha de recordad de las torturas que nos daba a los mutantes que creía éramos más poderosos que él, justo en el sótano de este mismo casino. Y, con los dientes pelados, ha de recordar las conversaciones que teníamos entre nosotros cuando creíamos que estábamos solos y luego sus burlas ante nuestros sueños de libertad susurrados.

Pero ahora soy yo quien tiene el poder y eso hace que me relaje. No moriré en la nada y, en cambio,  vivo en VIP. Yo soy quien maneja la droga, los clubs y la ciudad. No me piden identificación a donde voy. Ya no sueño con dinero, porque lo tengo. Solo me faltaba algo y hoy lo conseguiré. Cumpliré mi promesa con Gambito.

Lograr salir de la dinastía de Magneto fue duro, solo logré huir por un error de novato. Me uní a los enemigos de mi enemigo y ahora soy quien apila el dinero y el poder. La fama del Raven creció gracias a quienes conseguimos salir de la jaula de metal y pronto tuvimos la oportunidad de sacar a nuestros amigos, pero Erick no iba a dejárnoslo fácil. Sabía que yo quería a Gambito, así que lo ocultó hasta que ya no pudo más.

-Dale la primera carga- le digo a Lorna. Ella levita el maletín gris hasta la mesa de Blackjack-. Diez millones. Quicksilver traerá el resto en cuanto cumplas tu parte.

Por un momento, se quedó absorto observando el dinero y sus ojos relucieron con sed de lo que ya no tiene. Chasqua los dedos y Azazel suelta a quien sostenía. El cajún se tambala, pero Wanda se apresura a sostenerlo y sacarlo del lugar.

Magneto contando sus billetes es lo único que se escucha hasta que mi auricular se enciende.

-Listo, jefa- habla Pietro-. Su hombre está a salvo.

-Trae el resto- le contesto.

Una leve brisa mueve mi cabello y un maletín negro aparece a los pies de Polaris, que no tarda en dárselo al hombre de cabello blanco.

-Quizá este dinero pueda salvar tu imperio por unos meses más, pero pronto se acabará y tus ruinas te caerán encima.

-Eres sádica, Rogue. No sé qué te impide matarme en este momento.

-No te mereces una muerte rápida. Ver desmoronarse todo lo que tardaste años en construir es una mejor forma de dejarte a manos de Hades. Solo, triste y sin dinero es como morirás- le digo tomando la mano de Lorna y saliendo del lugar.

Soporto la ida en limosina en silencio. Kaos, quien es el que conduce, se da toda la prisa que puede hasta llegar a nuestro territorio. 

Se estaciona en el callejón del club de Emma Frost, donde Gambito está siendo atendido por Bestia. En cuanto me mira, no duda en pararse a abrazarme.

-Oh, chérie- me susurra en el oído-. Nunca dude en que cumplirías tu promesa.

-Jamás te dejaría ahí, Remy. Ahora estamos juntos.

La beauté et le voleur [Rogue x Gambit]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora