Uno de los primeros recuerdos de Amelie era de cuando tenía tres años. Había encontrado una pequeña bicicleta que en algún momento supo pertenecer a un primo suyo por parte de madre, pero que en esos momentos yacía en el fondo del cobertizo cubierta de tierra y telarañas. Amelie la había sacado y con toda la capacidad de tomar malas decisiones que una niña de su edad tenia decidió darle una oportunidad. Se había caído al instante, pero jamás había tocado el suelo pues su padre había estado ahí para atraparla.
La seguridad de sus brazos siempre había sido una constante en su vida aún así tuviera tres años y estuviera experimentando con cosas nuevas, o tuviera quince y su primer corazón roto. Ser abrazada por el tenia algo especial que la hacía sentir, por un momento, que todo estaba bien.
Ahora, veinticinco años desde la última vez que lo había visto y ambos en una mejor vida, podía asegurar que no había mejor lugar que sus brazos. Amelie lloraba, Joshua lloraba, y ambos se aferraban al otro con fuerza, temiendo que soltarse significase volver a perderse.
—Lo siento mucho —lloró Amelie—. Soy la peor hija que existe...
—Ames, mi amor, está bien. No pasa nada, no tienes que disculparte —le aseguró su padre dejándole un beso en la frente—. Lo único que importa es que estamos juntos de nuevo.
Amelie asintió incapaz de decir nada más e intentó limpiarse las lágrimas, logrando únicamente que más agua cayera de sus ojos. Pensó quedarse así por el resto de su nueva vida en el más allá, abrazada a la persona que más amaba en el mundo.
Pero siempre las cosas tenían que salir de manera opuesta a cómo esperaba que lo hicieran, y un carraspeo seguido de una voz masculina a sus espaldas hizo que tuviera que soltarse para ver quien había tenido la mala idea de interrumpirlos.
—Joshua, ¿no vas a presentármela?
—Lo siento. Caleb, ella es Amelie. Ames, él es Caleb, es dueño del lugar.
—¿Amelie? Vaya, he oído mucho sobre ti en los últimos años, encantado de conocerte finalmente —dijo el tal Caleb con una sonrisa un tanto espeluznante, estirando su mano frente a él.
—Un gusto —dijo ella lo más cordial que pudo y sacudió su mano. Al instante en que lo hizo sintió una fuerte punzada en su muñeca, donde una pequeña estampa violeta había aparecido por unos segundos antes de desvanecerse—. ¿Qué fue eso?
—Un regalo, eres bienvenida en este club cuando quieras.
—No, no, no a ella Covington...
Antes de que Amelie pudiera preguntarle a su padre por qué había dicho aquello como si la estampa del club fuese algo malo, Caleb chasqueó los dedos y lo hizo desaparecer, para segundos después hacer lo mismo con ella y así ahorrarse responder todas las preguntas que la pobre chica tenía atoradas en la garganta, comenzando por cómo su padre había llegado a dar con ese tipo hasta donde estaba ahora y cómo podía encontrarlo de nuevo.
Volvía a estar en la escuela de Julie donde el baile se había celebrado, solo que ahora estaba completamente vacío salvo por tres fantasmas que parecían cargar con un enorme arrepentimiento.
Bien, pensó Amelie, debían de arrepentirse de lo mal que se habían comportado esa noche.
—¿Donde está Julie? —preguntó mirando a sus alrededores sin rastros de su amiga—. ¿Qué hicieron?
—Nos disculpamos pero está más enojada de lo que esperábamos.
—Oh.
—¿Eso es todo? —preguntó Reggie—. ¿No nos vas a gritar de nuevo? ¿Decir que somos egoístas? ¿Amenazar con matar de nuevo a Luke?
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✓ SECOND CHANCES ━ julie and the phantoms au
Fiksi PenggemarDonde Amelie Payton consigue una segunda oportunidad para arreglar su vida, su banda, y su relación con Luke. ━ luke patterson x oc comenzada: 14/09/2020 terminada: 30/12/2020