Capítulo 13: La Ruptura

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Bulma

- Shh... ¡Oolong! Estás haciendo mucho ruido. – Le dije mientras empujaba su cabeza hacia atrás detrás de la esquina donde nos encontrábamos.

- ¡Qué fastidio! Esto es entre tú y Yamcha, y siempre termino enredado en sus problemas.

- Desde que peleamos, hace unos días, Yamcha ha estado regresando muy tarde a la Corporación y sospecho que puede estar engañándome. Necesito investigar y tú tienes que ayudarme.

- No sería la primera vez que Yamcha hace esto. – Pronunció con los brazos cruzados mientras se apoyaba perezosamente sobre la pared. - Es un tonto con las mujeres. – Solté un suspiro.

- Tú no eres muy diferente.

- Sí, pero, por lo menos, yo no me comprometo con ninguna dama. Mis encantos pueden ser fatales con las chicas y no puedo aprovecharme de eso. – Esbocé una sonrisa.

- Bueno, en lo de fatales, quizás tengas razón... - De repente, escuché aproximarse la voz de Yamcha y callé. - ¿Escuchaste eso, Oolong?

- ¿Qué? Yo no escuché nada.

- ¡Shh! Mira alguien está entrando. – De pronto, observé a Yamcha acercarse a trompicones a su habitación junto a una voluptuosa y alta mujer rubia. Abrí la boca anonadada mientras sentía bilis subiendo por mi garganta. - ¡Ay, esto es increíble! – Exclamé cuando la puerta se hubo cerrado. - ¡No puedo creer que me haya esto! Y tenía que ser con ella.

- ¿La conoces? – Preguntó Oolong con los ojos abiertos como platos. - Es muy bonita.

- La vi el otro día hablando con Yamcha, dijo que era la directora de su club de fans. – Me quejé con fuego corriendo por mis venas.

- Bueno, ya que ya tienes la respuesta que buscabas, ya pode...

- Oh no. – Pronuncié mientras lo arrastraba conmigo hasta el cuarto. – Esta vez él me va a escuchar.

Escuché risas al otro lado de la puerta y, lentamente, la abrí hasta ver a la chica envolviendo a Yamcha con sus delgados brazos; y la cara de él embarrada en labial. Abrí la boca intentando recordar todas las cosas que quería decirle, pero no pude soltar una sola sílaba. La tristeza había desplazado a la rabia y ahora sólo podía permanecer congelada mientras miraba la horrorosa escena. Yamcha...

Yo sabía que esto podía pasar, pero nunca pensé que, realmente, lo haría.

La chica soltó un gritito de sorpresa al vernos y Yamcha palideció instantáneamente. Observé cómo la muchacha recogía sus pertenencias con rapidez y mi novio se acomodaba su camisa lo más rápido que podía ¿Por qué había hecho esto...?

- Bueno... esto es incomodo. – Balbuceó Oolong.

- ¡Bulma!... Yo... ¡Yo puedo explicarlo! – Exclamó Yamcha mientras se acercaba a mí e intentaba tomar mis manos.

- Estoy segura que puedes, pero yo no quiero escucharlo. – Musité alejándome hacia atrás mientras una nueva ola de rabia me invadía.

- Será mejor que me vaya. – Anunció la mujer.

- Te acompaño, preciosa. – Respondió Oolong sin duda. La muchacha soltó un suspiró irritada y justo al pasar al lado de Yamcha susurró:

- Te llamaré. – Me moví hasta ella molesta y Yamcha me sostuvo por el tronco hasta que la puerta se hubo cerrado detrás de ella. Me solté dolida de su agarre, y lo miré fijamente.

El Orgullo del Príncipe Saiyajin (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora