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–Adiós, viejo.–

–Adiós, mocoso.–

Ambos se abrazaron y NamJoon no entendía el porque de aquellos apodos si al parecer se agradaban.

–¿Vendra mañana, hyung?

–No creo que a NamJoon le agrade la idea, pequeño.–

–¿NamJoon hyung, SeokJin hyung puede venir mañana?–

–No lo sé, ¿Que pensarán tus padres?–

–Dijeron que usted podía invitar a quien quisiera. Por favor, hyung, ¿Si?–

–Por favor, Nam, ¿Si?–

–Ah, me hacen parecer el malo si digo que no pero es mejor evitar inconvenientes con tus padres.–

–Pero, hyung..– Puchereo.

–Dejalo, Kookie, tiene razón, otro día vendré a verte, ¿Si?–

–De acuerdo, hyung.–

SeokJin revolvió gentilmente el cabello de JungKook, se abrazaron y se despidieron, como ya era de noche Jeon ya se tenía que alistar para dormir.

–Bien, vamos, tienes que cepillarte y ponerte pijama.–

JungKook asintió y ambos subieron las escaleras.

–Hyung, ¿Cuanto tiempo se quedará?– Entrelazó su mano con la del mayor.

–No lo sé, hasta que tus padres vengan.–

–No quiero que usted me deje.–

–No lo haré, pequeño.–

Llegaron a la habitación. –¿Me lo promete?–

–Te lo prometo. Ahora a alistarse para dormir.‐

El pequeño asintió y cuando ya estuvo listo el y NamJoon se acomodaron en la cama, el mayor estaba sentado, Jeon estaba en su regazo mientras sostenían un libro de cuentos, ahora era costumbre leer antes de dormir.

–¿Porque las princesas siempre necesitan un príncipe?–

–No lo sé, así es la historia.–

–Jisoo dice que no le gustan, mucho menos la sirenita porque ella dejó a su familia y su voz por un tonto príncipe.–

–Oh, interesante, ¿Jisoo es tu amiga?¿Te gusta?– Cuestionó coqueto.

–No, hyung, Jisoo noona es mucho muy mayor que yo y la quiero mucho pero como una hermana.–

–¿Y cuantos años tiene Jisoo?– A Kim parecía llamarle la atención. –¿Es linda?–

–Muy mucho linda, hyung y muy inteligente también, me enseña muchas cosas, creo.. creo que es de tu edad, hyung.–

–Encerio que es interesante.–

–¡Pero hablábamos de los príncipes!– Volvió al tema. –¿Siempre un lindo príncipe viene a salvar a la bella princesa, cierto?–

–No lo sé pero diremos que es cierto.–

–Entonces usted es mi príncipe, ¿Puede ser yo su princesa?–

Kim soltó una pequeña risa, no entendía a que se refería el menor pero era demasiado adorable.

–¡No se ría!–

–Ya, ya, ¿A qué te refieres?¿Ser mi princesa?–

–Pues, usted me salvó a mi, así que es mi príncipe, ¿No?–

–¿Yo te salvé?–

Asintio. –Yo estaba solo y triste sin usted, hyung, me salvaste de eso, ¿No?–

–Oh, pequeño, ¿Te sentías triste y solo?–

–No importa, ¿Verdad que no me dejara?–

–No te dejaré.–

–Bien, ahora deseame, digo, deseeme buenas noches.–

A Kim también le parecía tierno que a Jeon se le olvidara tratarlo de "usted/hyung".

–Disculpe, no le diga a papi que le hablo sin respeto, por favor.–

Incluso le parecía muy tierno cuando se corregía y disculpaba, simplemente Jeon le parecía demasiado tierno.

NamKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora