||Memoria de tacto|| -BokuAka-

*ESPECIAL HALLOWEEN*

(situado un año antes)

Ya habían empezado los preparativos para esa noche, ya tenían previsto como saldrían a pedir dulces algunos chicos  que son mencionados en esta historia. Pero empecemos por el par de bros.

—Bro, ¿Seguro que va a quedar redondo? —preguntó Bokuto, algo confundido con la confección de su traje en conjunto.

—Si bro, tranquilo —respondió Kuroo con la mayor calma del mundo, estando ambos en la casa del azabache, compartiendo una noche de panas.

Estaban haciendo su disfraz, y ya llevaban un buen par de horas haciéndolo porque digamos que buenos para las manualidades de ese tipo no eran, la madre de quien poseía características de gato llevándoles bocadillos de vez en cuando.

—Entonces, ¿Nada con Akaashi aún? —preguntó Kuroo, viéndose una expresión confundida en Koutaro, quien dejó caer su cabeza sobre la mesa con pegamento y demás cosas— ¡Pero Bro! —alegó al ver eso, dando un suspiro—, supongo que no.

—¡No lo entiendo! ¿por qué me preguntas bro?—respondió con duda.

—Por nada bro —molestó con una sonrisa astuta, causando quejas en el contrario. Quizá él no se daba cuenta aún.

—¿Y tú Kuroo qué me dices? —preguntó enojado—, ¡Yo te veo rojo cuando Kenma apenas te toma la mano! —se quejó sin ninguna restricción.

—¡IDIOTA MÍDETE! —gritó, su madre riéndose y escuchando de eso.

Igual ya tenía claro que su hijo era homosexual, o al menos bisexual.

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Akaashi en ese momento apenas y tenía amistades, se había cambiado de escuela y casa, así que no tenía mucho qué hacer. Su madre le pidió ayuda para adornar un poco el jardín ya que se acercaba esa celebración tenebrosa que a muchos les encantaba, él era algo indiferente a ello, no iba a mentir.

Esa tarde antes de empezar a escucharse a la gente llamando a casa para que los niños recibieran dulces, Akaashi recibió una llamada.

—... ¿Bokuto-san? —preguntó extrañado, respondiendo al celular sin meditarlo demasiado tampoco.

—¡Akaashi! ¿Quieres ir a pedir dulces con nosotros? —preguntó animado, escuchándose una ruidosa risa de fondo, en  ese momento para Keiji siendo de procedencia misteriosa— ¡Mientras más mejor! —decía con  estusiasmo.

Akaashi había ingresado ese año, y dirán por qué Bokuto tenia interés en que fuera. Sencillo, se sintió cautivado con ese setter de primer año. Asi que claramente iba a hacer el esfuerzo de invitarlo a pasar una noche con él para hablar y entablar un poco más de amistad.

—... No tengo disfraz —respondió con sencillez, algo seco inclusive.

Hubo silencio, en el otro lado de la línea Koutaro entrando en un gran pánico.

—¿¡BRO QUE HAGO!? —Gritó con fuerza, tapando el celular, Kuroo sin poder evitar reírse.

—Dile que venga acá antes de que sea de noche y le hacemos algo —rápidamente improvisó, el búho confundido asintiendo.

—¡Aquí te disfrazamos de algo! 

Y hubo otro silencio.

Akaashi no sabia que en lo que meditaba aquello el pobre rematador se retorcía en el sofá de Kuroo, mientras este comía papas de una bolsa que tenía en la despensa.