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Ya no habían pensamientos en mi mente, estaba cansado de los recuerdos, de las teorías y de todas las mentiras que salían a la luz.

La puerta de mi cuarto se abrió y me levanté alarmado, entonces Jaehyun apareció.

–Jae –Susurré aliviado y él sonrió.

–Traje helado de café, sé que te gusta y que sólo has bebido agua–

–¿Cómo...–

–Había olvidado devolverte la copia de tus llaves. Y estoy aquí porque me comentaron que estabas mal, llevas días sin salir de casa–

–Sólo puedo pensar en que todo fue mentira... ¿Tú lo sabías?–

–No, pero conozco la razón–

–¿Cuál es?– Lo miré sin animos.

–Johnny lo ama hace más de cuatro años, intentó olvidarlo miles de veces y cuando supo que estaba contigo terminó toda relación con Donghyuck, sin embargo, éste no renunciaría a John, por eso le pidió ser amigos además de su silencio–

Lo miré con la ceja alzada. Dijo no ser conciente de ello, entonces, ¿cómo lo sabía?

–No soy ciego, saqué mis conclusiones y ahora pude confirmarlas –Explicó.

–¿Cómo supiste que te hablaba de eso? ¿Quién te dijo que estaba mal? Por favor, respóndeme, YoonOh –

–Chenle llegó afligido a mi trabajo, allí me contó todo lo que no pudo decirte. Ese día te iba a contar toda la verdad para que tomaras tu decisión–

–Eso quiere decir que hay más verdades que no conozco –Reí con sequedad.

–Te ama, se nota en su mirada–

–No, yo era el medio para lograr su venganza. Sólo lo dices porque te gusta–

–Aunque fuese así, sus ojos estarán siempre pendientes de ti. Supuso que estarías acostado con tu hoodie favorito, sin poder conciliar el sueño y a falta de apetito ni siquiera te moverías si tocasen tu puerta–

–Pero no puedo creer en sus palabras, ni siquiera las acepto. Tal vez si me lo hubiera dicho desde el comienzo...–

–Tú no pudiste decirle que estabas con Hyuck porque tampoco encontrabas la forma de hacerlo. Cuando preferiste la felicidad de Lee, sus heridas se volvieron a abrir, no podía permitir que él ganara nuevamente–

–Entonces, ¿sugieres que es culpa del amor?–

–Nadie decide a quién amar y lo sabes– Suspiró– Lele y John amaron a Haechan con todo su corazón; Chenle comenzó a amarte a pesar del odio que había en su interior; Suh puso tu amistad sobre sus propios sentimientos–

–Maldición, ya lo sé, sin embargo, no quiero creerlo. Quisiera decir que Lee es el culpable de toda esta serie de mentiras, pero lo quise tanto que no podría convencerme de ello– Mis ojos volvieron a arder, recordándome que mi interior se incendiaba.