LA PANDILLA #2 "INCONMENSURABLE"

Capítulo.-5

Las palabras; Agotador, triste, melancólico y evitar, resumen mi semana.

Eso es lo que hecho en todos estos días. Thomas, irónicamente me hizo un interrogatorio casi policial al ver mi nariz con un morete cuando llegué a casa. No le oculté nada y zanje todo diciéndole lo sucedido. Ha sido un punto a mi favor porque no volvió a insistir sobre el tema o más bien la pregunta "¿Ya hablaste con Peter?". Así que todo está relativamente calmado.

En mi trabajo de alguna manera me las he arreglado para llegar antes de mi horario y salir después para evitar encontrarme con Peter o Jared. Claro que el causante de mi dolor de nariz se presentó tocando la puerta de mi oficina en varias ocasiones, pero como la mujer madura que soy me escondí debajo de mi escritorio para que no me viera.

No quiero ser descortés o algo parecido, es solo que me da cierta ansiedad y dolor saber que es el hermano de Beatriz, la novia de Peter...el chico que amo, nada más.

Así que en los almuerzos me quedo encerrada en mi oficina fingiendo que no me encuentro, a excepción de ahora que estoy comiendo en compañía de Ingrid, mi nueva compañera de trabajo y posible nueva amiga.

—¡Odio comer ensaladas!.—Exclama dando un mordisco a su emparedado.—Si algo no soporto, es fingir que me cuido de esa manera.

—Concuerdo contigo, las ensaladas son un acompañamiento, no comida.

—Exacto.—Me apunta con un dedo.—No me has contado, ¿te está gustando el trabajo?

Hago un lado mi bebida y formo una mueca con los labios algo pensativa.

—Es algo nuevo para mí, pero si me gusta. Aunque nunca antes me había mudado fuera de mi ciudad.—Le cuento.—Ya sabes, pero uno de mis mejores amigos está aquí entonces no me siento tan...perdida.

—Te entiendo, yo hace años viví lo mismo que tú, incluso quería regresarme a casa.—Me sonríe y se acomoda el cabello.—Luego vi a los doctores y se me pasó.

Ambas soltamos una carcajada. Ingrid es dos años mayor que yo pero es divertida y agradable. Me ha contado casi todo de ella a excepción de cómo llego aquí, tal vez sepa algo sobre la hermandad de los Colth...o sobre Peter.

—¿Y hace mucho que trabajas aquí?.—Pregunto cautelosamente y doy una mordida a mi emparedado.

—Uhhh creo que como cinco años.—Dice pensativa ladeando la cabeza.—Comencé a ser mis prácticas aquí y cuando me gradué me ofrecieron trabajo, me cayó como anillo al dedo.

—¡Eso es increíble Ingrid!.—Exclamo felicitándola.—¿Conoces a todos los doctores? ¿Al doctor Colth?

Una sonrisa pícara se dibuja en sus labios.

—¿Qué quieres saber del doctor Jared Colth?.—Su tono sugerente me hace reír.

—¡Nada! Solo me da curiosidad.—Me excuso.—Conocí a su hermana Beatriz, no quiero ser grosera pero...no parecen hermanos.

—Eso es porque no lo son.—Alzo ambas cejas con clara sorpresa.—La madre de Jared adoptó a Beatriz cuando tenía cuatros años, algo así. Dicen que fue muy triste cuando ella falleció, fue hace siete años si no me equivoco, toda la clínica estuvo de luto y honró su memoria.

—¿Ella era muy importante aquí?.—Me aventuro a preguntar, Ingrid asiente efusivamente en afirmación.

—Ella y su esposo son uno de los beneficiarios del lugar, sin ellos no tendríamos trabajo.

Me quedo en silencio digiriendo la información. Ingrid se aclara la garganta llamando mi atención.

—Alaysa, hace mucho que quiero preguntarte algo, pero no quiero molestarte.—Dejo salir una risa negando con la cabeza, y agrego que puede preguntar lo que quiera.—¿Como conoces al doctor Finch?