Ella se ve tan espectacular como siempre, pero no se ha arreglado para mí, al igual que jamás lo hará. Tomo un sorbo del wiski en mis manos mientras observo el panorama. Ella acercándose con esa hermosa sonrisa, irradiando felicidad como suele hacer. Ese vestido pegado a su esbelta figura. Brilla más que cualquier otra persona hoy o cualquier otro día. Ella es una diosa, solo que no lo ve.
Se acerca con sus piernas largas, pero no hacia mí, si no a su objetivo, su único objetivo hoy y siempre. Park Jimin, su despampánate crush del cual ella vive enamorada. Tomo otro trago de mi bebida, ahora me sabe amarga, demasiado para ser real. Él no está solo y ella lo ha notado, pero igual saluda a ambas personas con un beso en la mejilla despidiéndose en seguida. Ese idiota ha tenido más novias de las que mis dedos pueden contar y tan solo en este año. Ella se ha despedido con una sonrisa, pero estoy seguro que al darse la vuelta la ha borrado de inmediato. Es una tonta, una tonta a la que amo y no puedo dejar sola. Dejo mi lugar en la barra de esta aburrida fiesta, dejando mi vaso medio vacío en la barra. ¿Por qué la sigo? ¿Por qué sigo involucrado en este juego de poderes? No lo sé, lo único de lo que soy consiente es que amo estar con ella. Ser su pañuelo de lágrimas, aunque anhelo ser mucho más.
Sus hermosos ojos se encontraron con los míos cuando la seguí fuera de ese hogar lleno de chicos hormonales llamando lo que sea que ocurría allá adentro como fiesta. Su vista nublada de lágrimas. Llegue tarde, ya comenzó a llorar.
- Jamás seré la única, por más que me esfuerce - me dolía verla así, pero cada que se intentaba limpiar sus lágrimas con las mangas de su ropaje lucia tan tierna y hermosa.
- ven aquí- la atraje a mí con voz suave, rodeándola por los hombros. Recargo su frente en mi hombro, los suyos subiendo y bajando por los sollozos que emitía, derramando lagrimas mientras sentía cada segundo que pasaba mi camisa más y más húmeda por su llanto. Sé que en algún momento esto cambiara, tengo la esperanza que así sea, que vea lo valiosa que es, que lo vea a través de mis ojos, que sepa que estoy tan malditamente enamorado de ella. - no es tu culpa
- ¿Porque no le gusto?
- las personas son así, a veces no saben apreciar lo valiosos que somos aun teniéndonos en frente... - acaricie su espalda, jugando un poco con su cabello, viéndola a los ojos. Anhelaría ser el idiota de Park, tan solo un día para que ella me amara como lo ama a él, para amarla como nunca he podido hacerlo. - Está dejando de lado a una gran chica.
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