Finalmente, la boda

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OMG, estoy tan feliz, todos los capítulos los hice pensando este, ya lo había escrito, de una forma diferente, pero ahora me gusta más que cuando comenzó, pero la idea no la desecharse, hablara algo más en este cap que les va a encantar a muchos.

Narra Vegeta

Todo ya estaba dispuesto, las sillas dónde los invitados se sentarían, la alfombra por dónde pasaría, el arco dónde se casaría finalmente teniendo de fondo el mar con el cielo nocturno.

Pase mi vista desde la corona de flores que llevaba, bajando con lentitud por el velo con un borde brillante, el traje con ligeros toques de pedrería y la cola plegada en un precioso acordión, los ramos de amapolas con helechos reposaban con delicadeza sombre una mesa junto a un par de copas y una botella de champaña.

— ¿Estás listo? —.

***

Me encontraba caminando hacia la casa de Freezer, según me había dicho era una “emergencia urgente” que fuera en el preciso momento, cuando llegue a la puerta delantera toque el timbre escuchando al instante su grito.

Freezer: ¡Entra por la de atrás!

Rodé los ojos incrédulo, me lo hubiera puesto en el mensaje, di la vuelta y entre por la puerta que daba a la cocina, me sorprendió ver un tiradero en el piso, era ¿Tela?

Si. Era tela, trozos y retazos de tela blanca dirigían un camino por el pasillo que iba bajo las escaleras, comenze a seguirlo, tres pares de puertas, una a cada pared y otra al final, note que el camino de tela se dividía en dos, uno iba a la puerta de la izquierda y otro a la derecha, estuve a punto de entrar en la de la derecha cuando escuche un respingo de la otra.

Asomó la cabeza por la puerta y me encontró en el estudio de la casa, un Freezer con una cinta métrica al rededor del cuello, alfileres en la boca y por más increíble e inverosímil que parecía la idea ¡Tenía unos lentes!

Puesto en un maniquí negro, Freezer media con cuidado antes de poner un alfiler en la tela que estaba trabajando, el respingo que había oído antes se repitió por haberse encajado uno de los filos en el dedo, sonreí como idiota porque me recordaba a una de las muchas costureras que mi padre me mandaba con la ligera esperanza de convenserme para hacerceme un traje a medida.

Fue entonces que los cabos cayeron en su lugar, tela, alfileres, maniquí, y una extraña bolsa negra sobre la mesa ornamental.

Vegeta: ¡¿Es mi traje?! -entre sin pudor alguno empujando la puerta que se azotó contra la pared-

Freezer: ¡Diablos Vegeta!

Vegeta: pe... perdón...

Freezer: no...ay...está bien, si es tu traje ¿Te gusta?

¿Que si me gustaba? ¡Era hermoso! Sostenido por el cuello del maniquí colgaba un velo como el de una novia que, a mi criterio, me llegaría hasta la cintura o la espalda baja, el pantalón se extendía en una cola de tul que se doblaba como un acordión y que era lo que Freezer estaba uniendo con los alfileres antes de mi dramática entrada.

Vegeta: ¿Cómo?

Freezer: el Rey vino a verme, me aclaro la situación y velo aquí, él ya me traía un modelo, por muchas razones me gustó.

Dijo mientras me acercaba una foto, o más bien un boceto dónde se veía el traje en su totalidad ¿De verdad ese viejo lo había pensado para el?

¿Un Beso Para Recordar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora