8 noches [Luzuplay +18]

08

—Sentimos mucho haber desaparecido de repente, pero Luzu comenzó a sentirse mal—le explicaba Auron a Vegetta luego de recibir una llamada por su parte. En algún momento de la noche había notado la ausencia de la reciente pareja y se extrañó un poco, por lo que decidió simplemente preguntar.

—Ese asunto lleva nombre, ¿no?—preguntó, en un tono de voz que denotaba que ya estaba enterado de todo o al menos una parte.

—¿Qué tanto sabes?—cuestionó de vuelta el más bajo. Supuso que el propio pelinegro fue quien abrió la boca y deseaba que no hubiese cambiado la versión real de los hechos.

—Pues sé que Alex se lió con Luzu en una ocasión y ha estado buscándolo para follar desde entonces—explicó con simpleza—. Y Mangel me comentó que en la fiesta también estuvo de molesto—agregó y de fondo se escuchó un grito.

—¿Está todo bien?—cambió de tema al sorprenderse por tal sonido.

—Sí, Rubén está jugando videojuegos y ha perdido, no te preocupes—respondió, tranquilizando a Auron—. Como sea, ¿Puedo saber por qué demonios no hacen un jodido trío y cortan la tensión sexual que se traen?—soltó de golpe, como si realmente supiera lo que la pareja sentía con la situación.

—Tensión sexual mis cojones, la única tensión está entre mi puño y el rostro de ese gilipollas—expresó con enojo y frustración, recibiendo una carcajada por parte de su amigo.

—Tranquilo, Raúl, no merece la pena golpearlo. Exige unas disculpas y luego olvídate del tema—recomendó amistoso. Se sentó sobre el sofá de su sala de estar y prendió el televisor para enseguida volver a reír—. Si necesitas más consejos echa un vistazo al televisor.

—¿Uno de esos tontos programas de amor? Qué payasada, creen que todo se resuelve en la cama—habló con desprecio.

—Tal vez esté algo mal, pero follar con tu chico luego de una discusión es tan caliente—. Sonrió por un segundo al imaginarlo—. No puedes negarlo.

—Sí que puedo, no le he puesto un dedo encima a Luzu... no de forma sexual—confesó, sintiéndose algo apenado como era de costumbre.

—Entonces no lo negarás en el futuro—corrigió su frase y decidió no comentar nada que pudiera sonar rudo al respecto de lo que había escuchado—. Por cierto, ¿Cuándo están tú y Luzu libres? Los chicos quieren reunirse y ustedes no pueden faltar—. Escuchó unos pasos detrás suyo y no pudo siquiera voltear cuando comenzó a sentir besos en su cuello—. Luego te escribo, guapo ¡Adiós!—exclamó y cortó la llamada.

—Guarros—murmuró Auron, quedándose con la respuesta en la punta de la lengua.

[...]

—Buenas tardes—hablaba Luzu con su encantadora y dulce voz mientras entraba en una florería.

—Bienvenido—respondió con simpatía una chica de baja estatura detrás del mostrador, recibiendo una preciosa sonrisa por parte del castaño—¿Qué deseas?—preguntó amable.

—De hecho no lo sé—habló avergonzado el más alto—. Necesito un ramo de flores pero no puedo decidirme por ninguna—explicó, mirando con atención el lugar y sintiéndose cada vez menos seguro.

—Las rosas nunca pasan de moda—comentó. Salió de su puesto y se acercó a Luzu, quien estaba observando unos claveles—. Preciosos y muy románticos, ¿Son para tu novia?—cuestionó con timidez y sin intenciones ocultas, simplemente curiosidad.

—Casi... para mi novio—respondió para luego voltear hacia su acompañante y sonreír sin mostrar sus dientes.

—Oh, qué lindo—pronunció la morena con una sonrisa que mostraba su adorable diastema—. Luces como un chico dulce, supongo que incluso si le llevas un tulipán marchito le gustará—se atrevió a decir.