Sweater color morado pastel dentro de sus jeans holgados y algo rotos, cinturón negro apretando sin mucha fuerza su estrecha cintura y unas bonitas zapatillas clásicas. Así vestía Luzu para la cena que tendría con su amor platónico. Muchas veces creyó que tenía demasiada edad para vestir así, pero ¿A quién debía importarle? Al fin y al cabo, es la forma en que más cómodo se encuentra y se ve de maravilla.
Por otra parte, Auron portaba prendas más sencillas: una camiseta a rayas blancas y negras horizontales con cuello alto y mangas largas, jeans negros y unas botas bajas de color negro. Su buen gusto era innato.
Ambos eran carcomidos por la emoción cual par de niños en la fila del cine para ver una película de Disney. Estaban en mismas condiciones: no habían salido con alguien formalmente en mucho tiempo. El mayor por razones de trabajo y el otro porque hasta hacía poco se consideraba asexual.
La cita sería en el restaurante favorito del castaño, Auron se había encargado de averiguarlo acudiendo a Vegetta días atrás. Se sorprendió al ver las fotos, el lugar era simplemente hermoso y encajaba a la perfección con el aura tan amable que emanaba Luzu. Deseaba que no estuviese decepcionado por no haber sido un poco más original.
[...]
El pelinegro miró su reloj por cuarta vez en la noche, ya se encontraba sentado y no veía al otro por ninguna parte. Había llegado algo temprano, sí, pero su paciencia disminuía cuando estaba nervioso. Luego de unos minutos, un deslumbrante Luzu entró con un fuerte sonrojo en sus mejillas. Divisó a su cita y caminó con extrema vergüenza hacia él.
—Hola—musitó, parado a un lado del menor.
Auron se levantó y besó su mejilla en forma de saludo.
—Hola—murmuró de igual forma.
Se sentaron uno frente al otro y se mantuvieron en silencio unos segundos. Los sentimientos que los invadían eran inexplicables y ninguno sabía cómo comenzar a hablar de forma amena, por lo que optaron por verse bobamente a los ojos durante un momento.
—Y-yo... lamento l-la tardanza—comentó el castaño acompañado de una risita incómoda—. Estaba arreglando mi cabello y no sabía si usar broches o no—explicó, mientras sus mejillas se coloreaban aún más de un intenso color carmesí—. De verdad, lo siento.
—¿Por qué no los usaste?—preguntó Auron, refiriéndose a los accesorios, mirándole con ternura y apoyando el rostro en una de sus manos.
—Hum... bueno, creí que serían demasiado llamativos en un chico y no me gusta la atención—respondió apenado, encogiéndose en su lugar de forma adorable.
—No debes preocuparte por eso, de seguro se te ven preciosos... como todo—halagó con una tímida sonrisita.
—Los tengo aquí, ¿Quieres verlos?—inquirió dulcemente.
En ese momento, Auron notó que Luzu llevaba un pequeño bolso de color rosado pastel consigo. Tenía las asas largas y colgaba de su hombro. Sonrió al pensar en lo adorable que era su forma de vestir y lo hermosa que le quedaba la ropa grande. Le fue inevitable no imaginarlo con una de sus propias camisetas en un domingo de ocio en casa. El mayor rebuscó los broches con cuidado, pues no quería lastimarse con algún objeto punzante que probablemente llevaba a causa del desorden.
—¡Aquí están!—exclamó en un susurro, adornando su rostro con una pequeña sonrisa satisfecha—Son muy bonitos a decir verdad.
Cogió unos mechones de su cabello y los colocó levemente hacia atrás para colocar el objeto allí. Cada pequeño movimiento que el mayor realizaba era observado con una increíble adoración por Auron. Estaba inmerso en lo espléndido que era el hombre frente suyo, no podía creer que alguien pudiera verse tan adorable realizando una acción tan simple.
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8 noches [Luzuplay +18]
Fanfic"En la primera noche te llevaré a cenar y en la última te haré mío" •Auron top - Luzu bottom. •Créditos del fanart en la portada @All_of_Saku (Twitter) •Ficción •Homosexual •Contenido para adultos •Los personajes no son míos. Pertenecen a la serie...