10

2K 135 98
                                    

Parte 1/2

Auron nunca tuvo un concepto claro de cita perfecta, pero, sin duda alguna, hacer un picnic lejos de la ciudad con la persona más importante en su vida sonaba tentador. Y, para su suerte, Luzu amaba la idea tanto como él.

No tenían muy claro a dónde ir ni qué llevar, por lo que se dedicaron a buscar ideas en algunas páginas web. Por supuesto, el vino no podía faltar en ninguna de ellas y al castaño le agradaba bastante.

Por otra parte, el menor tenía un plan algo diferente: quedarse a acampar fuera. Para ello se aseguraría de llevar abrigos y mantas suficientes para que su pequeño esté cómodo, además, una tienda para acampar si se negaba a dormir en el coche.

-¿Cuántas botellas crees que debemos llevar?-preguntaba el mayor mientras rebuscaba en la cocina del otro.

-¿Piensas llevar más de una?-inquirió de vuelta con una ceja alzada.

-Si nos quedaremos allí no importará si estamos ebrios-respondió, encogiendo sus hombros despreocupado.

-¿Cómo sabes que nos quedaremos allí?

Luzu abrió sus ojos con sorpresa, aquello se le había escapado. Realmente no quería arruinar la sorpresa de su novio.

-Y-yo... te vi buscando algunas mantas y lo supuse-confesó con un sonrojo-. Lo siento, te veías precioso desde mi ángulo, quise echar un vistazo de cerca y simplemente sucedió.

-Te quiero tanto-murmuró el pelinegro sonriendo con ternura-. Ven aquí, necesito besarte-pidió dulcemente.

El castaño se apresuró hasta el contrario y se abalanzó sobre él para devorar sus labios. Rodeó su cuello y juntó sus cuerpos tanto como pudo. En medio del beso sintió las manos de Auron en el interior de su camisa. No se sorprendió en principio, aquella acción era un hábito de su pareja y le encantaba. Pero cuando las sintió en su abdomen algo en él supo que no era normal. Luego subieron a su pecho, su cuerpo entero tembló y terminó gimiendo cuando rozó sus rosados pezones con ambos pulgares. El moreno comenzó a guiarlo hasta el sofá, sus manos ahora apretando su cadera y el beso volviéndose más candente.

-Cielo-murmuró como advertencia, más fue completamente ignorado.

Lo recostó con extremo cuidado, adorando cómo se dejaba llevar por completo. Se acomodó entre sus expuestas piernas y paró para observarlo con detenimiento. Estaba tan sonrojado, sus manos cerradas sobre la cabeza debido al nerviosismo y su rostro adorablemente confundido.

-¿Qué ocurre? Tu carita está muy roja, pareces un pequeño tomatito-comentó con diversión para calmarlo.

-¿Te sientes seguro?-preguntó de repente.

Auron le sonrió, besó su mandíbula, frente y acarició sus muslos con delicadeza.

-No del todo... pero podemos hacer algo más.

Luzu no se sintió bien con la respuesta, creyendo que el menor se estaba forzando por los comentarios de sus amigos. Decidió entonces sentarse para interrumpir la situación.

-Mi amor, no haremos absolutamente nada hasta que te sientas seguro por tu cuenta y no por lo que digan nuestros tontos amigos-le explicó. Sostuvo sus manos y besó sus nudillos y muñecas con cariño.

-Lo estoy haciendo porque quiero, cielo-respondió con sinceridad-. Iremos de a poco, ¿Sí? No haremos el amor aún.

Fue observado atentamente por su amante, quien intentaba descifrar si aquello era cierto o no, hasta que estuvo plenamente convencido.

8 noches [Luzuplay +18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora