8 noches [Luzuplay +18]

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Parte 2/2

Auron dormía plácidamente sobre sus suaves sábanas en su gran y solitaria cama. Su jornada laboral lo había agotado en demasía y al llegar a su casa solo se preocupó por darse una ducha e irse directo a la cama. Aunque tuviese un puesto muy alto en la empresa, no se salvaba del ajetreado papeleo.

Eran cerca de las dos de la mañana cuando una llamada lo despertó abruptamente. Cogió su celular y leyó el nombre del contacto, era su bonito Luzu. Se sorprendió por la hora y al instante un terror recorrió su cuerpo ¿Y si algo grave había pasado?

—Hola, Lu-

—¡Lo siento!—gritó el castaño apenas escuchó la voz del otro—¡Auron, lo siento mucho!—. Sollozaba sin parar y se escuchaba agitado—P-perdóname por favor—murmuró con la voz quebrada.

—Luzu, bonito, ¿Qué es lo que ocurre?—preguntó aún más preocupado al notar que el otro, probablemente, estaba ebrio.

—¡Me acosté con Alex!—gritó para enseguida ponerse a llorar.

Aquella pequeña oración estrujó el corazón del pelinegro de una forma horrorosa. Sintió su garganta cerrarse durante un segundo y sus manos temblaron.

—¿En dónde estás?—cuestionó unos segundos después—Iré a buscarte.

—No lo sé—respondió Luzu sin parar de llorar aún—. Es un lugar bonito como tú—comentó, como si aquello expresara información importante sobre su locación.

Auron intentó no sonreír, más se le hizo imposible. Incluso estando borracho su pequeño era un solecito.

—¡Hola, soy Fargan! No te preocupes, estamos con él en el bar cerca de tu trabajo... y no se acostó con Alex—habló su amigo luego de lograr quitarle el teléfono a Borja.

—En unos minutos estoy allí—sentenció.

Se levantó rápidamente de su cálida cama y tomó las primeras prendas que encontró para salir pitando de la casa. Pasados unos pocos minutos, llegó al dichoso bar y se acercó a la entrada, pero antes de ingresar un desarreglado Luzu corrió hacia él y se lanzó a sus brazos.

—Lo siento... lo siento mucho—repetía una y otra vez en un hilo de voz.

El menor correspondió su abrazo, pasando sus brazos alrededor de su cintura con cuidado. Lo apretujó con una fuerza mínima, besó su cabello y acarició la zona donde sus manos se encontraban.

—Vamos a casa y hablamos mejor, ¿Sí?—propuso cerca de su oído. El mayor separó su rostro del cuello ajeno y lo miró a los ojos, demostrando una angustia casi irreal—¿Vamos?—preguntó ladeando su cabecita tímidamente para que el otro no se sintiera tan mal.

—¡Imbécil!—se escuchó el grito de una voz muy conocida desde dentro del sitio—¡No vuelvas a tocarlo!

La otra pareja salía también. Willy furioso, gritándole hacia, lo que imaginaba Auron, una persona que intentaba ligar con Fargan.

—Tú—se dirigió el peliblanco hacia el único que no tenía alcohol en su sistema—, no le metas manos a mi bebé—advirtió con seriedad—¿Me escuchaste?

El otro pelinegro lo levantó y cargó en su hombro mientras negaba divertido con su cabeza, saludó con su mano al otro par y desaparecieron por una de las calles de aquel lugar.

Auron miró a su pequeño -mayor que él- y le sonrió amoroso. Besó su frente, mejillas, naricita y, por último, sus labios. Esto provocó que Luzu llorara con más ganas.