Kim NamJoon. Un editor de libros famoso
Jung T/N. Secretaria del señor Kim
Jung T/N, le pide ayuda a su jefe para que se haga pasar por su novio, enfrente de su familia.
Ambos pasan una semana en Ilsan
Pero no contaron que después de estas vacacione...
-Eres idiota o que? -Fruncí mi ceño- Tu tuviste la culpa.
-Lo siento pero quería hablar contigo.
-Ahora no Namjoon, sera después.
-Pero yo quiero hablar ahora
Tomo mi muñeca y me saco de la atracción por la salida que se encontraba del otro lado.
-Suéltame -Trataba de soltarme de su agarre.
-No te soltare, si lo hago nunca lograré hablar contigo.
Siguió caminado hasta llegar a una parte apartada de las personas en donde no se encontraba ninguna atracción y estaba completamente solo y solo una pequeña lámpara lo iluminaba.
-De que quieres hablar? -Me solté bruscamente de el.
-Sobre lo que pasó en la tarde... el beso -Rascó la parte de atrás de su nuca.
-Beso? -Solté una pequeña risilla- Te recuerdo que entre tú y yo no ha pasado nada. Esta platica no tiene sentido para mi. -Me di media vuelta con la intención de salir de hay.
-Porque demonios te comportas así -Se colocó frente a mi.
-Solo me molesta tu actitud, te estás comportando como un completo idiota! -Eleve la voz enojada.
-Yo? -Se señaló a si mismo indignado.
-Si tu!, no veo a un idiota más por aquí.
-Ok creo que ya entendí, estás enojada porque no te bese? -Se acercó a mi.
-Y-Yo? Enojada?, te volviste loco o que.
-Creo que ese enojo podemos arreglarlo ahorita -Se empezó a acercar a mi.
-Que demonios haces?, Hay que mantener distancia -Coloque mi mano frente a él, queriéndolo alejar de mi.
-Pero porque?, eres mi novia -Se acercó a mi y colocó una mano en mi cintura acercándome a él.
-T-Tú... -Susurré
-Yo que... -Se acercó más a mi- Me gustas T/N.
Lentamente acercaba su rostro al mío, mi corazón latía a mi al tenerlo a esa poca distancia, su nariz rozaba la mía, nuestras respiraciones se hacían una sola.
Sin tiempo que perder junto nuestros labios, haciéndolo un dulce beso.
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Ambos estaban sincronizabas y encajaban perfectamente como si nosotros fuéramos hecho el uno para el otro. Coloque mis brazos alrededor de su cuello atrayéndolo más a mi.
Ambos nos tuvimos que separa por falta de aire, pero aún nuestros cuerpo seguían a juntos.
Nos quedamos viendo esperando que alguno de nosotros digiera algo pero hubo un total silencio y solo se escuchaban nuestras respiración agitadas.
