Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Nagita e Igarashi. Contenido Adulto, sexo explícito. Queda advertido.
La pasión y lujuria es mas fuerte que todo.
Candy regresó a su realidad, después de lo vivido con Albert. Ese hermoso mes, su traslado lo vivió en la luna, todas esas horas de viaje las pasó analizando todo lo sucedido. Y llegó a la conclusión de que lo mejor era alejarse de él. No podía permitirse ningún tipo de flaqueo emocional. Sus regaños mentales por no blindar sus emociones, ¿Qué tenía este hombre? ¿Por qué la hacia hacía sentir diferente?. Se cuestionaba. Candy arribó a Chicago, con la idea firme de seguir con su vida, aunque no olvidaría lo sucedido con su Príncipe. Trataría de superarlo y seguir.
Llegó a su departamento, Annie no se encontraba, continuaba de viaje con Archie. Era mejor así, no estaba preparada para sus preguntas, no quería dar explicaciones. Annie sabría de inmediato que ese hombre le había movido el tapete. Reviso sus correos y vio infinidad de notificaciones de sus posibles clientes, pero sólo pensar en estar con alguien de ellos le causaba escalofríos.
- Qué estaras haciendo mi Príncipe. Pensó Candy.
Albert regresaba también de Japón, se sentía ansioso y le había dolido que Candy lo dejara botado, pero en su interior sabía que quizás había sido lo mejor. Pero una cosa era pensarlo y otra era sentirlo, dado que su cuerpo exigía a esa hembra, desde que la conoció su miembro siempre estaba firme y palpitante, quería más. Todo el viaje pensando, en ella en su cuerpo, su aroma, sus hermosos ojos y su bella sonrisa. Sabía que había cometido un gran error en invitarla a Japón, pero solo recordar las intensas noches de pasión y lujuria que pasó con ella, le nacían unas enormes ganas de buscarla y perderse en su cuerpo.
- Debo superar esto. Pensó Albert. Llegó a su residencia y fue recibido por sus pequeños alegres.
- Papi, papi, te extrañamos mucho, ya tenemos todo listo para viajar a Australia. Dijeron ambos al mismo tiempo y lo abrazaron. Su tia Elroy veía todo con alegría, pero observó que tenía mejor semblante. Se había enterado por los periódicos que su sobrino se paseaba con una hermosa rubia. Eso la llenó de alegría el pensar que su sobrino pudiera rehacer su vida.
- Sí, mis amores mañana partimos temprano y ya verán lo divertido que lo pasaremos. Contestó Albert levantando a ambos, y pensando que el viaje le ayudará a superar esta pasión que siente por Candy. Eso era lo que él creía. Al otro día viajó con sus hijos a Australia. Pasaría un mes con sus pequeños y su tía.
Albert y sus pequeños, estaban disfrutando de maravillosos días, pero sus noches se tornaban desesperadas, su desesperación se debía a que se sentía demasiado caliente, su cuerpo exigía a esa hembra. Sí, deseaba con locura a Candy... no podía evitar recordarla desnuda bajo su cuerpo y empalandola profundamente, deseaba sus labios, deseaba perderse en su monte de diosa, quería probar su néctar amielado, todo su ser reclamaba a esa hermosa mujer. Faltaba poco por concluir las vacaciones y de algo está seguro quería más de ella.
- Tengo que tenerte, no solo muero por poseerte, muero por ver tu sonrisa, esos bellos ojos, muero por escuchar tu voz. Pensó Albert.
Por su parte Candy, estaba sumida en una terrible depresión, Annie prolongó su paseo con Archie y no llegaría por tres semanas mas, estaba sola en su departamento, no salía para nada, había rechazado a varios que querían contratar sus favores, quiso retomar sus servicios, pero aunque tenía a varios candidatos entre ellos a deportistas, empresarios poderosos y políticos., no pudo concretar nada con ellos. No estaba de humor, sus pensamientos eran para Albert, nada mas recordarlo su cuerpo reaccionaba y deseaba que la tomara, quería perderse en esos preciosos ojos azules, moría por besarlo, lo extrañaba.
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LUJURIA
RomanceColección de Relatos Eróticos de un Escocés de Albert y Candy. Albert un hombre viudo, dedicado a sus hijos y a sus negocios, olvidándose que es un hombre de carne y hueso que siente y tiene deseos apasionados. Guardando luto ya por más de cinco a...