LUJURIA

De vuelta a la realidad...

Los personajes no me pertenecen exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno época actual. Contenido Adulto, sexo explícito, queda advertido.

A la realidad...

Candy se sentía extremadamente a gusto en los brazos de este hombre yacían dormidos, desnudos y cansados por su entrega maratonica, sentirlo a su lado, sentir su respiración acompasada sobre ella la llenó de un soport tan cálido, que se permitió disfrutar.

Albert había llegado a la suite de hotel, deseoso y jadeante, todo el dia había estado tremendamente caliente, su miembro quería liberarse, sólo pensar en Candy sentía que se venía. Llegó al hotel y se dirigió  rápido  a la habitación,  buscó con desesperación a esa diosa,   eran alrededor de las nueve de la noche, Candy yacia recostada, lucia realmente sexy, portaba un boxer cachetero, de encaje rojo, con su top a juego.

Candy estaba aburrida se puso a leer un rato y le ganó el sueño, imagino que Albert, no llegaría temprano otra vez.

Albert al verla ahí con ese  atuendo tan sugerente, su sangre hirvió y sin pensarlo más se acercó a ella. Candy estaba recostada de lado, dejando ver su perfectas curvas y generosos glúteos respingones. Albert no pudo evitar tocarla, con sus dedos recorrió ese hermoso cuerpo, Candy lo sintió y se sonrió, lo escuchó llegar, su corazón dio un vuelco de emoción. Albert continuó recorriendola. Candy se retorcio de placer, su cuerpo respondía en el acto. Albert fue  consciente de que Candy se había despertado. Candy se volteó boca arriba dejando ver la transparencia, de sus prendas, Albert admiró su desnudez y sin aplazar más, se despojando  de sus ropas. Candy lo veía hacer, deleitandose de tan magnífico cuerpo, lucia un torso tonificado. Albert practicaba kick boxing, en ese deporte desfogaba todas sus energías para no pensar, para no sentir. Pero a estas últimas fechas no le servía de nada entrenar, su cuerpo exigía otro tipo de liberación. Candy se lo comía con los ojos. Posó su mirada recorriendo de arriba abajo, realmente era todo un sueño de hombre, reparó en su prominente miembro, ya erguido. Candy comprendió  que su Príncipe estaba a tope de su excitación. Candy lo liberaria de su tortura. Candy se acomodó en las almohadas, Candy humdecio sus labios incitando a que subiera a la cama, Albert entendió el mensaje, ya totalmente desnudo se subió al lecho amatorio, Albert se inco separó las piernas Candy quedando entre ellas y tomó con la boca esa espada que se blandía ante ella. Albert al sentir esa boca cálida, lanzó un jadeo de placer.

Candy degustaba con gozo tal cual manjar, emitiendo ruiditos de placer.

- Candy... -no sabes lo que he deseado esto, todo el día imaginando esto- Decía Albert disfrutando. Albert se movía a ritmo, Candy lo absorbía  por completo y Albert enagenado de placer, sentía que no podía mas, pero quería tomarla, hacerla suya y aunque estaba en la gloria, solo quería entrar en ella. Albert se retiró e inmediatamente la despojó de sus prendas, palpó  su entre pierna  y la sintió extremadamente húmeda, lista para recibirlo ysin pensarlo mas entró en ella. Candy gritó de placer.

- ¡Qué  delicia¡ - Expresó Candy gozando de esto. Albert besó sus labios, moría por besarla y así lo hizo, la penetraba y la besaba al mismo tiempo. Candy se dejaba llevar, sentía maravilloso, su cuerpo respondía a sus embistes. Albert cambio de postura se  acomodó, tras  de ella. Y continuó tomandola, le acariciaba sus senos sin dejarla de penetrar.

- Candy... eres mi perdición, eres deliciosa, me encantas... susurraba Albert al oído. Candy se prendia al máximos escuchar esas palabras. En sus encuentros jamas se permitía este tipo de acercamientos, pero con este hombre era diferente. Se sentía desfallecer de placer. - Este hombre es divino, me hace volar. Pensaba Candy alucinada. Albert continuaba en su labor, entraba duro, pero sin lastimarla.