FINAL DE LUJURIA

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Los personajes no me pertenecen, exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno época actual, contenido adulto queda advertido.

FINAL DE LUJURIA

Dos años después.

BERT...

Albert y Candy yacían dormidos exhaustos, abrazados desnudos, como todos los días. Estaba  por amanecer, cuando se escuchó a lo lejos una voz infantil.

- Mami, mami... ¿Dónde estas? Albert escuchó a su hermoso pequeño. Candy pérdida en brazos de Morfeo, agotada por la intensa noche. Se levantó despacio para no despertarla, se puso sus pijamas  y cubrió a Candy.

La voz del pequeño seguía llamando a su madre, Albert llegó a una habitación la puerta estaba entreabierta, vio a su pequeño en pijama intentando bajar de la cuna, le causó gracia ver la agilidad de su pequeño para bajar de su cuna, cuando al fin lo logró, corrió   hacia la puerta, topandose con Albert. El pequeño lo miró, y esbozó una hermosa sonrisa que le parecía tan familiar.

- Papi, papi... -decía  el pequeño Bert. Sí, pusieron por nombre Albert Andrew White. Gustoso se acercó a su padre abrazando su pierna. Albert adoraba a su hermoso ángel, idéntico a su madre, rubio rizado, ojos verdes y pecoso. Albert se agachó quedando a su altura. Albert se sentía feliz y  orgulloso, cada día lo sorprendía por lo vivaz e inteligente para su edad. Bert gustoso le extendía sus bracitos para que lo levantara y así lo hizo, Bert lo llenó de besitos mojados. Albert se sentía inmensamente feliz.

Al verlo recordaba como fue el dia que lo tuvo en brazos, fue un hermoso día.

Flash back

- Albert... llevame al hospital, que se me ha adelantado el parto- Albert, de inmediato la cargó en brazos, salió con ella, en eso se topó con Annie que venía llegando de su cita.

- Candy, ¿qué tienes?- Preguntó preocupada al verla en brazos de este hombre. ¿quien es este?. Preguntó despectiva.

- Señorita, este tiene un nombre. Soy William Albert Andrew. Un gusto conocerla- Contestó Albert sin detenerse, Annie se unió en la caminata y llegaron a un lujoso automóvil.

- Candy, ¿el es el Príncipe?. Preguntó Annie escaneando a tan magnífico espécimen, ahora comprendía  por que su amiga no fue inmune a este hombre.

- Sí, es el... pero ahora necesito que vayas adentro y traigas la maleta que preparé para la llegada de Bert. Dijo Candy con voz agitada, las contracciones se estaban haciendo presentes. Albert abrió la puerta del auto la metió con cuidado, le puso el cinturón.

- Sí, si Candy, no te preocupes... te  alcanzó en el hospital. Dijo Annie entrando a la casa. Albert arrancó el auto. Candy lo fue guiando hacia su destino.

- Candy, ¿cómo te sientes? Tomaré el tiempo en cada contracción. Candy solo asentía y respiraba.

"Albert está aquí... no estaré sola". Pensaba  Candy feliz y emocionada, cada que imaginaba el día que nacería su pequeño, le dolía el alma,  el pensar que Albert no estaría con ellos.

Llegaron al hospital, Albert la tomó en brazos nuevamente.

- Candy... todo va estar bien yo estaré a tu lado. Prometía  Albert mientras se adentraban en el hospital. Albert llegó a recepción.

- Señorita mi esposa dará a luz, lleva más o menos media hora en labor, las contracciones aunque pausadas son dolorosas. Explicó  Albert en un hilo. La señorita de recepción indicó que necesitaban una silla de ruedas. Candy estaba muda, se concentraba en cada contracción. De inmediato salió un doctor y la llevaron dentro  para prepararla. Albert quiso ir con ellos.

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