Los personajes no me pertenecen, exclusivamente a sus creadores.
Reencuentro
Albert nada mas pisar Escocia, fue de inmediato a su propiedad. Deseaba ver a sus hijos, les había extrañado demasiado. Y después iría ver a su diosa, se había sorprendido sobremanera que Candy viviera cerca de donde se encontraba su propiedad. Todo le estaba saliendo bien, deseaba con toda su alma que Candy no le haya olvidado.
Llegó a su propiedad, ya lo estaban esperando sus hijos y su tía.
- ¡PAPITO!. Gritaron sus pequeños corriendo a sus brazos. Albert los adoraba tanto.
- Mis niños... Sí que han crecido estos meses -Les dijo Albert llenandoles de besos. -Los he extrañado tanto mis niños hermosos-Expresaba Albert con amor.
- Nosotros también te hemos extrañado papito--Dijo Max felíz.
- Papi, ya no vamos a estar tanto tiempo separados, ¿verdad?. Preguntó Philip. Ya que adoraba a su papi y lo había extrañado tanto.
- No mis niños, ya no nos separaremos, viviremos por un tiempo en Escocia, pero ya no viajare. Contestó Albert abrazando a ambos.
La tía Elroy los veía emocionada, Albert siempre había sido un excelente padre.
- ¿Qué han hecho todo este tiempo?. Preguntó Albert a sus pequeños.
- Pues, estamos con tutores, estudiamos demasiado. Contestó Max disgustado- no entendía por que no iban a la escuela como siempre. Después del escándalo lo mejor era que se instruyeran en casa, en lo que se calmaban las aguas. Albert estuvo de acuerdo por lo menos durante un año.
- Papá, pero todas las tardes vamos al parque a jugar al fútbol, y tenemos a una amiga, ella es muy divertida y nos gustaría que la conocieras, es muy hermosa-Contó Philip emocionado. Albert imaginó que era una niña de la edad de sus hijos y no indago mas.
- Tía, ¿cómo va todo por aca?. Preguntó Albert. Su tía ya sabía quién era la supuesta amiga. Cuando Elsa la niñera le comentó que los niños habían hecho amistad con una joven y embarazada, no pudo pasar por alto ese detalle. Así que fue un buen día al parque donde sus sobrinos jugaban y vio a lo lejos a una bella mujer rubia y lo que más mas le sorprendió fue que estaba embarazada. La reconoció de inmediato. Se le veía feliz y radiante. Elroy vio como sus sobrinos la admiraban y le habían tomado un gran cariño, Elroy se mantuvo alejada, no quiso intervenir... este es el destino pensó. - La sorpresa que se llevará. Sonrió Elroy. Elroy indago sobre su vida, supo que había dejado esa vida disoluta y de perdición y le agradó mucho que así fuera. También supo que estaba estudiando la Universidad y que pronto concluirá. Y también supo que había montado un negocio de diseño y decoración de interiores. Al saberla embarazada no le fue difícil saber que el padre era su sobrino. Pero no intervendrá, si el destino de su sobrino es esta mujer, ella lo aceptará sin objetar. Su sobrino ha sufrido demasiado. Pero ellos deben encontrarse por sí solos.
- Todo perfecto querido, los niños están bien y creo que lo sucedido no les afectará. Contestó Elroy. Albert ya estaba en Escocia y no tardaría en reencontrarse con Candy. Albert se instaló, convivió con sus hijos mientras cenaban los pequeños lo pusieron al tanto de todo lo que habían hecho y ya agotados los llevó a dormir. No tardaron en caer rendidos. Albert se ducho, no era demasiado tarde, ya no perdería mas tiempo y buscaría a su mujer. Rogaba al cielo, que Candy lo acepte en su vida. Albert sin aplazar más salió de su propiedad y al conocer la dirección llegó a una hermosa vivienda, con un bellos jardínes. Albert se paró frente al gran portón. - Aquí estoy, amor mío, solo espero que me escuches. Pensó Albert tomando valor y tocó a la puerta. Que sea lo que el destino quiera- pensó nervioso, pero ya no era un niño y no perdería más tiempo. Albert esperaba ansioso y escuchó como abrían el portón.
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LUJURIA
RomanceColección de Relatos Eróticos de un Escocés de Albert y Candy. Albert un hombre viudo, dedicado a sus hijos y a sus negocios, olvidándose que es un hombre de carne y hueso que siente y tiene deseos apasionados. Guardando luto ya por más de cinco a...