Los personajes no me pertenecen, exclusivamente a sus creadores. Mundo alterno época actual, contenido adulto queda advertido.
DUDAS
Después de esa entrega tan maravillosa, Candy se sintió inmensamente feliz, pero crecían sus dudas al respecto, a hacer una vida juntos. Verlo dormido a su lado era un sueño hecho realidad. Albert abrió sus hermosos ojos azules, y se encontró con esos verdes ojos esmeraldas, sabía que debía explicarse, debía aclarar situaciones.
- Candy... quiero que me perdones, se que debemos hablar, pero la verdad es que te amo... y verte después de tanto tiempo mi cuerpo reaccionó sin poder evitarlo, solo quería perderme en ti- Candy sabía que tenían asuntos que resolver. Se levantó se puso su bata, Albert embelezado admiraba su figura redondeada.
- Está bien Albert, hablemos...-Dijo Candy con dudas. - ¿Por qué hasta ahora me buscas?- preguntó sin rollos. Albert sabía que debía ser claro.
- Candy, te busque... juro que te busque, pero toda la información acerca de ti, la manipuló Niel Legan. Ese desgraciado, evitó que diera con tu paradero. Pero ya está pagando el maldito, esta donde debe de estar, preso. "Y muy pronto muerto, no le perdonare que te haya tocado". Pensó Albert furioso.
- ¿Por qué no contestaste los mensajes que te envié?. Yo estaba sumamente preocupado por ti, te busque por todas partes, ¿acaso no pensabas decirme lo de nuestro hijo?. Candy lo escuchó admirada. "Ahora me está recriminando". Pensó Candy molesta.
- Tuve que huir... Niel me amenazó, además el escándalo me sobrepasó, ¿sabes?, la prensa me persiguió, quedé muy mal parada con todo esto y debía protegerme. Debía proteger a este hermoso ángel que viene en camino- explicó Candy con la voz quebrada. Recordando los atropellos sufridos. Albert se daba de topes, ¿cómo pudo desprotegerla tanto?.
- Sabes.., tenía pánico de todo y todos, solo pensé en sobrevivir y salir adelante sola. Ahora mismo tengo miedo y dudas... no creo que podamos tener un feliz por siempre Albert- Dijo Candy triste.
- Candy, cómo me dices esto... te amo y al menos yo sí quiero hacer una vida contigo... una vida juntos. A eso he venido, te quiero conmigo, a mi lado- Albert no aceptaría un no por respuesta. No le importaba su pasado.
- ¿Me quieres a tu lado?, ¿cómo Albert?... Como tu amante en turno o como tu puta bien pagada- Candy expresó con resentimiento.
- Candy...
- Candy nada Albert... Y no creo que podamos hacer una vida juntos, mi pasado, mi forma de vida no fue la correcta, no creo que lo logremos- Dijo Candy convencida.
- Candy... yo no te quiero a mi lado como mi amante, quiero que seas mi mujer... casemonos, formemos un hogar...
- No Albert, no puedo...
- Acaso no... ¿me amas?. Preguntó Albert asustado.
- No, no te amo... vete Albert y olvídate de mí. Contestó Candy exhausta y decidida.
- No, no te dejaré.
- QUE TE VAYAS, NO QUIERO, NO PUEDO HACER UNA VIDA CONTIGO. Gritó Candy estresada. Albert se sorprendió. Y se acercó a ella.
- No, no me iré, yo te amo... luchemos y no te creo eso de que no me amas.., te sentí vibrar entre mis brazos.
- Eso es LUJURIA, no te confundas. Contestó Candy intentando ser impersonal.
- ¿Lujuria dices?. Preguntó Albert sosteniendola por los brazos. - No mi vida, no solo es lujuria, es pasión y amor. Debes reconocerlo.
- No me toques, sueltame por favor- Forcejeo Candy. Claro que lo amaba, pero no quería entregarse por completo, Albert no estaba solo, se debía a sus hijos y la tía Elroy, ella sabía lo que era solo una zorra bien pagada, jamás la aceptaría. Y no quería ser el motivo de que Albert se separara de su familia.
- Candy, mirame... Suplico Albert desesperado. -por favor no me alejes de tu vida... Te amo a ti y a este pequeño ser que nuestro gran amor creó, déjame hacer lo correcto- imploró Albert.
- Por el niño no te preocupes, serás su padre, te permitiré que convivas con él.
- ¿Es un niño?. Preguntó Albert feliz.
- Sí, es un niño...
- Candy...
- Vete Albert. Candy se soltó de su agarre. Pero Albert no lo permitío. Candy se quería soltar y comenzó a empujarlo, el la abrazaba con amor.
- ¡Ah! Se quejó Candy. Albert de inmediato la soltó.
- ¿Qué pasa amor?. Preguntó Albert asustado.
- ¡Albert!. Se quejó Candy agarrándose el abdomen.
- Creo, que entré en labor- se quejó Candy con la voz entrecortada.
- ¿Qué?. Preguntó Albert angustiado.
- QUE ESTOY POR PARIR- Gritó Candy con dolor.
CONTINUARÁ
Chicas ya sé que es un capítulo cortito y prometo postear mañana uno más largo... Estamos en recta final. Y pues agradezco su tiempo que emplean para leerme y me hacen el día con sus comentarios. Pasen linda noche.
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LUJURIA
RomanceColección de Relatos Eróticos de un Escocés de Albert y Candy. Albert un hombre viudo, dedicado a sus hijos y a sus negocios, olvidándose que es un hombre de carne y hueso que siente y tiene deseos apasionados. Guardando luto ya por más de cinco a...