El Gato (MidoTaka)

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Años pasaron hasta que el tsundere Shintarou Midorima le pidiera a su enérgico e hiperactivo mejor amigo y pareja vivir juntos. Takao ya casi vivía en casa de Midorima, cocinaba, limpiaba, lo ayudaba con algunas cosas y dormía la mayoría del tiempo ahí

-Shin-chan, despierta-Takao era el primero en despertarse, empezaba hacer el desayuno y ordenaba la casa. Midorima era despertado y mimado por el pelinegro durante varios minutos hasta que salía de la cama. Eso se volvió costumbre, demasiada

-Si, si-murmuraba el peliverde levantándose perezoso, su vida era tranquila. Los dos estaban en un equipo de baloncesto, terminando sus respectivas carreras y tenían un horario parecido, salian a citas, se ayudaban y apoyaban todo menos en una cosa

-Come, ven-siempre a la misma hora, un gato negro iba a su ventana esperando que Takao le diera algo de comer. Este bandido era él que se robaba los mimos mañaneros de Midorima

-Desayuna, debemos ir pronto al entrenamiento-gruño Midorima encendiendo la radio para escuchar a Oha-sama como todas las mañanas

-Tiene hambre, todos merecen comer-dijo el más bajo sentándose a la mesa

-Es un gato callejero, quien sabe donde habrá estado o que cosas traerá, deberías cerrar esa ventana y...-Takao le miro con el ceño fruncido molesto hinchando sus mejillas

-Es un ser vivo que merece vivir, ser amado y consentido-bufo molesto-Aparte, lo revise y en su comida le doy desparasitantes aunque no le guste estar aquí viviendo es libre de venir a visitar-dijo dejando el tema cerrado comiendo, Midorima hizo una cara de disgusto y no dijo más. Pasaron los días, el gato venía sin falta, a veces se quedaba a dormir en la ventana o en unas mantas que dejaba Takao cerca de la ventana

-Me voy-Midorima tenía un seminario, ese día llegaría temprano a casa por lo cual quería estar con su pareja un tiempo acurrucados y mimado pero eso podía torcerse por un gato que ahora caminaba por su casa como dueño de ella. Takao fue a despedirle con un beso, Midorima antes de salir miró al gato

-Dile adiós, Shinshin-dijo Takao cargando al gato, este le miró y maulló esquivando su mirada. Midorima gruño saliendo algo fastidiado, debía hacer algo con ese gato y volver a tener los mimos de su pareja como cada día. Al llegar a casa no escucho ruidos, seguramente Takao estaría en clases o comprando, se sentó mirando la ventana y ahí estaba el gato

-Oye-le miró algo molesto-Debes irte, todo el día de hoy... Así tendré a Takao para mi-murmuró acercándose a la ventana, el gato le miraba fijamente y antes de que Midorima abriera la ventana se fue. Midorima sorprendido sonrió feliz, se metió a la ducha pensando en que por fin tendría los mimos del pelinegro para él solo

-Shin-chan, llegue-dijo el pelinegro dejando su chaqueta en la entrada, busco con la mirada a su pareja y lo vio en el sofá viendo su móvil 

-¿Estabas en clases?-dijo mirándole apagando el móvil, este asintió estirándose

-Me duchare y haré la cena-beso su mejilla sonriendo buscando al gato con la mirada-¿No llego Shinshin?-Midorima negó

-Estará tomando el sol en algún lugar, leí que a los gatos le gusta eso-murmuró colocándose sus gafas, Takao asintió metiéndose al baño.

Después de la cena, Midorima se pegó a Takao abrazándolo por la cintura escondiendo su rostro en su cuello

-Mañana no tenemos practica ni clases-susurro en su oído besando su cuello bajando las manos, Takao se rio suave asintiendo

-Vayamos al cuarto-se giro besándolo acariciando su nuca, mordió su labio caminando al cuarto. Midorima celebrara internamente caminando tras su pareja

-Estabas ansioso-murmuró sonriendo mordiéndose el labio abriendo sus piernas. Midorima se puso sobre él besándolo pegando sus erecciones, se frotaba suave contra él ansioso por lo que vendría después

-Ahh-gimió al sentir sus pezones pellizcados, Midorima le quito la ropa sin perder el tiempo. Ataco ese botones rosados que le volvían loco, mordía y chupaba esos pezones dejándolos rojos e hinchados. Gemidos de Takao resonaban por el cuarto, Midorima comenzó a masturbarlo viéndole mordiéndose el labio 

-Takao, no aguanto más-murmuró en su oído ronco y excitado. Este le miro jadeando abriendo sus piernas, Midorima sin poder resistir más comenzó a dilatarlo, rápido sin dejar de masturbarlo 

-Ya... Shintarou-jadeo temblando, apretando su interior gimiendo. Midorima sin más saco sus dedos y entro despacio, gruño jadeando excitado sintiendo su miembro apretado

-Takao, relájate ... no puedo entrar-gruño metiendo todo de golpe, Takao abrió los ojos de golpe sintiendo su interior lleno terminando en su abdomen. El peliverde lo miró sorprendido jadeando, sintiendo su miembro más apretado

-Lo siento... Shin-chan, lo metiste todo muy rápido-dijo sonrojado el halcón mirando a su pareja, este lo beso moviéndose más duro sin poder soportar la cara orgásmica de su pareja. Las embestidas seguían sin parar, Midorima estaba soltando todo lo acumulado de días, Takao gemía y jadeaba al sentir su interior lleno

-Takao... voy a-gruñó mordiendo su cuello terminando en su interior, este gimió terminando también. Recuperando el aire se fundieron en un beso, Midorima salió de Takao viéndole

-Tenías mucho energía, Shin-chan-dijo riéndose el más bajo sentándose con las piernas como gelatina. El peliverde sonrojado lo ayudaba, un maullido los hizo mirar hacia la puerta de su cuarto

-Shinshin-dijo Takao viéndole, sonrió intentando levantarse. Midorima lo paró serio bajando, cogió al gato y se lo dio a Takao algo fastidiado pues ya había terminado su tiempo de mimos. Takao lo vio sonriendo suave

-Takao, iré  a la-sus palabras se quedaron en la boca al sentir un agarre que lo tiraba a la cama-Bakao, podría...-un beso lo callo totalmente, acaricio la mejilla del pelinegro

-Échate con nosotros, celosin-dijo burlón el halcón guiñándole un ojo

-Bakao-murmuró colocándo bien sus gafas, el gato se echo a sus pies durmiendo

-¿Desde cuando estaría en la puerta? ¿Cómo entró?-curioseaba Takao abrazado al megane, este miró a un lado sonrojado negando aunque él mismo fue quien dejo la ventana abierta

-Nos habrá visto hacerlo-dijo el pelinegro sonrojado cubriéndose el rostro. Midorima se rio bajito abrazando más a su pareja, por fin tenía los mimos de la misma. 


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